Siempre

24. Dejar marca

Al momento de escuchar a Lan Zhan decir que aliviaría su celo su corazón se aceleró en una mezcla de emoción y miedo. Sin embargo esa idea se congeló al igual que su cuerpo al ser arrojado a una tina llena de agua helada.

¡Esa era su forma de bajar la fiebre!

A pesar de tener el corazón del alfa se llevó consigo una gran insatisfacción y posiblemente un resfriado más adelante. En parte el omega entendió su postura, alguien nacido dentro de un instituto tan recto, siempre regido por reglas, creciendo entre palabras de disciplina y altas expectativas hacia un alfa de sangre pura, romper cada enseñanza solo por él y sumando su propio control para no comerlo fue un gran mérito que Wuxian admiró.

—Segundo hermano Lan ¿Soy muy atractivo para que me sigas viendo? —Wei Ying soportó la sensación fría recorriendo su cuerpo, tampoco le prestó atención a su ligero temblar, en cierta parte fue agradable, especialmente en su zona baja— ¿Por qué no miras más cerca?

En su afán de molestarlo se filtró un pequeño indicio de seducción genuina, lo acompañó una acción perezosa al recargar  ambos brazos sobre el borde de la bañera y su mentón sobre ellos. —¿Te gusta lo que ves?

Personalmente el omega estuvo feliz con su visión del segundo jade de Lan, a palabras pasadas permaneció cerca para cerciorarse de verlo a salvo y sacarlo de su baño exprés cuando el tiempo se acabara pero, siendo Wei Ying ¿Lo creía tonto para a aceptar una excusa tan simple? Lan Wangji no era el tipo de persona acostumbrada a mentir y Wei Wuxian encontraba un gran entretenimiento molestando al alfa.

Con una sobrecarga de pensamientos HanGuang-jun no pudo evitar que las puntas de sus orejas se tornaran de un rojo cada vez más brillante.

—¡Ridiculo! —deslizando la cortina con fuerza puso fin a la imagen indecente del omega, después de ello solo vio su silueta.

—¿Por qué me evitas? ¿No dijiste que me diste tu corazón? Tu robaste el mio, es natural que con eso te lleves todo lo demás ¡Y yo también quiero todo de ti!

Después de esa declaración Wei Wuxian se sumergió por completo dentro de la bañera. Solo una pequeña parte de su fiebre fue tratada, un pequeño atisbo de seguridad brotó, feliz de poder manejar su propio cuerpo y no ser cegado por impulsos. Con lo demás seria necesario algunos supresores para calmarlo, pero poco era mejor que nada. Por otro lado, sus preocupaciones sobre Wen Ning fueron diluyéndose hasta quedar en un enorme hueco de culpa ¿Qué pudo haber hecho él de quedarse? En ese momento fue un omega inútil, sus actos le llevarían después a dar explicaciones a su hermana mayor, si ella decidía clavarle decenas de agujas en sus ojos aceptaría esa venganza...

De no soportar la repentina llegada de su celo habría sucumbido a el, de ser asi y con Wen Chao acechándole de manera repulsiva ¿Podria haberle rogado que lo tomara? La simple idea revolvió sus entrañas. Ese intento de alfa tendría poder sobre él toda su vida, lo demostró con su sola presencia pero incluso así sus límites ya estaban establecidos.

De llamarlo no acudiría a él.

Al ordenarle doblegarse lo ignoraría.

De provocar su celo jamás le pediría tocarlo.

Y la explicación fue sencilla; solo reaccionaria al llamado de Lan Wangji, solo a él lo escucharía, solo él tendría permiso de tomarlo. Entonces más allá de la fortaleza del omega en resistir ese celo fue la idea de guardarlo para alguien más. Con esa idea animándole cada vez más no se dio cuenta del tiempo que corrió sin ninguna interrupción, solo vio la silueta distorsionada de Lan Wangji arriba de él, sacando parte de su cuerpo de un tirón.

¿Cuanto tiempo había estado sumergido?

—¿En qué estabas pensando? —Con el desespero todavía en su voz se mezcló con la molestia, el alfa ni siquiera prestó atención a la desnudez de Wei Ying.

—En ti —Una respuesta automática tras una bocanada de aire, tan sincera que todo el enojo de Wangji se esfumó. Incapaz de seguir regañándolo lo sacó de la bañera con sumo cuidado hacia donde tocaba, ese tipo de consideraciones no pasaron desapercibidas por Wuxian y con total descaro se apegó más al alfa sin importarle empaparlo más.

Solo al momento de ser envuelto en una túnica blanca sus acciones se interrumpieron, tampoco Lan Wangji le dejó seguir, lo mantuvo quieto sobre la cama, secando su cabello, tan dedicado que finalmente el omega se rindió ante sus trucos.

—Lan Zhan, prestame tu mano —Con una toalla en la cabeza Wuxian escondió lo mejor que pudo las expresiones que pudieran delatarlo, HanGuang-jun inocentemente le concedió su petición y no pudo estar más arrepentido.

Externamente solo hubo un ligero cambio en su expresión, más sin embargo internamente Lan Wangji había dejado de funcionar correctamente al hacer corto circuito.

Las acciones del omega no pudieron considerarse excesivas, mucho menos descaradas sino mostraron intimidad, cada pequeño gesto lo acompañó cierta familiaridad, sin vergüenza ni prisa, sin algún tipo de temor. Wei Ying besó con devoción los nudillos del alfa, después la palma de su mano y la guió hacia su mejilla, el mismo gesto que realizó tiempo atrás. Esta ocasión Wangji descubrió el cambio de temperatura siendo ahora él quien le brindó calor a su compañero.

Y el tacto no terminó, actuando como guía Wuxian fue deslizando la mano contraria más allá de su mejilla, dejó que sus dedos rozaran el contorno de su mentón y siguieran bajando hacia el cuello, al llegar a su clavícula la tela de la túnica impidió continuar, soltando su mano finalmente fue el mismo HanGuang-jun quien continuó el recorrido por su cuenta hasta llegar a su vientre.

—Quiero darte muchos pequeños Lan pero no puedo, quiero que me marques pero no puedes hacerlo... ¿Estas totalmente seguro que quieres darme tu corazón? —Con su propio corazón lleno de dudas Wei Ying no pudo seguir conservando esa pregunta dentro de si. Pese a no querer devolver la peonía hubo mil razones más que le decían que debía hacerlo. El querer y el deber eran cosas distintas, mientras que su egoísmo respaldaba su Querer el hacer lo correcto permaneció detrás de Deber.

—Esta bien si no tenemos hijos —Lan Wangji no dijo nada más sobre ese hecho, aunque el omega ansiaba seguir escuchando el porqué no recibió nada más. En cambio el alfa se interesó repentinamente en la muñeca de Wei Wuxian la cual observó por largos segundos, incluso el propietario la vio preguntándose que estaba mal con ella.

Y no hubo nada extraño, lo sorpresivo llegó después al instante en que el alfa la mordió.

—¡Lan Zhan, duele! —¿Acaso no era Wei Ying el torpe impulsivo? ¿Cuando invirtieron papeles?—. ¡Está sangrando! HanGuang-jun, vas a...

« Dejar una marca »

Al saber que el hilo de los pensamientos del omega iban por buen camino Wangji ejerció más fuerza sobre la muñeca adversa, perforar su blanca piel le generó dos tipos de sensaciones brotando en su pecho y mezclándose entre si, al final el orgullo le ganó a la culpa.

Wei Wuxian dIjo que, no podría marcarlo pero no necesariamente debía hacerlo sobre su nuca para reclamarlo como suyo, aunque fuese de forma simbólica Wei Ying debió mostrar ese pequeño pero importante gesto de pertenecía.