Epílogo

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Kate estaba sentada con un pincel en la boca y un linceo sin terminar.

Pensaba cual era el siguiente paso, por que ella no estaba segura si todas las ideas descabelladas de poner un morado en un paisaje color canela, beige y amarillentos podría servir para darle ese toque de perfección o sólo era una idea que tenía y luego el cuadro se iba al traste.

El pequeño Jake estaba justo a su lado, en la misma posición que su madre con un pequeño lienzo lleno de garabatos de todos los colores de acuarela que a Kate ya no le servían.

Los dos miraban el lienzo esperando la inspiración para saber que hacer. Madre e hijo haciendo exactamente lo mismo.

Al otro lado, en una de las habitaciones, el empresario Justin Bieber se estaba quitando el traje para darse una larga ducha. Estaba cansado de trabajar durante cinco horas al día pero su mente estaba completamente absorta a todo. Estaba nervioso. Muy nervioso.

Iba, venía, se dejaba algunas cosas para ir al baño, sacándose las prendas de ropa y dando vueltas de habitación a baño por que no estaba seguro que debería hacer.

En esa casa la indecisión era el tema del día. O todos se ponían de acuerdo y arriesgaban sin miedo o iban a seguir así por unas cuantas horas.

-Mami, ¿qué hago? - preguntó el pequeño Jake.

Katherine dejó el pincel que estaba en su boca en la mesita que tenía al lado y miró la obra que su hijo estaba haciendo.

Una explosión de colores y lineas en el lienzo. Y Jake con el pincel en la mano indeciso si de poner un negro a ese arco iris de colores.

Ella sonrió sabiendo que estaba haciendo bien su trabajo. Desde hacía seis meses.

Cuando Jake vio como Katherine pintaba y lo hacía con cuerpo y alma, él celoso quería hacerlo también. Y a ella que le ilusionaba ver como su hijo trataba de pintar como lo hacía ella.

Habían pasado seis meses de la muerte de su madre, seis meses del barullo que tenía de vida para encontrar la paz con ella y las dos personas que más quería.

Seis meses los cuales cambió, no solo dentro de esa casa, si no fuera.

Maya estaba esperado su primer hijo. Una niña de papá que iba ser con Scoot. Tendrían que ir a verlos cuando naciese esa preciosidad.

Jenna había decidido que hacer con aquella tensión sexual con Geo, los dos se mudaron a un pequeño apartamento para tener más tranquilidad y terminaron por empezar una relación.

Owen y Andrea seguían juntos y todo iba sobre ruedas.

Al irse Jenna y Geo del apartamento, pudo volver Allison - que pidió como unas mil veces perdón - y Ethan vivía allí.

No sólo había nuevas caras, como una novia escondida por parte de Trenton - al final nos dijo que su jefa y él estaban saliendo - y esta venía e iba del apartamento. Si no, una cara conocida y que después de una lucha de tres meses consiguió lo que quiso. Arina y Giuseppe estaban de nuevo juntos, con sus inseguridades y sus lucha eternas para enterrar el pasado. Pero les estaba yendo estupendamente.

Y para Katherine, todo iba sobre ruedas, como se dice. Su exposición en California tuvo tanto éxito que llegó a oídos de algunas de las mejores galerías de Nueva York y tenía previsto un viaje de dos semanas en vacaciones para exponer sus nuevas obras.

-Hazlo, Jakie J - le dijo ella con esa sonrisa de orgullo hacia el pequeñín.

El niño miró a su madre con una sonrisa. Y segundos después, sin miedo, el niño pintarrajeó el lienzo con la pintura negra.

Vuela Libre #2 (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora