Cuando un amor se marcha, se asimila tanto a la muerte... le lloramos, sufrimos, hasta el punto de pensar que haremos de nuestras vida sin ellos. Él sabía marchado de mi vida, sin embargo jamás hizo nada por volver y quedarse, o hacer las cosas bien. Decidió ir en busca de alguien igual de joven, y crear otro libro de páginas coquetas, hasta que lo entendí. Lo mejor no había sido que se marchara, sino lo que le sufrí y aprendí que ahora no lo amo más, no le extraño más, y de eso se trata la vida.
Fue otra espina en mi piel, que colgándose a mi vida como muchos desearon destruirme, con el fin de decirme "que eso era amor" ... egoísmo puro.
Quiero decir siempre llega algo mejor, y no me refiero a alguien, sino a Dios, y una vida en proceso de cura. Con una meta, ser feliz sola, sin un alma que quizá ahora pena, aunque hace mucho deje de sufrir; pena su conciencia, su alma y hasta su cuerpo, porque cuando le amaba el decidió tomar el camino fácil, de intentar destruirme.
