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Era habitual que cada fin de semana Lauren invite a Camila a su hogar para ver una película juntas en el cómodo sofá negro que adornaba la sala de estar, y aquel sábado no sería la excepción.

Desde que Lauren y Camila se habían conocido, habían tomado ciertas costumbres y era imposible que alguien se las cambiará por más que insistiesen una y otra vez; si el fin de semana Camila iría a casa de Lauren, por más que le paguen una suma exagerada de dinero para que ocurriera lo contrario, ella iría de igual forma. Jamás se habían fallado.

Así fue como la mayor de ambas se posicionó justo en frente de la puerta de entrada a la casa de su mejor amiga, levantando la mano para presionar con su dedo índice el timbre y escuchar la melodía que tanto detestaba el par de amigas pero que a pesar de todo Lauren jamás había cambiado.

Camila alcanzó a oír unos murmullos tras la puerta antes de que esta fuese abierta y se encontrará con la radiante sonrisa de su mejor amiga, esos dientitos de conejo que tanto la caracterizaban.

-¡Camz!-Exclamó la dueña de la casa, tirándose a los brazos de la nombrada con notoria euforia en su cuerpo.

-¡Lern!-Respondió de la misma forma la más bajita de las dos, riéndose y palmeando la espalda de la joven que la abrazó.

No hacía falta que se saluden con el típico "hola"; habían desarrollado una relación tan cercana que los saludos y despedidas se habían vuelto algo inexistentes entre ellas dos. Tenían en claro que se volverían a ver o recibirían un mensaje de la otra al día siguiente.

Más de una vez las habían confundido preguntándoles si eran pareja por el cariñoso trato que se tenían de forma mutua, y Lauren siempre se había molestado cuando le hacían preguntas así exclamando un "¡No somos homosexuales, por Dios!" A la par de que Camila tomaba el puente de su nariz con sus dedos índice y pulgar y suspiraba de forma cansada; no era novedad que la mayor de las dos no soportaba comentarios así de parte de su amiga. Pero Camila sabía que ambas se habían criado de esa forma, y sólo le quedaba esperar a que la menor cambiará su forma de pensar acerca de la homosexualidad.

Las manos de la más alta se aferrarón a la camiseta de la más bajita antes de tirarla hacia dentro de la casa, se escuchaban las risas de ambas en aquel lugar y situación. La casa de Lauren no era ni muy grande, ni muy pequeña; pero Camila la conocía a la perfección de tantas veces que había estado allí, era el punto en el que podía considerarlo su segundo hogar. Tenía más que claro que si algún día necesitaba un refugio, alguien que le de una mano o un lugar donde quedarse cuando necesitará escapar de su casa, la casa de Lauren estaría abierta para ella. Así fue como al adentrarse en aquel lugar y conseguir separarse de su mejor amiga, fue que se tiró en el negro sofá dedicándole una sonrisa a la chica que tanto adoraba.

-Camz, busca alguna película en Netflix.-Lauren desapareció por la puerta de la cocina con la misión de preparar unas palomitas de maíz en el microondas y buscar algo para que ambas puedan beber.

Camila, recostada cómodamente en el sofá, se entretuvo buscando alguna película para ver con su mejor amiga aquella noche. Sus pupilas recorrían cada letra de cada una de las palabras que conformaban los títulos de diversas películas hasta que se frenaron en una particular que ocasionó que la mayor se acomodara en su lugar y su labio inferior fuese atrapado entre sus dientes, analizando la descripción de esta con suma atención.

-Freeheld.-Susurró, una película con temática homosexual. Le pareció buena idea en aquel momento, sabía que Lauren tenía conductas homofobas y quizás inducirla en ese mundo a través de las películas la ayudaría a aceptar que era algo sumamente normal y que no debería rechazar.

No lo dudó, así supiese que tendría que soportar los comentarios negativos de la menor, no era mala idea el hecho de ver aquella película con ella. Después de todo...

Después de todo, Camila era homosexual.

Y que su mejor amiga fuese homofobica llegaba a doler, pero era algo demasiado común considerando la sociedad en la que fueron criadas. Se acomodó en el sofá y colocó la película en cuanto la menor apareció con una botella de refresco, dos vasos y una cantidad bastante exagerada de palomitas en las manos; Camila sonrió al ver como a la menor le quedaba grande la camiseta que llevaba puesta y como el short que portaba dejaba ver sus piernas pálidas. Lauren era sencillamente adorable y demasiado linda, aún así estaba sin arreglar.

-Camzi, ¿ya escogiste la película?-La menor se dejó caer en el sofá luego de que todas las cosas quedarán apoyadas sobre la pequeña mesa que tenían delante, el cuerpo de Lauren se recostó junto al de Camila, observando la televisión que daba inicio a la película.

Bien; la película transcurrió sin problema. Lauren parecía no darse cuenta de que esta tenía trama homosexual hasta que las protagonistas se besaron; por el rabillo del ojo, Camila pudo notar como la menor arrugaba levemente la nariz y mordia su labio inferior demostrando de aquella forma el disgusto que sentía ante la imagen plasmada en su televisor.

-Ah, Camz...-Susurró, evitando mirar la pantalla, sus mejillas se habían coloreado de un leve tono carmesí por la vergüenza de aquella escena.

-Lern...ser lesbiana no está mal.-Suspiró la mayor de las dos, cansada en cuanto acabó la película. Había escuchado a la menor quejarse y taparse el rostro para no ver ciertas escenas donde ambas protagonistas se besaban, pero se había quedado callada.

-¡Camila! Tu sabes que yo no tengo nada en contra de las lesbianas, pero no me gusta verlas. Deberían hacerlo en privado...No es normal.

-Eso es homofobía-Soltó Camila, mirando a la menor.-,¿por qué los heterosexuales pueden besarse en la calle y los homosexuales no? Además...¿por qué no sería normal?

-¿Por qué los defiendes tanto, Camz?

La mayor de ambas comenzó a jugar nerviosamente con sus manos y apartó la mirada, ¿que sucedería si se lo decía? ¿Lauren la rechazaría, la alejaría, perdería a su mejor amiga por ser...lesbiana? Aquellas preguntas divagaban en la mente de la más bajita sin pausa, haciéndola sentir demasiado nerviosa y asustada. Eran sólo segundos, pero para Camila parecían horas en silencio bajó la atenta mirada de la menor.

-Lauren...los defiendo tanto porque yo, uh...-¿Estas segura, Camila? ¿Le vas a decir, eh? -Es porque yo soy lesbiana, Lauren.

Los labios de la ojiverde se separaron ante la sorpresa, dejando un rostro confundido que podía ser leído perfectamente. Camila sintió ganas de llorar, sabía que a Lauren no le agradaba la idea de que fuera lesbiana. Sus dedos se entrelazaban y apretaban entre si en notable nerviosismo, se cuestionaba una y otra vez por qué de la boca de la menor no salía alguna palabra aunque fuese un simple insulto que le provocara una herida que quizás nunca sería capaz de sanar.

-Camz...está bien. Eres mi mejor amiga, que seas así es...supongo que lo tengo que aceptar si no quiero perderte.-Lauren no estaba segura de lo que decía, lo único que quería era no herir a su mejor amiga ni tampoco perderla.

-Lauren. No es algo que tengas que aceptar, es algo normal que no debería importarte. Me duele que lo tomes como si fuera algún fetiche sexual extraño o una enfermedad.-Confeso la morena, dedicándole una triste mirada.

Aquella sola mirada provocó que algo en Lauren se removiera; ver a su mejor amiga con lágrimas en los ojos por culpa de su comentario la había puesto tensa, por primera vez pudo darse cuenta de una cosa; si Camila se sentía mal porque ella hacia comentarios, ¿qué sentirían los que eran como su Camz que eran insultados y golpeados por ser así? Sintiendo cómo un nudo comenzaba formarse en su garganta y su cuerpo comenzaba a temblar, respiró profundamente intentando permanecer calmada ante la culpa repentina que le invadía el cuerpo. Se lanzó sobre el cuerpo de Camila, rodeando la anatomía de la morena con sus brazos y apretandola contra ella, escondiendo pronto su rostro en la curva del cuello de la más bajita.

-Camz, perdóname yo...voy a cambiar. Lo prometo. Te quiero mucho, Camila.

eso es homofobia; camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora