CAPITULO 1

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-Tu me amas-pregunto esa hermosa chica; de ojos verdes acariciando mi rostro-
-Si-dije yo sin dudarlo-
-Entonces que esperas para dejarlo todo e irte conmigo-dijo ella juntando nuestras frentes; sintiendo nuestras respiraciones; tenia una hermosa vista de sus carnosos labios-
-No lo se; simplemente no lo se-la abrace con fuerza mientras aspiraba el aroma de su cabello-
-Tu sabes que no te puedo esperar tanto-dijo ella acomodando su cabeza en el hueco de mi cuello; una lagrima helada callo de mi mejilla-


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Dios santo desperté todo sudado; no he parado de tener ese sueño hace bastantes días; y siempre es la misma chica; siempre tenemos esa misma conversación; no se por que me haces esto señor; acaso me estas probando-dije dirigiendo mi mirada hacia el techo- Siento que esto es una gran tortura; y tal vez una gran prueba que debo aprender a superar; como todo en la vida. Así que no me seguí calentando mas la cabeza y fui al baño a darme una ducha bien fría; para despejarme; y que esas ideas locas se fueran de mi mente; para iniciar bien este día.


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Luego que termine; me dirigí hacia el templo; pues ahí se encontraba el cura mas antiguo; una vez que el jubilara entraría yo a suplantarlo; hasta que me haga tan viejo como él; me arrodille he hice esa típica crucesita que uno se hace; por el nombre de el padre de el hijo de el espíritu santo amén.
-Buenos días hijo-dijo aquel probre anciano saludandome cortezmente-
-Buenos días padre-dije respondiendo de igual manera que el lo hizo-
-Estas preparado-dijo dirigiendo su mirada hacia mi-
-Estoy ansioso; llevo esperando mucho tiempo-dije con mucha emoción sin dejar de sonreír-
-Pues rezemos hijo para que todo salga bien-me arrodille a su lado y comencé a rezarle a mi señor- 


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Ya es oficial; soy un cura; tanto tiempo esperando y al fin llego el día mi recompensa; me siento tan feliz y orgulloso de mí; solté una que otra lagrima de emoción en la ceremonia. También estaba mi madre grabando cada momento y cada paso que daba; la amo tanto ella me hace muy feliz junto a mi señor; no se que haría sin ella; pero aún así siento que la he decepcionado; pude notarlo al verla soltar una que otra lagrima; yo soy su único hijo y siempre ella espero que yo me casara y le diera nietos; pero la cosa no fue así y no será así; por eso me siento culpable pero feliz y estoy mas que ansioso para comenzar a ayudar a las personas.

El Cura PecadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora