Gotitas De Aguacero || Larry

CAP 1 || ¡¡Lou te acabaste la leche!!

 El torpe pero enojado Harry iba subiendo a toda velocidad las escaleras de su pequeñita casa afueras de la cuidad de Londres.

Él estaba muy enojado porque su tonto esposo se había acabado la leche, era la única caja y él se la acabo toda, ¡enterita!, y no le dejó nada a él.

Subiendo el último escalón, con pasos firmes cruzó en pasillo y de una abrió la puerta de la recamara que compartía con el tigre.

— ¡Louis William Tomlinson! —enfrento el rizado al ojiazul que se encontraba devorando una pierna de pollo, asustándolo al grado de atragantarse con la pieza de carne.

— ¿¡Qué!?.

Harry siendo tan dramático como siempre, abrió la boca indignado con Louis por no saber el porqué de su enojo.

— ¡Como que qué Louis! Tu sabes bien lo que hiciste... —Louis solo se le quedo viendo, recorriendo su cara con la mirada, tratando de descifrar que es lo que le pasaba a Harry y no, definitivamente no sabía.

Intentó probar.

— Si fue porque en medio de la noche rasguñé el sillón de tu abuela, no fue mi culpa ya sabes que mis inst-

— No —le cortó Harry, aun más furioso que antes, esa era la razón por la cual Louis no lo había dejado sentarse en el sillón de su difunta abuela— es sobre otra cosa pero lo del sillón no se queda aquí.

Está bien, Louis de verdad no sabía que era.

Harry ya desesperado y con hambre, le dio a Louis una mirada matadora y lo soltó.

— ¡Lou te acabaste la leche! — parecía un niño chiquito haciendo berrinche, tenía un puchero en sus labios y fruncidas las cejas.

El tigre solo atinó a sonreír con ternura y a levantarse de la cama para ir a darle un abrazo a su lindo y torpe venadito, quien se resistió un poco antes de fundirse en los fuertes brazos.

— Ay mi vida, mi corazón de melón, mi mundo y universo, —besaba su frente y coronilla a la par que le susurraba— yo nunca me acabaría la leche sin dejarte algo a ti.

— Pero no hay —su lindo seguía con ese lindo pucherito rosado.

Louis rio con todo y colmillos agarrando a su bebé de la mano para llevarlo a la cocina.

Bajaron las escaleras y se adentraron al lugar destinado, el castaño se encaró a Harry, agarrando a Harry de la cintura para subirlo a la isla de la cocina, viéndolo detenidamente, admirando sus pequitas de venado en su nariz, su preciosos cuernitos arriba de su cabeza y claro esos hermosos y cálidos ojos verdes como el bosque.

Harry, sonrojado por la intensa mirada de su marido, pero tranquilo porque Louis lo amaba y no era capaz de ver ni una imperfección en él, lo admiraba.

Veía sus hermosos ojos azules como el cielo, su sonrisa de la que se asomaban dos feroces colmillos de tigre, tenía que admitir que los amaba porque cuando hacían cositas el tigre lo mordía con estos en el cuello, también admiraba su respingada y bonita nariz que estaba un poco quemada por el sol por todos los días de trabajo en los que pasaba bajo los rayos del astro rey.

— Harry, mi amor, ¿Qué me das si encuentro una caja de leche?

Harry lo pensó un poco— ¿un besito? —ofreció, aleteando sus largas y rizadas pestañas.

El tigre tatareo un poco, aceptando al final.

Louis, bajo la atenta mirada del rizado, se dirigió al refrigerador parándose levemente de puntitas para alcanzar una bolsa de supermercado.

Con ella en mano se dirigió de nuevo con su bebé sacando finalmente una caja de leche deslactosada y poniéndola en las piernas de Harry. Sonriéndole en el proceso.

El venado, totalmente avergonzado bajó un poco la mirada, jugando con la tapa del envase y mirando sus uñas pintadas de turquesa— me puedes preparar un tazón de leche con mi cereal favorito por favorcito —le dijo alzando la mirada y sonriéndole con esos preciosos hoyuelos en esas llenitas mejillas.

A Louis le tembló un poco la sonrisa.

El sí se había acabado el cereal favorito de Harry, justo ayer.

— Harry...

Espero que este primer capitulo les haya gustado, es cortito como ya lo había mencionado.

Regálenme una estrellita si les gustó y comenten, me encantaría ver sus comentarios, también acepto sugerencias y opiniones constructivas.

Gracias, Azulka :)