Summer Lovin' | Español |

Capítulo 01.

Alan’s POV:

¿Qué clase de adolescente de 18 años pasa las vacaciones de verano con sus padres? Oh, cierto. Yo lo hago. No sé cómo pasó, pero al final yo quería ir a California y ellos también, así que lo más lógico era que fuéramos juntos. Debería de estar en Nevada de fiesta con mis amigos; después de todo nos acabábamos de graduar de la preparatoria. Se suponía que debía estar disfrutando de mi libertad, pero en su lugar me encontré arrastrando mi maleta dentro de la casa frente a la playa que mis padres habían alquilado por el próximo par de semanas.

Las tablas del suelo crujieron bajo mis pies cuando me encontré con la vista de un amplio salón. Mis padres no eran exactamente ricos, pero habían ahorrado suficiente dinero para que nos pudiéramos quedar aquí. Si iba a pasar el inicio del verano con mis padres entonces era más que seguro que lo iba a hacer con estilo. El lugar, aunque caro, tenía un estilo playero de alguna manera. Fotos del océano colgaban en las paredes junto con un surtido de conchas en los gabinetes. Las paredes estaban pintadas de un amarillo arenoso y la mayor parte del mobiliario era un color marrón claro.

“Alan, estás bloqueando el camino.” Dijo mi mamá. Eché un vistazo a la anciana rechoncha y me moví de su camino.

“Ya conoces el trato, yo voy a elegir habitación primero.” Le dije. Mi padre se paró detrás de ella rodándome los ojos. Esta fue una de las cosas que había negociado cuando estuvieron convenciéndome de venir en este viaje con ellos; que yo elegiría mi habitación.

“Sí, lo sabemos. Eres una diva, date prisa entonces.” Mi papá dijo. Ignoré su comentario. Recibo eso un montón no solo de su parte, sino de mis amigos también. Al parecer soy de alto mantenimiento y difícil de complacer, de ahí el apodo de diva.

“Bueno, bueno, ya voy.” Dije y caminé más dentro en la casa. Había visto las fotos del lugar en internet así que sabía exactamente qué habitación quería. Me dirigí directamente hacia una puerta corrediza pasando la sala de estar. La deslicé y vi la grande habitación que llamaría mía por el momento.

“La encontré.” Les avisé. Ellos se murmuraron algo entre sí, probablemente algo sobre mí siendo un mimado. Entré en la habitación, cerré la puerta detrás de mí y miré alrededor. Las paredes, igual que la sala de estar, eran de un color amarillo arenoso. La cama era enorme. Tenía sabanas azules y blancas que contrastaban muy bien con el marco de madera de la cama. Había otra puerta que sabía conducía a un baño, pero la razón por la que la había elegido estaba frente a mí. Dos grandes puertas corredizas de cristal que estaban cubiertas con cortinas blancas transparentes. Conducían a un balcón y no podía esperar a ver la impresionante vista de la playa.

Boté mi mochila junto a la puerta y rápidamente caminé a través de la habitación. Corrí las cortinas hacía un lado y deslicé la puerta corrediza. Me encontré con una suave ráfaga de viento. La vista ante mí me dejó asombrado. El sol se estaba poniendo, lo cual sólo mejoró la experiencia. La playa estaba cubierta con la más limpia y blanca arena. Unas pocas personas caminaban por ella, mayores y jóvenes parejas iban de la mano, además de niños jugando en la superficie poco profunda del agua.

El agua, wow. El sol de la tarde hizo que el océano azul brillara intensamente. Viendo hacia el horizonte vi hermosos tonos de naranja, rosa y morado. Respiré el aire salado profundamente. Vivía para ello. Habiendo sido criado en Nevada, no era muy seguido conseguir ir a la playa. Definitivamente iba a saborear el próximo par de semanas.

“Sí, sí, puedo ir a tomar un turno esta noche.” Una voz vino de cerca. Mirando en la dirección del sonido vi a un hombre de pie en el balcón de la casa de al lado. Sin camisa y mirando hacia el océano, el parecía un maldito Dios y yo me quedé ahí parado prácticamente babeando. No es muy a menudo que me coma con los ojos a un hombre, pero éste, simplemente, vaya. Era alto, realmente alto, y tenía cabello corto y café que estaba un poco despeinado. Su cuerpo era entonado y tenía un poco de músculo a pesar de ser delgado. Estaba cubierto de tatuajes pero el sol le había pegado lo suficiente para hacerlo lucir bronceado. Yo estaba literalmente en shock solo por mirarlo. Él era completamente caliente como el infierno.