Extra || ¿Qué pasa con Louis?

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Los ojos verdes de Harry miraban fijamente al castaño con su ahora hija de cuatro meses en brazos, pensando seriamente en que esos ojos grandes y verdes como los suyos que ahora le miraban, lo hacían con burla.

Eran solo suposiciones suyas, pero en serio, casi desde que desde que Amelia, la primeriza de la peculiar pareja, había llegado a sus vidas, el ojiazul no hacia otra cosa mas que estar pegado a la bebé, se sentía celoso. Muy celoso.

Pero no lo malentiendan, el amaba a su hija, daría la vida porque esa bolita de carne siempre estuviera bien. Es solo que... le estaba robando toda la atención de su esposo.

Se sentía muy solo.

Y es que, si Harry contara cuantas veces Louis lo ha besado o siquiera mimado, le sobrarían dedos de las manos.

Regresando en sí, observa nuevamente como su esposo se ha sentado en el sillón de la abuela a mimar los suaves rizos castaños de Amelia que ya se ha quedado dormida. Las suaves y tiernas orejitas que son mas parecidas a las de su papá castaño, sobresalen un poco de su cabello. Es una imagen muy tierna, y la ama de inmediato.

Se acerca lentamente a los dos y Louis enfoca sus ojos en él. Le sonríe con amor.

– Mi amor –le habla suavemente– no te vi.

Harry sonríe un poco, a esto se refiere. Siente que el castaño a veces se olvida de él. Sabe que esta exagerando pero en serio le gustaría pasar más tiempo con su esposo... o con su hija.

El de rizos también ha notado que Louis no lo deja estar el suficiente tiempo con Amelia, solo cuando le da pecho es cuando puede tenerla "plenamente" y es entre comillas porque el ojiazul, así como es un poco posesivo con Harry, también lo es con la bebé.

Pasa, que cuando Harry le da pecho a Amelia, el tigre lo único que hace es corregirlo y co-rre-gir-lo. Frases como: "Sostenla más arriba" o "Así la vas a ahogar" se repiten diario. Harry se esta cansando y en serio que entiende a su esposo. Son primerizos, es obvio que el miedo va a estar ahí en todo y no quieren que su bebé sufra por nada... pero el ojiazul se ha vuelto muy sobreprotector.

Muy.

– ¿Cómo está ella? –le pregunta, viendo a su hija dormir plenamente. La ama demasiado, aunque esta tenga un claro favoritismo con tu padre de ojos azules.

– Es tan hermosa, y saludable. –Louis se acomoda un poco en el sillón, bostezando en el proceso– No me canso de verla.

Harry nota que esta cansado, los pequeños círculos oscuros debajo de sus ojos se lo dicen, sabe que el castaño se duerme hasta tarde. La preocupación de la bebé y de Harry no lo dejaban descansar en paz, sus instintos saliendo a la luz y obligándolo a dormir menos para protegerlos, y en conjunto de las tardes llenas de trabajo. Lo están agobiando.

– Duerme un poco amor –sugiere el de rizos, acariciando las orejitas de su esposo y notando la pequeña sonrisa es sus labios– dame a Ame, la cuido, tu descansa.

Louis inmediatamente borró su sonrisa y se alejó del tacto del ojiverde.– N-no.

Okay, suficiente.

– ¿No confías en mí? –Harry se levantó del sillón, reclamándole con voz baja– Louis, ¡Yo también soy su padre!

– No, bebé, no es eso. ­–trató de calmarlo, levantándose igual del sillón y acomodando con delicadeza a la bebé en este, protegiéndola de caerse con un cojín.

Sabia que se estaba portando un poco injusto con su esposo al no darle tanto protagonismo en los primeros meses de vida de su hija, pero sus instintos lo habían estado sobrepasando. Y le costaba demasiado controlarse.

– Entonces dime qué es, ¿Por qué no me dejas pasar tiempo con mi hija? Ya ni siquiera me haces caso –el de rizos lloriqueó un poco, rompiendo el corazón del tigre en el proceso – Ya no me amas ¿Verdad?

Y Louis se quedó callado, pero no por dudar en responderle que lo amaba mas que su propia vida, sino que por fin captó el daño que les estaba haciendo al venado.

Lo había estado alejando de su hija e inclusive de él. Pero no lo malentiendan, en serio estaba protegiendo a su familia -o al menos eso creía. Recuerdos de Harry desmayándose y su bebé casi en el suelo lo invadieron. Pero también los ojitos de venado asustado y dolido que lo habían mirado hace unos momentos.

Volvió en sí y se dio cuenta que Harry ya no estaba en la sala, al igual que la bebé. Suspiró y frotó sus ojos con cansancio, se dirigió a la habitación principal y abrió la puerta encontrándola vacía. Se asustó un poco, por un momento imaginado a Harry huyendo de él con Amelia en brazos.

Olisqueo el aire, notando presentes el aroma del venado y su hija. Haciéndole saber que estaban ahí, seguramente en el baño.

Caminó a paso lento a su nuevo destino y trató de abrir la puerta, pero esta estaba cerrada con seguro.

– Bebé... abre por favor.

Silencio.

– Por favor, mi amor.

En el baño, el venadito con sus orejas bajas, abrazaba a su hijita con lagrimas en sus ojos. Se sentía tan mal en pensar que Louis ya no lo amaba. Su corazón le dolía y no quería abrirle.

– Sé que me porté como un tonto –recargó su frente en la puerta del baño– perdóname por favor.

<<Te amo demasiado, a ti y a nuestra hija. Harry, daría la vida por ustedes. Soy un idiota por pensar que actuando así los podía proteger y es que mi amor, cuando Amelia llegó a nuestras tu estabas tan preocupado en que ella estuviera bien, que no te alimentabas correctamente. Bebé, te enfermaste gravemente y casi nos dejas. Yo sufrí mucho por eso y creo que desde ahí, simplemente no pude no verte como algo tan frágil que se rompería con el mínimo contacto. Me disculpo, sé que estuvo mal porque a lo largo de nuestra vida juntos me has demostrado ser la persona mas fuerte del planeta.>>

Aun con la frente recargada de la puerta, espero unos segundos a que esta se abriera, pero no lo hacía. Derrotado, se paró correctamente y en el momento en el que iba a dar la vuelta, Harry abrió la puerta, dejando ver sus ojos rojos e hinchados por el llanto, con Amelia en sus brazos, viendo confundida la situación.

– Tonto... pensé que ya no me amabas y me querías quitar a Amelia.

Rápidamente rompió esa distancia que lo separaba de su familia y con sus brazos los rodeó. –No, no mi venadito, yo te amo y nunca, escúchame bien, nunca te abandonaría. Te adoro demasiado como para siquiera pensarlo.

Con una sonrisa, el venadito le dio muchos besos al castaño, intercambiando estos con su hija que solo soltaba pequeñas y tiernas risas de felicidad.

– Yo también te amo demasiado, pero es la ultima vez que haces este tipo de cosas, las cosas se hablan de frente y si te sentías de esa forma pudiste habérmelo dicho –pausó un poco– y sé que yo también hice mal en no decirte como me sentía.

Besándolo ahora él, Louis propuso que mejor hablaran en la mañana, ya que se había oscurecido y era mejor que descansaran. El día había estado muy pesado por las circunstancias pasadas.

Decidieron dormir a Amelia en la cama con ellos, para que sintiera más la conexión entre sus padres. Con su bebé en medio de los dos, se miraron a sus ojos, y sin necesidad de decirlo en voz alta, un Te Amo se formo en los labios de ambos, permitiéndoles así, caer en los brazos de Morfeo. Sintiéndose completos.

...

Holaa, hace mucho que no paso por aquí. Extrañaba escribir para esta historia y la verdad es que ahorita que apenas entre a vacaciones (aunque mañana entro a mi interperíodo) me llegó un poquito de inspiración. Sé que no es largo, yo casi nunca escribo cosas tan largas para no meterme en líos, pero hice este extra con todo mi amor y aunque no es tan cute como lo suele ser esta historia, quise que vieran a H&L en otras situaciones para que los conozcan un poquis más. Así que me despido, y tal vez mas adelante haga otro extra mas tierno y empalagoso idk :) 

Cualquier error me dice por fa, este extra fue una montaña rusa, lo borré como tres veces porque no me gustaba del todo, pero ya, equis jaja 

Byee.

Atte. Azulka

Gotitas De Aguacero || LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora