Capítulo 8: Corre bebé, corre.

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"Seguiré tirando piedras a tu ventana, porque no hay vuelta atrás para nosotros esta noche. Amárrate los zapatos, así es como lo hacemos, corre bebé corre, nunca mires hacía atrás. Porque tratarán de separarnos si les das una oportunidad. No vendas tu corazón, no digas que esto no estaba destinado a pasar, corre bebé corre, siempre seremos tú y yo. Te estaré esperando, deseando, aguardando para tomar lo tuyo, sólo escabúllete, y no le digas a nadie adiós, esta es la cuenta regresiva, 3...2...1, ahora cae en mis brazos." Check yes Juliet / We the kings.

Harry echó a correr con velocidad lejos de la casa de aquella castaña. Sabía que Louis lo venía persiguiendo, pues oía claramente sus llamados pero hacía oídos sordos a ellos. No debería haber cruzado la calle de la manera en que lo hizo, su tía lo regañaría mucho si se enterará de que había cruzado la calle corriendo y sin mirar hacía ambos lados, pero no podía detenerse, no quería que Louis lo alcanzara, sólo quería estar solo. Pero para su mala suerte, sus pequeños y torpes pies tropezaron entre ellos, haciendo que cayera de barriga justo cuando ya se encontraba en la entrada de su casa. Lloriqueó mientras en su interior se lanzaba una serie de insultos como "bobo, torpe, inútil". Louis pudo finalmente alcanzarlo, observó al pequeño rizado tirado en el suelo, aún llevaba el vestido destrozado y su rostro reflejaba tristeza pura. Las pequeñas mejillas de Harry estaban rojas y llenas de lágrimas, un pequeño nudo comenzó a formarse en el estómago de Louis. No le agradaba ver de esa manera al menor.

-Ven Hazz, levántate....-

Louis intentó tomar la pequeña mano del rizado pero este la apartó con velocidad impidiéndoselo.

-¡Vete, no quiero verte! ¡No necesito tu ayuda, déjame solo!-

El castaño rodó sus ojos con molestia. No le agradaba en absoluto cuando el menor hacía sus pequeños berrinches, y aunque los primero días de conocerse los dejaba pasar y hasta los tomaba con humor, luego de un tiempo eran frustrantes y sacaban lo peor de él.

-¡Ya no llores!-

Bramó con exasperación mientras tomaba del brazo de Harry y lo levantaba con algo de aspereza del suelo. Harry lo observó con mirada temerosa y detuvo su llanto por completo. Louis esbozó una pequeña sonrisa y se acercó al menor para limpiar los restos de tierra que habían quedado en el destrozado vestido de brillos.

-¿Tú lo rompiste Harry?-

Harry hipó y negó variadas veces. Louis observó sus orbes verdes detenidamente, buscando algo de falsedad en ellos, pero fue imposible encontrarla, los grandes ojos verdes reflejaban sinceridad e inocencia pura, y estaba seguro de que Harry no sería capaz de hacer algo tan vil.

-Te creo. - Harry sonrió ante esas simples palabras, y por un momento se sintió mal por haber pensando que el castaño le creería a Eleanor y no a él.

-Cámbiate ese horrible vestido, yo iré a mi casa a buscar algo de dulces y nos vemos en tu cuarto ¿De acuerdo? -El menor asintió con efusividad y con una ancha sonrisa abarcando su jovial rostro. -Entonces ve ¡Apúrate! ¡Y deja la ventana abierta así puedo entrar!-

Harry asintió repetidas veces mientras se apresuraba a entrar a su casa con rapidez, casi volviendo a tropezar, lo que generó una estruendosa risa por parte de Louis.

(...)

El ojiazul buscaba por la alacena los dulces que sabía que estaban por ahí, escondidos en alguna parte. Su madre se los ocultaba porque según ella "Los dulces provocaban caries y si ingería muchos de ellos podría llegar a engordar", y a Louis realmente eso no le importaba, pero para su madre parecía ser el peor de los hechos. Se subió a una silla y comenzó a mover objetos en busca de las sabrosas golosinas, hasta que uno de sus codos rozó sin querer un adorno de porcelana, logrando que cayera al suelo y se partiera por completo. El estruendo resonó en toda la casa, y Louis sabía que su madre ya lo había oído y en ese momento seguramente ya estaría bajando por las escaleras. Así que rebuscó con más premura por los ansiados dulces y en cuanto los encontró, salió a la velocidad de un rayo hacía su patio trasero. Se detuvo en seco al ver que allí, tomando té junto a la madre de Eleanor, estaba su madre. ¿Qué rayos hacía allí? ¡Nunca le había gustado estar en espacios verdes y ahora tomaba té en su patio trasero junto a la madre de la detestable castaña! Louis ocultó los dulces dentro de su buzo, y se acercó a ambas mujeres.

As happened to Cinderella {Larry Stylinson} TERMINADA.Where stories live. Discover now