Capitulo 11 - ¿Se conocen?

645 29 7
                                    

Que no me bese, que no me bese, que no me bese,  Dios mío que no me bese o no sé lo que pueda pasar...-eso es lo único que podía pensar estando Mason tan cerca, teniendo su respiración rosando mi boca, sintiendo su corazón latir tan rápido como el mío.

Estaba apunto de entrar en una crisis psicológica por esos segundos que parecieron horas hasta que sonó un –DIN DON- el timbre. Dios de los timbres prometo hacerte un altar pronto junto a mi armario por haberme salvado la vida...ALAVAD AL DIOS DE LOS TIMBRES..

Okay mucho drama —mm- aclaré mi garganta —voy a...abrir- dije apuntando la puerta y saliendo del agarre de Mason mas rápido de lo que pude.

— ¿Max? –pregunté sorprendida de ver a quien estaba detrás de la puerta. RETIRO LO DICHO, DIOS DE LOS TIMBRES OJALÁ TE QUITEN LA VIDA ETERNA.

—¿Lydia? ¿y tu qué haces aquí?

—Bueno pues, yo vivo aquí –dije como si fuera obvio

—Am..-pensó — ¿tu vives con mi hermano? –preguntó confundido— mierda- murmuró moviéndose incomodo y agarrándose el cabello —¿ustedes están saliendo?  pues claro que sí – se respondió solo.

—No, no –dije calmándolo —solo somos compañeros de departamento, pero no salimos, en serio-ya sé que no tenia porque darle explicaciones o algo, pero si tenía la necesidad de hacerlo, se veía tan confundido.

—No entiendo nada.

—¿Qué paso con la pizza miss pig...-vino Mason y se detuvo al ver a su hermano —¿Max?

—¿Vives con ella? –pregunto Max apuntándome.

—Sí –afirmó Mason —¿y tú por qué vienes?

—Venía a visitarte unos días, pero creo que tendré que buscar otro lugar...

—No-dije

—Sí –me interrumpió Mason, lo miré con el ceño fruncido— ¿Qué? –preguntó

—Max se puede quedar aquí

—Claro que no, no tiene donde dormir

—Claro que sí, dormirá contigo

—¿Conmigo? ¿Por qué conmigo?

—No puede hacerlo conmigo ¿o sí?-pregunté vacilando.

—No, absolutamente no- me miró serio –pasa Max- dijo sin ganas

—Gracias – dijo confundido.—y...¿ viven juntos eh?- preguntó sentándose en el sofá.

—Ya te dije que sí – respondió Mason sin ganas.

—Ninguno de los dos lo sabía, hasta que llegó de sorpresa y BUM nos enteramos – dije tratando de darle humor al momento.

Max fingió una sonrisa —oh que suerte

— Sí, tuve mucha suerte –sonrió Mason rodeando mis hombros con su brazo.

Lo miré con el ceño fruncido y quité su brazo —ajam

DIN DON- sonó de nuevo el timbre

—Esa si debe ser la pizza piggy ve por ella- dijo Mason con una sonrisa

—ja-ja- bromee —no tardo flori – dije sonriendo.

Caminé hacia la puerta y la abrí

—Me debes una pizza princesa

—¡Ethan! —lo vi y lo abracé como pude porque tenía la pizza en una mano.—pasa, adelante.

Caminos juntos hacia la sala y encontramos hablando muy serios a Max y Mason.

Simplemente confuso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora