- ¡Blaaaair! ¡Debes levantarte, ya! –Exclamaron sacudiéndome.
- Cinco minutos más. –Hablé entre adormilada y fastidiada.
- Ningún cinco minutos. Levántate o no estarás lista.
- Ni que me importase. –Me cubrí la cabeza con la sábana.
- Oh bueno, que tengas suerte con una sanción en tu primer día.
Gruñí y me levanté. Abrí los ojos de a poco dándoles la oportunidad de acostumbrarse a la claridad. Observé a Lauren sentándose frente al espejo para arreglar su cabello y Danielle llevaba una toalla en su cabello mientras hacia algo con maquillaje en su rostro. Ambas llevaban puesto el uniforme, que consistía en una falda escocesa de tonos azules, una franela de botones blanca con una corbata de la misma tela de la falda y unas zapatillas bajas en azul oscuro.
Iugh. Una falda. Que alguien me mate ahora.
Tomé una toalla de la cómoda junto a mi cama y mi hermoso y femenino uniforme antes de encerrarme en el baño para darme una ducha y alistarme.
Ayer luego de habernos presentado pude hablar con mis compañeras de habitación mientras acomodábamos nuestras cosas respectivamente. Podría decirse que no eran todas flores y corazones pero si les gustaba estar aquí y aprender cosas de damitas. No me preguntéis por qué.
Danielle había convencido a sus padres de mandarla aquí para aprender lo que a ella le gustaba además dijo que habían chicos lindos en el internado. Lauren por el otro lado sólo había decido que se vendría aquí y sus padres gustosos le dejaron con tal de complacer a su princesita. Y yo, bueno, ya sabéis la historia así que no hace falta que la repita.
- ¿Algo que debería saber sobre esto para mi primer día? –Les pregunté a mis compañeras en cuanto salí del baño ya vestida con el uniforme.
- Primero que nada, la camisa va dentro de la falda. –Burló Danielle. Bufé e hice lo que dijo.
- No puedes ir al edificio de los hombres sin el permiso de los directores. Debes estar puntual a las horas de desayuno, almuerzo y cena en el comedor, donde recibiremos algunas lecciones de modales y eso.
- No puedes usar el móvil en ninguna clase o te lo quitarán, será mejor que ni se te ocurra saltarte alguna clase o algo por el estilo porque las sanciones son fuertes.
- Tanto que ni te quedaran ganas de hacerlo una vez más.
Entre las dos explicaban mientras yo les veía atentamente aunque por dentro estaba muerta de aburrimiento. ¿Realmente mis padres me habían mandado a un lugar con este? Han de odiarme.
- Los sábados y domingos son días libres, sin uniforme, ni clases. También se puede salir pero luego de obtener el permiso de los directores.
- Um, –Lauren pensó un momento buscando algo que me faltase por saber. –Debes estar en la habitación antes de las nueve y no se puede salir luego de esa hora.
- ¿Qué clase de prisión es esta? –Exclamé.
- No seas exagerada. Luego de un tiempo te acostumbras.
- No es tan malo como parece.
- Si, seguro. –Dije sarcástica.
Ambas rieron. –Como sea. ¿Qué tienes primero?
- Umm, –Revisé la hoja con mi horario. – ¿Danza clásica?
- También nosotras. –Chilló Danielle. –Pero ahora debemos terminar de arreglarnos si no queremos llegar tarde al comedor.
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Lo contrario a una dama
RomancePensareis que sería bastante ilógico que la hija de una famosa modelo no sea femenina, ¿no? Mucho menos teniendo como padre a uno de los más importantes empresarios de Seattle, sea desaliñada. Pero debéis pensarlo dos veces porque Blair es diferente...