|siete|

1.7K 201 89
                                    

Ariana y Dinah estaban paradas frente a la figura enroscada de Camila, estaba hecha un bollo en su cama. No paraba de llorar, desde que la castaña había logrado localizarla y sacado de aquel lugar.

Ariana se sentía tan culpable por haber insistido tanto en ir, pero aún más cuando fue ella quien la dejó sola.

—Esa idiota me las va a pagar. Y-yo lo juro, Ariana.—Dinah mantenía sus manos en puños, conteniendo las ganas de salir corriendo en busca de la ojiverde y llenarla de puñetazos.—Lauren se enterara de lo que soy capaz ¡Se metió con mi hermana, joder!

Y no lo aguanto, sus lágrimas salieron con impotencia. Camila era como su hermana, ella siempre trató de protegerla de todo, y lo último que esperaba era confiar en una persona tan asquerosa como Lauren, para que esa misma la destruyera en todos los sentidos.

—Ey, Dinah. Tranquila, Camila es muy afortunada de tenerte. Y créeme, ella saldrá de esto.—El apoyo de Ariana era una de las cosas que la Polinesia más necesitaba en este momento.

—Gracias.—Susurró apenas audible y se lanzó a sus brazos, comenzando con su llanto nuevamente.

...

—¡No! C-camila n-no quiere. Ya n-no más.—Todo lo sucedido había afectado de manera tan fuerte a Camila, provocando que su discapacidad intelectual volviera a aumentar.

—Mila, escucha...—Pero era en vano tratar de calmarla.

—Y-ya no quiere ver a L-lo, Camila no siente las mariposas lindas, ahora s-son...son malas.

Camila Cabello padecía discapacidad intelectual, es entendido como una condición en la que las personas que la padecen tienen severas limitaciones y deficiencias en el funcionamiento intelectual, teniendo problemas en el razonamiento, la planificación, la resolución de problemas o el aprendizaje.

Si bien ella había estado mejorando gracias a Lauren, ese factor al revertirse causó que Camila se cerrará y volviara al inicio.

...

Ella caminaba de un extremo a otro, jugando con sus manos nerviosa. Todo esto se le estaba yendo de las manos.

El hombre se apoyó en el marco de la puerta y la miraba con un gesto divertido, soltando una risa al segundo, llamando la atención de Lauren.

—Si sigues caminando de esa forma lograras crear un agujero. —Él se acercó quedando a su altura, aferrandose a su cintura con posesión.

—Estoy nerviosa. —Susurró tratando de apartar esas manos gigantes absurdamente.

—No lo estés, bebé. —Contestó con cinismo. —Esa niña no vale la pena.

Lauren funció el ceño, apartandose abruptamente, lo miró incrédula.

—Camila es mi novia y la quiero...

—Escucha, princesa. —Volvió a tomarla en sus brazos, esta vez rosando sus labios en la piel de la mejilla de Lauren. —¿Te acuerdas nuestro trato?

Lauren tragó saliva con dificultad, estaba perfectamente consciente de ello.

—S-si. Todos los días recuerdo nuestro trato. —Él simplemente sonrió complacido.

—Okey, entonces no hagas nada estúpido, porque sabes muy bien que si algo no me gusta, te despides de tu "medicina".

➳ no exclusivas; camrenWhere stories live. Discover now