dos; two

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Bajó la impresión que tenía Camila de Lauren en aquellos momentos, la menor parecía estar actuando de forma demasiado extraña desde que le había dicho que era lesbiana; no estaba segura de cual sería la razón, pero ciertamente le dolía ver a su mejor amiga comportarse de una forma ciertamente cortante y alejada de ella. ¿Dónde estaba la Lauren que le sonreía y la abrazaba?

Aquella mañana Camila le había enviado un mensaje a la ojiverde preguntándole si iría a su casa aquél día. Normalmente, sería cuestión de minutos para que Lauren se apareciese en la casa de la morena, pero esta vez Camila estaba segura de que su mejor amiga estaba divagando entre la opción de rechazar o aceptar su propuesta. Era sencillo de deducir debido a la cantidad de tiempo que tardaba en acabar de escribir un mensaje que debía ser respondido de forma sencilla.

Así que no dudó en levantarse de su cómoda cama, colocarse el primer pantalón que encontró, bajar corriendo de forma estruendosa hacia la puerta y salir mientras se colocaba el calzado y corría a casa de Lauren. Bien, no importaba que la ojiverde no quisiera ir a su casa y se comportará extraño; jamás abandonaría a su amiga ni estaría un día sin arreglar las cosas. No tardó demasiado en llegar a la casa de la ojiverde, parandose a un par de metros de ésta; suspiró echando un vistazo al hogar que tanto visitó desde hacía ya más de cinco años, una pequeña flor crecía en una grieta del suelo, el sol pegaba directamente sobre la blanca pared exterior y la puerta de madera, que se abrió de golpe y de allí salió una Lauren acomodandose la chaqueta de cuero por un momento antes de que su vista se detuviese sobre la morena al igual que su paso.

-Camz, ¿que haces aquí? Estaba a punto de ir a tu casa y...- La ojiverde suspiró, observando cómo la morena se acercaba a grandes pasos hasta su posición.

Las manos de Lauren se levantaron frente a Camila, haciéndole una seña de que se mantuviera quieta en su lugar, Camila frenó el paso. Las manos de la ojiverde se entrelazaron entre ellas y acto seguido las apoyó sobre su propio pecho; de sus labios escapó aire mientras apretaba sus manos con algo de nervios. Sabía la razón por la que Camila estaba parada en la entrada de su casa y se sentía terriblemente culpable ante aquello; pero es que en el fondo sentía que no podían culparla de aquello, no teniendo en cuenta como se había criado.

-Lauren, te comportas extraño conmigo. Y se que es porque te dije que soy lesbiana-El rostro de la ojiverde se tornó más pálido de lo que era y su vista se tornó en dirección al suelo, atrapando su labio inferior entre sus dientes y presionandolo con algo de fuerza. El estómago de Camila se revolvió al verla de aquella forma, deseaba acercarse y abrazarla, estrecharla en sus brazos y decirle que no pasa nada; que entendía que fue criada de aquella forma.

Pero no podía. Debía permanecer firme y sería, debía decirle a Lauren como se sentía para dejar en claro que no quería que aquella amistad que habían forjado se acabará sólo porque ella era lesbiana. Sus labios se entreabrieron pero antes de que tuviese la oportunidad de formular algún sonido, Lauren levantó la vista y la fijo sobre la de la morena mientras su pecho se inflada al respirar profundamente y pronunciar:

-Camz-El aire retenido en sus pulmones escapó y miró de forma tranquila a la morena, levantando apenas una de las comisuras de sus labios formando una sonrisa ladeada.-, se que me estoy comportando extraño. Era cuestión de segundos que te dieras cuenta, pero no es porque seas lesbiana-Su lengua escapó de su boca y se dio paso para relamer su labio superior con suavidad, buscando la forma correcta de expresarse frente a su amiga.-Es decir, si tiene que ver que seas lesbiana. Pero es sólo que no quiero soltar ningún comentario que te hiera, y es difícil porque sabes que me criaron toda mi vida pensando que ser homosexual no es nada normal.

La sola forma en que Lauren dijo aquello provocó que Camila se quedará quieta y mirandola de forma atenta, su mejor amiga lo único que estaba intentando era protegerla de sus propios comentarios hirientes y ella pensando que la estaba intentando alejar como consecuencia de haberle confesado su orientación sexual.

-Así que perdóname si parece que intento alejarme de ti cuando lo único que intento es alejarte de mis comentarios dañinos.

Y en aquel preciso momento Camila mando al diablo la idea de no abrazarla, pues se abalanzó sobre la ojiverde y la envolvió en sus brazos con fuerza. Después de todo, Lauren sólo quería protegerla como siempre hizo. Como siempre hicieron, porque esa era una de las cosas más hermosas de la amistad de ambas: intentaban protegerse por sobre todas las cosas.

-Camzi, por favor entremos a casa. Aquí nos van a ver.

Pero Camila hizo caso omiso a las palabras de la ojiverde, apretando su agarre contra ella y ocultandose en su hombro. Soltó un pequeño suspiro que consiguió que la piel de la ojiverde se erizara y esta sucumbiera ante el abrazo, relajando sus hombros y dejando que la morena la abrazara con toda la fuerza que quisiera. Después de todo, Lauren sentía que era lo mínimo que podía hacer por ella, dejar que la abrace, porque sentía que la había hecho daño y jamás podría perdonarse aquello por más que lo intentará una y otra vez.

Lauren jamás sería capaz de perdonarse si le hacía daño a Camila.

Camila jamás sería capaz de perdonarse si le hacía daño a Lauren.

Al cabo de unos minutos la morena decidió que era buen momento de entrar a casa de la ojiverde y hablar del tema tranquilamente, necesitaban encontrar una forma de que Lauren no hiciera comentarios homofobicos. Y aunque fuera una tarea complicada, tenía que conseguir que alguna idea surgiera en su mente para poder hacerlo posible. Tomaron asiento sobre el sofá y sus miradas se mantuvieron firmes una sobre la otra durante un momento; debían decir algo pero realmente no encontraban las palabras para hacerlo.

-Lauren-Luego de un momento silencioso, la morena abrió la boca para comenzar a hablar.-,se me ocurre una idea.

La ojiverde pestañeó curiosa:-¿Cuál?

Camila no estaba para nada segura de lo que iba a hacer, pero luego de rebuscar en su mente durante aquel tiempo había encontrado la que, quizás, podría ser la solución y la forma de detener los comentarios homofobicos de Lauren. No tenía nada que perder, si a la ojiverde le parecía mal, simplemente debía decirle que no.

-Ah...Cada vez que digas algo homófobo, tendrás que darme un beso-Comentó Camila, la cara de Lauren pareció perder más color del que tenía, antes de balbucear algo que la morena no consiguió a entender.-Me refiero a, es como cuando mi madre te oye decir groserías y te obliga a dejar una moneda en el frasco; sólo que con esto no tocare tu bolsillo.

Pareció que por la mente de Lauren pasaron demasiados pensamientos en cuestión de unos segundos, su ceño se fruncio y Camila estuvo a punto de comentarle que si le parecía mal tan sólo debería decirle que no y estaría bien, pero se vio interrumpida por la respuesta clara de Lauren.

-Acepto.-La morena pestañeo, ¿Lauren había aceptado?-No es como si eso me volviese lesbiana, así que está bien. Pero sólo en privado, no pienso besarte en público y que piensen que soy como tú...-Masculló por lo bajo, sonrojandose notablemente.

-Lauren...-Llamó la atención de la ojiverde.-Eso fue un comentario homófobo.

Las mejillas de la ojiverde no podían sonrojarse más, sentía que su rostro explotaria. Acababa de aceptar un trato y ya había fallado sin que pasasen diez minutos.

-Está bien, ah...esto será complicado.-Susurró la ojiverde, lo último fue más para si misma que para Camila. Miró a la morena mientras fruncia sus labios y suspiró, cerrando los ojos.

Sólo quería que Camila la besara y acabar con eso de una buena vez por todas. Intento pensar en otra cosa, se le ocurrió que quizás no estaría tan mal si pensaba en su mejor amiga como si fuese un chico de los que le gustaban en el instituto; pero mientras divagaba en sus pensamientos, sintió los labios de la morena posarse sobre los suyos y allí ya no pudo pensar más. Sus labios se movieron al compás de los suaves de Camila y ya no era consciente de que estaba besando a su mejor amiga. La textura era totalmente diferente a la de todos los chicos que beso, los de Camila eran suaves gruesos y sabían exquisitamente. Sintió la mano de la morena en su cuello acariciando con su pulgar suavemente la zona tomada.

No fue demasiado tiempo, pero si el suficiente para que, al separarse, ambas tuviesen las mejillas sonrojadas. Pero, por alguna razón, Lauren no sintió que estuviera mal.

-Sigo siendo completamente heterosexual.-Aclaro la ojiverde evitando la mirada de Camila y escuchando a ésta reír; inconscientemente sonrió, le encantaba la risa de su amiga, no importaba la situación.

eso es homofobia; camrenWhere stories live. Discover now