El final

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Por favor, no leas esto si no terminaste el último capítulo.


A lo largo de mi vida escribí muchas novelas. Creo que todas las novelas en el mundo, cada una de ellas, nos deja una gran enseñanza. Ya sea directa e indirectamente. Creo que en esta novela, dejé en claro muchas cosas; y si se notó, entonces me alegro. Porque eso es lo que quería lograr.

Puede que esta novela no sea lo que describe tu vida totalmente, pero creo que todos nos identificamos con algo. Siempre. Yo me identifico mucho con Brenda, puede que otros se identifiquen con otros personajes. Lo único que quiero decirles es que esta no es una novela feliz, ni con un final feliz. 

Originalmente esta novela se llamaba "El canto de la golondrina" pero opté por el título "Cuando los ángeles merecen morir". Escribí esta novela con el corazón y el alma. 

Al principio esta novela era una simple historia contemporánea donde contaba la vida de una adolescente y su tortuoso rumbo hacia la madurez. Hay cosas que necesito aclarar sobre Clementine y alguna de sus acciones. Antes de publicarla por acá, muchas personas de confianza la leyeron para escuchar sus opiniones. La razón por la cual puse muchos momentos duros sobre Clementine, son porque me parecía que Brenda debía elegir para palparla en el papel. Si bien, puse varios momentos familiares tanto felices como duros, creo que la mayoría fueron más crueles de lo que creí. Si pareció que quise reflejar a Clementine siendo una víctima, esa no fue mi intención. Lo que quiero decir, es que esta historia no está sumamente desarrollada; si no que el mismo personaje eligió escribir los acontecimientos más importantes para aportar a la historia. Los personajes tomaron vida propia para mí, así que es por eso que hablo así, jajjaja.

La relación entre Brenda y Clementine es muy confusa. Creo que la hermandad nunca es igual, los que tienen hermanos entenderán que ninguna relación es igual. La relación entre ellas dos era más dependiente que cualquier cosa. Era como si ellas se apoyaran en los hombros de la otra, para continuar hacia adelante. Eran las únicas personas de las cuales se podían apoyar, ¿verdad?

Clementine y Brenda pensaban en una misma cosa: ella nunca iba a recuperarse. Sí, puede que esto sea pesimista, pero me gustaba esa idea, de que ellas pensaran lo peor, pero aún así no se rendían.

Hay MUCHAS acciones de Clementine que reflejan el trastorno bipolar. Como la necesidad de tomar alcohol, impulsos sexuales y todo lo contrario. He leído y entrevistado a muchas personas con este transtorno, así que coloqué varias de sus frases más dichas como: "Yo no quiero depender de unas pastillas".

La falta de control e irresponsabilidad de los padres hacia sus hijas son cosas que pasan mucho últimamente.

Jesse... bueno... Jesse... él es él. Creo que salió de mí muy extrañamente (creo que cuando me imaginaba a un chico de mi gusto, él no se acercaba ni a las mínimas posibilidades). Pero como siempre digo, nadie nunca sabe lo que quiere realmente y no quise que la relación entre él y Brenda fuera habitual o no sé, muy "pegota". Quería que ellos fueran distantes pero unidos al mismo tiempo. Él, con miedo a que ella tuviera lástima por él y Brenda con miedo a que despertara profundos sentimientos dentro de su interior (tantos buenos como malos).

No quiero especificar ni sacar opiniones propias forzadamente, pero lo digo sólo para que no quedaran los mal entendidos y para que más o menos se captara mi intención. Creo que esto nació aquella vez que vi tanta ignorancia hacia este trastorno y otras ciertas enfermedades sin ser consideradas como graves. (El capítulo en el que Brenda le preguntaba a la gente qué pensaban de las enfermedades o trastornos, o si había alguna dignidad al morir con cáncer, es verdad. Puse eso porque me había pasado en la vida real y me habían respondido todo eso).

Bueno, si leíste esto, te lo agradezco. Eso es todo. Me siento muy orgullosa de lo que escribí y ojalá te haya gustado. Muchas gracias por los hermosos comentarios y por los votos. 

Gracias por estar ahí.

Cuando los ángeles merecen morirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora