CAPITULO 2

86 4 0
                                    

Era un nuevo día y un nuevo yo- reí ante mi comentario un tanto ridículo- Es mas no dormí en toda la noche, por lo ansioso que estoy, y me sentía con tanta energía, que pareciera que hubiera dormido días, meses y quizás años, pero de lo que estoy mas seguro, es que nadie quitara la sonrisa de mi rostro.
-Padre Liam, lo veo muy contento, eso me alegra-dijo la madre Teresa saludandome cortésmente-
-Gracias-contesto cortésmente-Es que estoy muy entusiasmado madre Teresa-dije sonriendo aun mas-
-Te comprendo hijo mío, y se que lo harás muy bien-dice regalándome una dulce mirada, seguido de eso me bendijo -
-Muchas gracias madre Teresa-bese su mano con delicadeza y seguido de eso me encamine a la iglesia- 


              {********}


Mi madre quiere que vaya a la iglesia a confesar todos mis pecados, para liberarme de todo mal, simplemente estoy nerviosa, pues nunca antes lo había echo y debo de admitirlo siento un tanto de temor, mis manos sudaban mas de lo normal y eso que ni siquiera todavía ponía un pie en la iglesia.
-Hija vamos-grito mi madre desde la planta baja-
-Ya voy-grite en modo de respuesta seguido de eso agarre mi bolso y baje rápidamente la escalera-
-Hija sabes bien lo que diras-dice mi madre mirándome de reojo-
-Pues creo que si-dije jugando nerviosamente con la correa de mi bolso-
-Como eso que supones-dijo mi madre frunciendo su ceño-
-Pues que quieres que te diga madre-dije un tanto molesta-Nunca he echo esto y ahora tienes el jodido interés de llevarme a la iglesia
-Pues de ahora en adelante te llevare mas seguido-dice esta dando punto final a nuestra conversación- 


{********} 


Estaba mega ansioso no paraba de jugar con mis manos sudorosas, y la gota de nervios corría por mi calva, puesto que he donado mi cabello, de un momento a otro siento que alguien entra a la iglesia-
-Buenos días padre-habla una señora como de la edad de mi madre, y a su lado se encuentra una hermosa muchacha de piel morena oscura, creó que tiene mi misma edad-
-Digame-dije sin quitarle la mirada a ella y a su hija que la miraba disimuladamente-
-Pues mi hija Romina viene a confesarse padre-dice ella de lo mas calmada veo a su hija que esta de lo mas nerviosa y no paraba de jugar con un mechón de su cabello-
-Tranquila hija no te haré nada-dije sonriendo vi como se asustó pues veo que estaba bien distraída-
-EH...si ya lo se- respondió ella cortésmente, y al fin pude fijarme bien en su rostro y sus facciones y su voz, creo que he encontrado a la chica de mis sueños oh simplemte los nervios me están jugando una mala pasada y hacen que alucine -
-Padre le ocurre algo-dice la madre de la joven mirando con cara de preocupación-
-EH tranquila no me ocurre nada-dije moviendo mi cara de un lado a otro-Vamos hija-mire a la muchacha y vi que no me quitaba la mirada, y observe que sus labios emitían un leve si, que hizo que retumbara en mi cabeza haciendo que mi corazón no parara de bombear con fuerza-
-Padre le ocurre algo-vi que ella estaba un tanto lejos, así que su voz resonó por toda la iglesia, en que momento avanzo, así que me apresure para llegar a su lado, y vi que ella no me quitaba la mirada, y sus labios no paraban de dibujar una sonrisa que me encantaba bastante-

El Cura PecadorWhere stories live. Discover now