Entre Mundos

Capitulo 6: Mundo Humano

Mundo Humano
Casa abandonada en las afueras de la ciudad.

Diane volvió a la misma habitación oscura y con un toque tétrico de la misma manera de la que salió, por el libro. Cansada de todo lo vivido y creyendo que todo era un sueño, decidió descansar en la gran cama que se encontraba en la habitación donde aquellos hombres la habían encerrado, poco a poco fue quedándose dormida mientras revivía lo sucedido en su mente.
Por la mañana despertó desorientada y mareada, los recuerdos del día anterior invadieron su mente como si fueran el flash de las cámaras de los paparazzi que siguen a sus celebridades favoritas. Sus ojos tardaron en acostumbrarse a la oscuridad de aquel horrible cuarto en el que se encontraba y cuando lo hicieron lo único que pudo notar fue el libro extraño que encontró la mañana del día de anterior, el mismo que provoco su pequeña aventura dentro de un mundo lleno de seres de cuentos de hadas, lo observo con detenimiento y noto que ahora no brillaba o vibraba, estaba inerte en una mesita de noche que se encontraba a un lado de la cama, la curiosidad la orillo a abrir el libro para conocer su contenido, imagina que tenía hechizos o pociones mágicas como los que describían sus novelas favoritas de ciencia ficción, pero lo único que pudo notar es que cada una de sus páginas estaba escrita en otro idioma, tenía símbolos extraños y confusos como los que uno se encuentra en runas egipcias o mayas, también tenía algunos dibujos, pero por mucho que trato de leerlo no pudo entender lo que decía ese libro.

Mundo Mitológico.
Torre de las Hadas.

Después de que su tía regreso a Diane al mundo al que pertenecía, Aitana se pasó toda la tarde de ese día preguntándole a Edrielle porque se comportó muy extraño cuando vio a la joven junto a ella, era verdad que cuando la vio sintió que veía su propio reflejo, pero una vez leyó en un que a veces encuentras personas que son muy parecidas a ti en otras partes del mundo o incluso de otros mundos o universos, aún así eso no explicaba porque en el momento en que la vio palideció como si hubiera visto a un dragón y sin pensarlo dos veces la envió directo a su mundo, el hada Edrielle no era así ni las otras hadas, normalmente celebraban el conocer a alguien nuevo y les gustaba saber acerca de ellos. Al anochecer llegaron sus otras tías y les pregunto porque su querida tía Edrielle se había comportado así con su nueva amiga, ellas que ya habían hablado sobre el asunto con la otra hada se pusieron nerviosas, prefirieron cambiar el tema y preguntarle si había estudiado, hecho sus deberes y atender la posada como era debido, al ver que Aitana seguía insistiendo con saber porque Edrielle actuó así decidieron que lo hablarían otro día y que mejor se fuera a descansar.

A la mañana siguiente mientras buscaba sus libros de estudió Aitana recordó el viejo libro que había encontrado con su amigo, este se encontraba inerte entre sus demás libros, estaba por tomarlo para estudiarlo antes de iniciar con sus labores, pero justo antes de que intentara tocarlo el libro resplandeció y vibrar como si tuviera vida propia, al tomarlo del lugar en el que se encontraba, sin esperarlo se abrió a mitad de sus páginas y la arrastro al fondo de ellas, intento escapar, murmuraba hechizos y encantamientos, pero fue en vano, ninguna estaba sirviendo, el libro la había transportado ya a otro lugar en el que se podía observar un cuarto en completa oscuridad que era demasiado frío comparado con el clima cálido de su hogar.

Mundo Humano.
Casa Abandonada.

- ¿Quién anda ahí? -preguntó Diane al ver que una luz demasiado brillosa salía de la habitación continua.
-¡¡Diane!! ¿Eres tú? -escuchó decir a una voz conocida, pero no creía posible que ella se encontrara allí, ¿Cómo había llegado?, ¿La ayudaran las hadas a venir?, ¿Por qué estaba aquí? Diane tenía muchas dudas en su mente.
- ¿Aitana? -pregunto dudando de sí misma, probablemente solo era su imaginación la que jugaba una broma.

-Si, soy yo y no sé dónde estoy, crees que puedas venir a ayudarme.
-Claro, espera que en un minuto estoy contigo. -Diane se acercó a la puerta rezando que esta se encontrara abierta, por fortuna así era, cuidadosamente la abrió y salió del cuarto en el cual se encontraba, camino a tientas por el pasillo guiándose de la voz de su amiga hasta llegar a la habitación donde se hallaba, por alguna extraño razón toda la planta alta se encontraba el total oscuridad, Diane se preguntaba cuál sería la razón para que este suceso pasara.
-Oh! Gracias por ayudarme -dijo aliviada Aitana al ver la silueta de Diane -me puedes decir ¿Dónde estoy?
-En el mismo lugar que yo, una casa abandona, lúgubre y aterradora que se encuentra dentro del mundo humano, aunque me gustaría saber ¿Cómo llegaste aquí? -dijo cambiando de tema, esperando ansiosa la respuesta de su amiga que podría ser la clave para salir de ese lugar.
-Lo último que recuerdo fue haber visto un libro antiguo que tome ayer para leer, pero de repente vibro, se abrió y me jalo a su interior, cuando me di cuenta aparecí aquí -dijo Aitana recordando todo lo que había pasado anteriormente.
-Así es como yo llegué a tu mundo, un libro que nunca antes había visto hizo lo que tu estas describiendo.
-Interesante -dijo mientras pensaba y analizaba lo que su amiga le decía -el libro que encontré en la mañana de ayer tenía como título el nombre de un dios romano, pero no lo pude leer debido a que se encuentra escrito en un dialecto que no conozco.
-Extraño, aunque el libro que yo me encontré estoy segura que es de un alienígena, mi teoría es que ellos usan los libros para transportarse a diferentes universos y por eso me mando a tu mundo.
- ¿Alienígena? ¿Qué es eso? -pregunto Aitana desconociendo al ser que se refería su amiga.
-Un ser de otro mundo, son de aspecto horrible, con enormes ojos negros y de colores apagados.
A Aitana esto la asustó, parecía que estaba describiendo a los seres despiadados que habitaban por la noche en su mundo, los cuales solo conocía por las historias que contaban los viajeros al pasar la noche en la torre donde vivía.