Enamorada del Pocionista de ojos negros (De la Camara a las Reliquias)

Capítulo 40: La decisión de Remus

Los rayos de la luz de la mañana del día siguiente chocaron directamente contra el rostro de Diana ,ella intentó levantar su antebrazo izquierdo y lo logró pero le costó bastante al sentirse débil.Lentamente abrió los ojos sintiéndose algo desorientada en un primer momento al no reconocer en el lugar donde se encontraba pero luego sintió las suaves sábanas tocar su piel casi desnuda, llevaba un pijama de la enfermería. Con mucho esfuerzo apretando los dientes al sentir una punzada de dolor en su antebrazo izquierdo logró apoyarse contra el respaldo de la cama jadeando. Sus ojos verdes azulados se fueron a su antebrazo izquierdo que estaba vendado ,se toco en el vendaje y soltó un pequeño grito de dolor. 

-¡Diana! ¿Te encuentras bien? -pregunto una voz que ella reconocería en cualquier parte. Ella se giro a la derecha donde encontró en la camilla de al lado a Ron con una pierna escayolada, él le dirigió una sonrisa -¡ Me alegra ver que despertaste!- a su lado se encontraba Hermione durmiendo en un lado de su camilla, le acarició algo el cabello y ella sonrió en sueños. Diana olvido en ese momento su dolor al mirar esa muestra de afecto de su amigo Ronald a Hermione.

-Ron, ¿está mejor tu pierna? 

-Si, ya está mejor -menea los dedos del pie para que lo viera, ella suelta una pequeña risa. 

-¿Dónde está Harry?- la expresión de Ron cambio y con la mano a la camilla que había a su lado,Harry se encontraba bastante pálido como si hubiera estado en un lugar donde hacía mucho frío- ¿Qué le ha pasado?

-No lo sé, aún no se ha despertado desde que fue traído aquí -responde Ron preocupado 

En las camillas del fondo se encontraban Sirius Black en el mismo estado que Harry , y justo en la de su lado con las cortinas corridas Remus Lupin con nuevas cicatrices añadidas. 

Las puertas de la enfermería se abren y entran el director Dumbledore acompañado del Ministro Fudge y el profesor Snape, al verlo Diana sonrió ampliamente al ver que estaba bien. 

-Buenos días Diana - dice con una amplia sonrisa Dumbledore -Veo que ya te has despertado 

-Buenos días, director. Si ,ya me he despertado -le responde ella con otra sonrisa parecida.

-¡ Albus, lo que ha pasado es intolerable! - dijo con tono de indignación Fudge - El profesor debe ser expulsado 

Diana le miro con una expresión de extrañeza -¿Que ha pasado? 

Cornelius Fudge la mira con una cara como si pensara que ella era tonta -¿Es que no lo ves, joven? Mira tu antebrazo izquierdo-ella frunció el ceño

-¿Que pasa con él? - 

-Anoche fuiste mordida por el profesor Lupin en el antebrazo, ahora eres una mujer lobo por lo que me temo que tendrás que irte de Hogwarts.

-¿Queeeeee?- grito ella -Pero yo no quiero irme, además mi padrino jamás me mordería. 

-Fue un accidente ,señor Ministro y parte de la culpa de la señorita Grey por no escucharme de que no se acercará - le explica Snape con calma y dirigiendo cada cierto tiempo una mirada a la chica. 

-¡No importa cuales fuera las circunstancias, no puedo permitir que una mujer lobo ponga en peligro a los estudiantes de este colegio! - dice con frialdad Fudge

-¡Que yo recuerde quien decide en el colegio es el director Dumbledore -dice con calma y frialdad Severus - Y no usted

-Gracias Severus -le agradece Dumbledore - Él tiene razón , en el colegio soy yo quien decide y Diana se queda 

Fudge le miro con los ojos abiertos como platos-¿Estás loco? ¡ Tenemos a una licántropa que en cualquier descuido podría morder a un alumno!