CAP 5 || El pequeño frijolito

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Louis no paraba de dar vueltas frente a la puerta del baño, y nadie lo culpaba, estaba muy nervioso.

Harry llevaba ya quince minutos encerrado en este y no daba señales de nada, así que con los nervios al pique dio unos suaves toquecitos a la puerta, esperando recibir respuesta por parte de su esposo.

— Bebé, ¿Todo bien? —su voz era suave.

Pasaron unos segundo en silencio hasta que se escuchó un pequeño clic. Harry había abierto la puerta y salía del baño con la mirada gacha y con un tono pálido en su piel. Sus rizos tapaban la mitad de su cara, impidiéndole a Louis ver su expresión.

Las esponjosas orejitas de Louis se irguieron en alerta, su Harry temía de algo.

— Bebé...

— Oh Louis —Harry soltó el primer sollozo y sus mejillas pronto estaban mojadas de lágrimas.

Se lanzó hacia Louis y este lo atrapo en sus brazos, desesperado por saber el resultado.

— Bebé, dime por favor que pasó, ¿Por qué lloras mi amor? El resultado dio...

— Positivo

El castaño abrió los ojos, incrédulo y sorprendido, separo a Harry de su abrazo y los observo fijamente. Tenía lagrimillas en sus ojos pero su expresión era de felicidad, estaba llorando de felicidad. Pronto Louis también se le uniría.

— ¿Q-qué...? Me, me estas diciendo que v-vamos a ser...

El venadito solo asintió rápidamente, llorando más y con una sonrisa que iba de oreja a oreja.

— Vamos a ser papás esposo mío.

Louis lo abrazó con todas sus fuerzas, claro, teniendo especial cuidado al vientre de Harry.

(...)

Desde que habían confirmado con el ginecólogo que Harry estaba embarazado Louis se había puesto sobreprotector con él, no lo dejaba realizar casi nada, ni siquiera ir a recoger las fresas y Harry ya se estaba hartando.

El castaño ya llevaba un mes así, a Harry apenas y se le notaba el vientre así que todavía podía hacer muchas cosas, estaba embarazado, no invalido.

Hubo un día en donde no soportó más la actitud de Louis y le gritó.

— ¡Louis, ya! ¡me tienes harto! Así que cállate y siéntate que aquí yo soy el único que va a hacer la comida, tu quemas hasta el agua.

Louis apenas asintió, un poco sorprendido por el regaño del venado.

Para el segundo y tercer mes las náuseas matutinas estaban a la orden del día, Harry se despertaba con ellas y salía disparado de la cama para correr al baño y desechar todo lo que tenía en su estómago, a los pocos segundos llegaba Louis con un vaso de agua que ya tenía preparado en el buró junto a la cama para darle a su bebé.

Le sobaba la espalda delicadamente y le apartaba algunos mechones de cabello.

Su vientre ya se notaba más y eso al castaño le fascinaba, se la pasaba besando y susurrándole palabras de amor a su pequeño frijolito, como él le decía.

También Harry se empezó a dar cuenta que su pecho le dolía y le daba picazón.

El venadito estaba sentado en la tina de baño con los ojos cerrados, disfrutando del agua tibia en su cuerpo y con el agradable olor a mango que esta desprendía.

Frunció un poco su entrecejo al sentir una pequeña punzada en su pecho, la punzada aumento y Harry se sobo un poco con su mano derecha pero abrió los ojos rápidamente y los posó en este, notando como sus pezones estaban rojos e hinchados e inclusive podía decir que tenía pechos, obviamente pequeños pero ahí estaban.

Gotitas De Aguacero || LarryWhere stories live. Discover now