No One Compares To You. // JULIANTINA

Capítulo 7: Easy Come, Easy Go.

Capítulo 7l: Fácil viene, fácil se va.

Repentinamente el sentimiento de nerviosismo se apoderó de ella.

Estaba en la espera de que la luz roja cambiará a verde y asi poder avanzar sobre la carretera para llevar a Juliana al objetivo que le había indicado. Era un pequeño "café restaurante" que en su vida había visto porque... bueno, después de todo se encontraba en uno de los barrios de México en los que nunca había ido, pero que gracias a la invención del gps podía llegar sin problemas. Pamela trago en seco y se mordió el labio inferior cuando sintió que la luz roja estaba siendo demasiado larga. Juliana, a su lado, estaba demasiado silenciosa y no es que ella esperará que comenzará una conversación, cuando ella fue quien le dijo que no deberían volver a interactuar y aún asi la obligó a entrar a su auto. Pero hubiera sido muy fácil si así hubiera sido.

Pamela se atrevió a mirar a un lado, en el lugar donde se encontraba Juliana, quien miraba hacia el exterior de la ventana, no parecía ni un gramo de nerviosa de lo que Pamela se sentía, pero tampoco parecía cómoda con estar aquí. Sus ojos viajaron por todo el lado lateral que podía ver de su rostro, las largas pestañas que parpadeaban sobre sus ojos cafés, la nariz bien definida, el pómulo, su piel morena, barbilla... los labios.

Y repentinamente el familiar sonido molestó de las bocinas la despertaron de lo absorto que estaba siendo el rostro de Juliana para sus ojos. Cuando Juliana la volteó a ver porque el sonido la despertó de igual forma de los que fuera que estaba pensado, giro su atención al frente y noto que la luz del semáforo ya era verde. Se sonrojo, no pudo evitarlo, se sentía estúpida porque no sabía que estaba haciendo al estar viendo a Juliana de esta forma tan descarada. Y también porque había sido descubierta. Ya que si, por mucho que hace días que no la había tenido así de cerca eso no le daba ninguna excusa.

— ¿No vas a... — Juliana miro hacia atrás a los coches que pitaban molestos para que avanzaran y después regreso a Valentina. — ¡Valentina arranca!

— Si, si... lo siento. — y con eso siguió el camino en carretera, está vez sólo atenta al frente y sin volver a distraerse en la chica que estaba a su lado.

— Gracias por... el viaje, creo... — murmuró Juliana  cuando ya habían estacionado frente a la cafetería de Perlita. Miro el perfil de Valentina quien sólo asintió pero en ningún momento se giro a verla. Bien, no tenía nada que decir y aunque no se explicaba porque había sido tan insistente de hablar con ella anteriormente, ella no iba a insistir. Se desabrochó el cinturón de seguridad y salió del coche.

— ¡Maldita sea! — gruño Pamela apretando las manos sobre el volante cuando ya estuvo sola — ¿qué me pasa? — cerró los ojos fuertemente por unos largo tiempo y después soltó el volante. Cuando al fin decidió salir los abrió de nuevo para así alcanzar a Juliana.

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— Hola Juli, llegaste temprano — fue el saludo de Perlita cuando la chica llegó al mostrador. Juliana sólo sonrió y se metió en la puerta que estaba de costado, que era una pequeña área donde podía dejar su mochila y tomar el delantal de trabajo, el cual era como una clase de uniforme en donde podía guardar un lapicero y una libreta para anotar el pedido de los clientes. Cuando salió se encontró a su mamá hablando con perlita. Lupe sonrió al verla y se acercó para darle su acostumbrado beso en la mejilla.

— mija ¿cómo te fue en la escuela?

— bien. — respondió cortante pero con una sonrisa para convencer a su madre de que así había sido.

Lupe asintió — Llegaste más temprano.

— Es lo que yo le decía. — intervino Perlita.

— bueno, es que me trajeron. — dijo con simples esperando que con eso las dudas de ambas mujeres se disiparán.