Como un clavel.
¿Encendió su coraza
acaso el pergamino del olvido?
al laberinto de ninfas
o ésta sombra de un beso suyo
que toma cuerpo propio
dejando aquí, vacío el mío...
Ha desmayado el manto
que invade el fulgor
tomando paso la pupila del mar
que decora y navega el velero
de estos labios tuyos
de este cuerpo tuyo
de esta desnudez del alma
que sola y triste has abandonado;
He ahí, tu sombra ha desvanecido
justo ahora en la inocencia del presente...
Te has marchado
y se han machado el alma mía
al punto de dormir como un clavel
sin clavarme más en tu dolor...