Intento dos: ¿...Algo sobre Sophie McArtney? Wow, triple WOW.

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...

-Hahaha...-di la 'carcajada' más falsa que había dado en mi PUTA VIDA-eres muy graciosa, Sophie.

-¡Lo sé!-saltó en el asiento.

Ajá.

Estaba sentado, en un café, bebiendo algo con mi...hermano y la hermana de la novia de mi hermano.

¿Enredado, no?

"Mentira, zorra, no eres graciosa, y YA DEJA DE ACERCARTE A MI PANCHITO, O TE JURO QUE..."

-...Ay, qué bonito día hace...-agregué, cubriéndome la cara y girándola, curvando mis labios. Miré mi reloj.-¡uy! ¡Qué pena!-me puse de pie- ¡Adivinen? ¡SE ME HA HECHO TERRIBLEMENTE TARDE! ¿Qué mal, cierto? Debo irme...-traté de colocar la voz más penosa posible, que se notara que lo lamento del alma. Mentira. No soporto verle la cara. Ni a ella, ni a él, espero que la atropellen y colisionen autos sobre su cuerpo destartalado.

"¿Estás celoso?"-consultó una voz desde mi interior; intuí como aquel sujeto dentro de mí alzaba la ceja, con una sonrisa burlona.

-No.-corrí la silla- Jódete-mascullé.

-¿Disculpa?-interrogó la voz de Francisco. Lo miré, como si con eso lograra mostrarle todo lo que siento. Su mirada...continuó siendo tan gélida como siempre, con su toque de mofa.

-¿Qué?-Ya está. Estoy enfadado y ni siquiera puedo disimularlo. ¿Enfadado? No, dolido, la voz se me iba a trizar en cualquier momento, y, solo por ello, me acoracé con esa armadura que de seguro, todos hemos usado; cuando nos sentimos lastimados, débiles, indefensos...y nos volvemos agresivos, irritables, siendo, que lo que de verdad necesitamos es una pequeña muestra de cariño. Solo eso y mostraríamos quiénes somos realmente. 

-Discúlpate.-ordenó, y mi mundo se vino aún más hacia abajo. Aún más en ruinas.

-¿Disculpa?-musité, arrastrando cada palabra, se trataba de una broma, ¿verdad? Él...

-No te hagas el sordo, Brako.

"...Branko, mi nombre es Branko, ¿te estás haciendo, verdad? Me conoces...desde que nací...."

-M-mi nombre es Branko, n-no Brako.-corregí, con la voz temblorosa, balbuceando. 

-¿Crees qué me importa? ¿...Tengo cara de qué así sea?-se apuntó su rostro- Solo discúlpate.

-...E-eh...Fran, déjalo, se lo ha dicho al aire-sonrió Sophie, una sonrisa nerviosa y fresca. Una curvatura blanca y original-, ¿verdad, Ran?

Asentí, ocultando mis manos. Estoy tiritando.

-Maricón.-dijo entre dientes. Y no, no dolió, ya estoy acostumbrado.

-Yo...

-...Retráctate.-alcé la mirada, sorprendido, sin poder terminar la frase; ¿se lo dijo a él? No...me lo tenía que haber dicho a mí, debo estar equivocado...- Francisco, RETRÁCTATE AHORA MISMO, ¿quién se cree?-me consultó, levantándose y dirigiéndose a mi lado- ¡RESPONDE! ¿¡QUIÉN DIABLOS TE CREES!? ¿Un presi? Déjame decirte que aunque fueras eso, NADIE TE DA EL DERECHO DE TRATAR A OTRO SER HUMANO ASÍ, ESE PUTO DERECHO NO LO TIENE NADIE. Y TÚ, BRANKO DEJA DE DEJARTE PISOTEAR POR ESTE IMBÉCIL Y VÁMONOS; DÉJEMOSLO SOLO CON KATY-me tomó del gancho-; solo espero que esa perra que se hace llamar mi hermana se dé cuenta de con quien diablos se está metiendo. Son tal para cual, necesitan basurear para sentirse bien. ¡Ah...!-se dio la vuelta.

Él estaba perplejo. Yo aún no puedo creérmelo, esto no puede ser real...

-Sophie...-dije inaudiblemente.

¡Qué no soy homofóbico! (BoyXBoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora