Capitulo 15

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Capítulo 15

Paseamos por el Mall agarrados de la mano, me siento muy feliz y puedo ver su sonrisa también y cada que puede me roba un beso y yo ofendida se lo devuelvo.

---A  ver...  ¿qué le gusta a Sara? si me explicas, podríamos escoger mejor su regalo-- le digo convencida de que será así, solo he visto mi cuñada una vez.----¡Oh por Dios! Mi cuñada. Ahora tengo más lazos que me unen a Sebastián, jamás pensé en sentirme así.

--– Bueno a ella, le gusta la moda... le gusta correr... le gusta... no se, esas cosas que le gustan a las chicas –- dice rascándose la cabeza.

--- Esta bien, está bien y si le compramos ¿un collar? –- veo como se le ilumina el rostro y me da un beso.

--- Vez yo sabía que era buena idea traerte-- dice orgulloso por su decisión y yo solo puedo reírme.

Pasamos por varias joyerías pero nada se parecía a ella, no sé si me explico, cuando ves eso que te acuerda a esa persona sabes que será perfecto para ella.

--- ¿Y si mandamos hacer su nombre en plata con una hermosa cadena? –- pregunto a ver si la pego de nuevo.

--- Me parece fantástico.... Pero, oro será mejor-- me da un beso y nos dirigimos a otra joyería.

El habla con el dependiente mientras yo aprovechó para dar una mirada por las vitrinas, me fijo en un collar hermoso que tiene un lobo aullando colgado de la cadena. Es hermoso tengo tiempo que no veo al grandote, debería ir al bosque hacerle una visita.

----Te gusta --- susurra a mi oído y cierro los ojos por su cercanía, el coloca su rostro en mi hombro.

---Es hermoso, pero me hizo acordar de un amigo al cual le debo una visita-- digo mientras me volteo, el aprovecha para abrazarme y pegarme a su cuerpo.

--- ¿Qué te parece si tomamos un helado mientras terminan los acabados aquí? -- pregunta pícaro.

--- Me encantaría—sonrió, me encanta el helado.

Salimos de la tienda y vamos a una heladería aquí cerca, el pide por los dos, chocolate para mí y mantecado para él.

--- ¿Cómo sabes que me encanta el chocolate? –- le miro atenta a su respuesta.

---No lo sé, solo pensé que te gustaría, aunque me encanta es una palabra muy grande -- dice travieso.

---Bueno, yo Amo al chocolate-- chillo como una cría.

--- ¿Segura?-- pregunta con mirada traviesa.

--Si–- digo ahora no muy convencida, algo trama.

--– Pues a mí me encanta el mantecado—antes de poder reaccionar me embarra el helado en la cara y se hecha reír de mi cara de asombro.

---Ohh no, ohh no, no te atreviste, te vas arrepentir---- aprovecho su ataque de rosa y con toda la pena de mi corazón le embarro el mío por toda su cara, antes de que pueda reaccionar pegó la carrera.

El me mira sorprendido y divertido a la vez y se hecha a correr detrás de mí.

--– No hullas de mi cobarde-- grita.

--- No es cobardía, es instinto de supervivencia-- contra atacó sin parar de correr.

Volteo para ver por dónde viene, pero no lo encuentro. Paro de correr, me limpio el helado de la cara y lo busco con la mira pero no lo consigo. Hasta que unos brazos me agarran fuerte de la cintura y me hace gritar por la sorpresa.

--– Has sido una niña mala.--dice a mi oído y es inevitable no sentir miedo por esas simples palabras, cierro los ojos y respiro profundo.

El me voltea y tomo mi rostro en sus manos.

--– ¿Que pasa mi luna? era sólo un juego... Lo siento, no quise asustarte. Mírame–- suplica con desesperación.

---Lo.... Siento –- es todo lo que puedo articular.

---No pasa nada aquí estoy–- me abraza fuerte contra su pecho mientras acaricia mi cabello.

Cuándo logró calmar me, miro sus ojos miel, esos que me encantan y me quedo prendada de su mirada por lo que le beso.

El me responde al principio con ternura, pero luego el beso va alcanzando intensidad y tenemos que separar nos por la falta de algo llamado oxígeno.

---Luna, ¿qué te asusto?-- pregunta mientras caminamos a la tienda a retirar el collar para Sara.

--– No fue nada Sebastián, tranquilo, ya paso. Siento haberte preocupado.-- digo bajando la mirada, no podría decirle, como le explicaría.

--Está bien, pero recuerda que siempre estaré aquí para ti-- besa mi frente y le sonrió.

Retiramos el collar y me llevo a mi casa, le di un beso casto lo más rápido posible para luego entrar corriendo a la casa, el me miro extrañado, solo se río pero no dice nada de mi comportamiento.

¡Que Jhon no este! Es todo lo que podía desear y Dios escucho mis suplicas, al llegar a la cocina encuentro una nota.

Tengo parciales en la uni por lo que no estaré.

Procura Portarte bien pequeña, te quiere tu hermano.

--Jhon.

No sabía si gritar, saltar o hacer una fiesta, el maldito no estaría por una semana. Corrí como loca por la casa, puse música a todo volumen y cante hasta quedarme sin voz.

Quizás Dramatizo pero por fin poder dormir tranquila, pasar tiempo con Sebas sin problemas, sin dramas y más importante sin golpes.

Subo a mi habitación y ya qué estoy sola lleno la tina con agua caliente y sales aromáticas, espero que se llené y mientras voy a mi closed.

Saco un pantalón rosa a tubo y una blusa blanca, unas botas de cuero blanco y un collar con un corazón rosa enorme, dejo mi ropa encima de la cama y me meto en la tina un rato para que mi cuerpo se relaje, después de aquí iré al bosque a buscar al grandote.

Saga Lunar: CrecientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora