Capitulo 5: Seres Mitologicos

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Mundo Mitológico

Al salir Diane de la torre se encontró con un hermoso bosque, algo que en su mundo jamás había visto.
-Ven Diane, te llevare al río Nayden donde habitan las sirenas.
- ¿Conoceré a una sirena real?
-Si, son seres muy amigables y juguetones, pero cuidado con hacerlas enojar.
- ¿Por qué?
-Por qué trataran de ahogarte, llevándote a la parte más profunda del río o te adentraran al mar.
- ¿De verdad? Espero no hacerlas enojar.

Las jóvenes se adentraron al bosque y llegaron a un río muy bello de agua clara y cristalina donde se reflejaba el color del cielo, al fondo del río se podía observar un mundo completamente diferente a lo que había visto. Se podía observar grandes construcciones de un verde oscuro, las cuales se veían vacías, no parecía que existiera algún ser como decía Aitana. Diane seguía observando el ría cautivada por la belleza del mismo, hasta que vio que en el fondo algo se movía y se dirigía hacia ellas.

-Hola Aitana, ¿Qué te trae por aquí? ¿Meiga necesita de nuevo frutas marinas? -dijo la bella sirena que se acercó a ellas.
-No Merli, por ahora tenemos suficientes frutas.
-Vaya, no sabía que en el interior de los ríos crecieran frutas.
-No, aquí solo hay flores acuáticas, las frutas crecen en donde el mar y el río se juntan, Maureen es la que nos trae seguido las frutas de esa zona.
-Oh! Eso es impresionante.
-Aitana ¿Quién es ella? -pregunto desconfiada Merli al ver a una desconocida a lado de su amiga.
-Se llama Diane, pero no es de aquí, creo que viene del mundo de los humanos.
- ¿Humanos? Ellos son los peores seres que existen, por algo fueron desterrados a las afueras de aquí -dijo Merli con odio.
- ¿Por qué hablan de ellos así? -pregunto confundida Diane -Los humanos no son tan desagradables como lo hacen sonar.
-Yo te diré por qué. Hace miles de años los humanos y nosotros las sirenas vivíamos en armonía, nuestros mundos se juntaban como el río y el mar -mientras lo decía, en el agua se formaban figuras que ayudaban a narrar la historia- Todos éramos felices y nos ayudábamos los unos a los otros, las cosas cambiaron cuando varios reyes codiciosos y con ambición de poder buscaban una forma de robar nuestra magia, así que los gobernantes de cada reino mitológico como las hadas, los enanos, los elfos y las sirenas unieron sus fuerzas y derrotaron a las tropas de los reyes humanos en ese momento nuestros reyes les borraron los recuerdos sobre nosotros y les cerraron el paso hacía nuestro mundo, solo los niños y adultos de buena voluntad pueden encontrar la puerta que los conduce hasta aquí.
- Así era, hasta que por alguna razón un barco lleno de piratas llego y trato de adueñarse de nuestros pueblos, solo porque pensaban que eran superiores a nosotros.
-Si Aitana, lo sé pero recuerda que los reyes los desterraron a las afueras de aquí, un lugar frío y oscuro.
-Pero hace un momento entraron dos hombres a la torre.
-Si Diane, pero ellos llegaron aquí de jóvenes sin ninguna maldad y tienen permitido pasear por todo el mundo y desconocen aquel lugar en donde habitan los humanos.
-Entiendo, crees que ya haya llegado alguna de tus tías.
-Es verdad, si no me ven en casa obtendré un regaño por abandonar a los huéspedes, hasta pronto Merli debo correr.
-Hasta pronto Aitana.

- ¿Por qué tienen muchos huéspedes? ¿Es un hotel?
-No sé qué sea un hotel y tampoco tenemos muchos huéspedes, es solo que mis tías dejan descansar a conocidos y amigos que pasan por aquí.
-Oh! Ya entiendo.
-Si y ¿Qué es un hotel?
-Es un lugar en el que la gente paga por descansar y comer algunos días.
-Ya entiendo. En los pueblos hay lugares así, pero tienen otro nombre. Lástima que se me ha olvidado-dijo Aitana sonriendo.
-Oh! No pasa nada.
- ¡Aitana! ¿Dónde has estado jovencita?, cuando llegue había cinco seres buscando hospedaje y nadie que los atendiera.
-Lo siento tía Edrielle, es solo que fui a dar una vuelta para enseñarle a mi nueva amiga el lugar.
-Sabes que no puedes salir, si no estoy yo o alguna de las otras hadas.
-Si tía, perdón, no lo volveré a hacer.
-¿Y quién es esa amiga a la que llevaste a conocer el lugar?
-Ah! Mi nombre es Diane, es mmm... Un placer conocerla hada Edrielle -Edrielle la miro con asombro, no podía creer que aquella joven hubiera llegado ahí, ni como lo hizo, pero sabía muy bien que si ella se encontraba ahí sería peligroso para todas.
- ¿Cómo es que llegaste aquí? -Pregunto alterada -Es peligroso que ustedes dos estén juntas -dijo murmurando para si misma -Tengo que regresarte inmediatamente a tu mundo, vamos jovencita, no las deben ver juntas. - mientras lo decía, llevaba a Diane de aquí para allá buscando y recordando algún hechizo o poción que la regresara al lugar del que había venido.
-Tía, ¿De qué hablas? ¿Por qué es peligroso que nos vean juntas? -Aitana estaba confundida, nunca había visto a su tía comportarse así
-Ya está, párate aquí querida y en un segundo regresaras a tu mundo.
-Disculpe, aun no quiero irme, ¿Será posible que pueda ver un poco más del lugar?
-Tonterías, ya es tarde y no puedes estar aquí. -Edrielle pronuncio un hechizo con ayuda de su varita y en un instante Diane se esfumo.

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