▲Capítulo 2▲

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Nada más escuchar el timbre salgo a toda prisa de la clase, Historia del Arte estaba a punto de acabar conmigo del aburrimiento. Me dirijo hacia la cafetería seguida por Hayley, quien habla con gran entusiasmo sobre la teoría y función del arte. Me gustaría poder tener las mismas ganas que ella por estudiar una asignatura, así a la hora de prepararme un examen no me distraería hasta con el movimiento de las cortinas.

Al llegar a la cafetería observo la gran cola de gente que hay esperando a hacer sus pedidos, voy a tener que esperar para comerme un mísero sándwich, qué triste y cuánta hambre hay.

—La verdad es que se me hace raro volver a estar juntas en clase, bueno, juntas en general —dice de pronto Hayley, mientras tomamos puesto en la cola.

—Solo han sido dos meses y pocas semanas sin hablar —normalizo frunciendo el ceño.

—Ni siquiera sabía dónde estabas, nos tenías bastante preocupados —reitera ella avanzando un par de lugares, yo la sigo por detrás.

—Tuve que dedicar todo mi tiempo a ayudar a mi hermana en la casa, ahora estamos viviendo solas.

—¿De verdad? —pregunta ella bastante asombrada.

—Sí, mi padre y mi madre se han ido a Vancouver.

—¿A Vancouver? ¿Y eso?

—Ni idea, no sabemos nada, tan solo que están en casa de mi tía… —me doy cuenta de que ya nos toca pedir bastante tarde, ya que me quedo un rato de pie frente a la barra sin enterarme de nada. El chico que anota los pedidos me observa con una ceja levantada, esperando impaciente a que me decida de una vez a pedir, lo cual me lleva a sentirme un poco mal por hacerle perder el tiempo— Oh, perdona, estaba distraída. Dame un sándwich mixto y un refresco light.

Hayley se comienza a reír discretamente y la obligo a compartir la gracia conmigo.

—Soy fan de la cara que te puso el tío, fue muy en plan “¿y estudié para que esta niñata me tenga aquí esperando como un retrasado para pedir?” —se mofa ella.

—Pues si estaba pensado eso le debería decir que mucho no tuvo que haber estudiado para terminar trabajando en la cafetería del instituto —le susurro, luego recojo de la barra lo que pedí y lo llevo hasta la mesa en la que nos sentábamos siempre el año pasado, situada en el centro del sitio, donde no da de lleno el sol que entra por las ventanas, ni está pegada a la fría pared.

Al cabo de un rato llegan Matt y Dani, ambos montados en el skate de Dani tratando de mantener el equilibrio, aunque no tardan en caer al suelo y hacer reír a toda la cafetería. Por mi parte yo muestro una pequeña sonrisa a falta de ganas de reír de forma exagerada.

Los dos se acercan a saludar a Hayley efusivamente, lo cual me hace sentir inexplicablemente incómoda y me obliga a comenzar a dar grandes bocados a mi sándwich.

—¿Qué hay Jenna? ¿Estás pensando en alguna forma de desaparecer por otros tres meses? —bromea Matt.

—Esta vez al menos avisa —interviene Dani.

—Parece que no vais a perdonarme nunca —les respondo.

—Nunca.

—A menos que me dejes un poco de tu refresco —advierte Matt negociando.

Rio al escucharlos, prácticamente es inevitable, siempre han sido los graciosos del grupo, se pasaban el día haciendo el tonto por los pasillos y molestando a unos sí y a otros también.

—Espero que comprendas que se trata de una elección bastante difícil —le digo acercando mínimamente la botella a su mano.

—Estamos hablando de un refresco light —dice Hayley totalmente seria, causándome el efecto contrario a su actitud y haciéndome reír bastante.

Collateral → Luke HemmingsWhere stories live. Discover now