Capítulo 20. Otra vez.

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Zachariah

¿La verdad? No sabía que estaba haciendo. ¿Perseguir de incógnito a las personas? ¿Qué tan bajo pude haber caído? Supongo que lo suficiente para recuperar a la persona que amo y con la cuál me equivoqué tanto.

Desde que había visto a Lia con su nuevo cambio me había vuelto loco. Parecía una persona completamente diferente. Y su nuevo cambio la hacía demasiado sexy... El simple hecho de pensar que otro chico la podría estar acortejando me volvía loco. Aunque eso no venía al caso ahora. Lo que venía al caso era el temor profundo que sentía de que aquella chica dulce que tanto amé -y amo- se haya endurecido y se haya ido para siempre...

Me había vuelto un loco.

Había dejado mi puesto de trabajo en la empresa, sólo momentáneamente, iba de vez en cuando para mantener mi regularidad como dueño pero ya no me encargaba de todo. Digamos que había delegado mis obligaciones. Necesitaba tiempo para mi familia y por otro lado... Mi atención estaba en algo más, alguien más.

Sí, la acechaba.

Y es que otra palabra no hay. La seguía y veía de lejos. Como era ella ahora, su nuevo trabajo, su nueva apariencia, todo eso. Estaba tratando de ver, de poder ver sus ojos y saber que ella aún estaba allí y yo no la había destruído por completo. Y la verdad es que no me avergonzaba de ello, de "perseguirla", porque simplemente yo... estaba buscando una forma... Una forma de recuperarla. Buscando la mejor manera de ponerme en ridículo, dejar mi orgullo y ponerme de rodillas si fuera necesario, cualquier cosa. Porque la quería de nuevo en mi vida y rezaba todos los días para recuperarla. Aunque sabía que esto no sería fácil.

Era martes por la noche y estaba esperando que Lia saliera de su nuevo trabajo cuando me crucé a Ray en la calle y me preguntó por qué no estaba yendo a los ensayos de la banda. Le contesté vagamente y seguí mirando por si Lia salía, quería que llegara a salvo a su casa, sabía que se iba sola en estos horarios y caminando. Me preocupaba, eso era peligroso. Entonces salió, Ray siguió mi mirada y se abalanzó hacia ella. Tuve que contener todas mis intenciones de ir y frenar a Ray. ¿Qué demonios estaba haciendo? ¿Qué le diría? ¿Se dio cuenta que la sigo? ¿Le dirá que me he vuelto un loco psicópata?

Luego de una breve charla con ella, Ray se despidió y Lia siguió su camino. Conmigo detrás suyo, pero ella no lo sabía, podría haberme recibido de un investigador secreto.

Una vez que la vi a salvo en su casa revisé mi celular. Tenía un mensaje de Ray.

Le dije que la extrañamos por el bar y que este viernes esta la guerra de bandas, así que... la invité. Dijo que si. ¿Ahora vas a venir a ensayar? ;)

Oh. Ray era una maldita genio.

Tenía que ser mi oportunidad.

...

Pasé el resto de los días eligiendo la canción correcta que expresara mis sentimientos. Quería tocar un solo, y cuando lo comente en la banda me miraron extrañados ya que yo nunca quería cantar pero dijeron que me ayudarían. Entendían mi situación cuando la expliqué aunque recibí algunos puñetazos de parte de Ray... Lo entendió. Quería pedirle perdón y todo comenzaría con una canción.

Por momentos me parecía cursi e idiota pero la música para mí es expresar los sentimientos con sonidos y melodía, así que creo que esta puede ser la forma correcta... de empezar.

Cuando llegó el viernes no podía más de los nervios. Lia había dicho que vendría y ella siempre cumplía lo que decía. Pero tenía el temor de cantar esta canción y que ella no estuviera allí para escucharla. Así que cuando Ray me presentó en el escenario y salí, no miré al público. Si la buscaba y no estaba, sabía que no podría cantar. Así que me concentré en mi guitarra y le di la señal a la banda para que me acompañara.

Entonces, comencé a tocar.

Cuando las primeras estrofas salieron de mi voz, ronca, por el sentir de la letra me animé a levantar la vista al público y como si fuera obra del destino mis ojos se posaron en ese cabello negro y azul, cuando su bello rostro giraba hacia mí. Nuestros ojos se conectaron, y pensé que no podría continuar cantando pero necesitaba que escuchara esto de mí.

[...]Siento haberte lastimado
Es algo con lo que tendré que vivir siempre
Y todo el dolor por el que te hice pasar
Desearía poder quitártelo
Y ser el que seca todas tus lágrimas
Es por eso que necesito que escuches

He encontrado la razón para mí
Cambiar lo que siempre he sido
Una razón por la cual empezar de nuevo
Y la razón eres tú.

Con esa última estrofa cerré los ojos y una lágrima brotó de mí. Abrí los ojos listo para seguir porque la canción aún no había terminado pero ella ya no estaba allí. Y no pude, simplemente no pude seguir. Me quité la guitarra y baje del escenario de un salto.

Corrí hacia donde había estado. No había nadie más que un taburete vacío.

-¡¿Sabes a donde se fue?!- le grité al chico que preparaba los tragos detrás de la barra.

Señaló la salida y por más que haya corrido como pude entre toda la multitud de gente cuando salí, no había nadie.

Había llegado tarde.

Otra vez.

...

Lia

No iba a quedarme llorando toda la noche. Ya había llorado suficiente. Así que me levanté como pude y con lo poco que quedaba de mí, me fui caminando, alejándome de aquel lugar y de aquella voz, aquella mirada... Unas cuadras después pedí un taxi a mi casa.

...

Justo cuando terminé de ducharme escuché el grito de mamá pidiéndome que bajara a comer. No tenía hambre. Después de lo de esta noche me sentía destrozada. Pero mamá no tenía porqué preocuparse por ello. ¡Se iba a casar! ¿Para que amargarla con mis problemas? Problemas de una relación que ya no existe...

Así que baje, pero apenas si toqué la comida. Mi cabeza estaba en otra parte, pensando, pensando en como toda mi vida había cambiado tan rotundamente en este tiempo. Tantas cosas que pasaron... Como... Como él pudo atreverse a hacerme esto después de tanto tiempo yo...

Pegué un salto en mi silla al escuchar el ruido del timbre. Ya era de madrugada. ¿Quién podría ser a esta hora? Pensando que podría ser Nicolas revisé mi teléfono en busca de algún mensaje; no encontré nada. Mamá seguía despierta, mirando revistas de bodas. Levantó la vista y me interrogó con la mirada.

Me encogí de hombros.

- Ya voy yo - dijo levantándose de la mesa.

No sabía por qué pero sentía que lo que sea que fuere que este esperando en la puerta, era para mí. Cada centímetro de mi piel estaba electrizado. No entendía el por qué un nudo de nervios se anudaba en mi estómago. Cómo si mi interior ya supiera que es lo que habría detrás de la puerta. Y mi intuición me decía que no convenía abrirla.

Pero mamá lo hizo. Me levanté de la silla y me escondí detrás de la pared que separaba el vestibulo de la cocina comedor. -¿Cómo te atreves a venir aquí y a estas horas? - la voz de mamá estaba enojada, pocas veces la había oído así.

-Señora yo... necesito ver a su hija. Por favor.

Oh, Dios. Conocía esa voz. Era Zacha.


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Ya saben, la canción es la misma: The Reason - Hoobastank

Espero que estén disfrutando mi vuelta, yo lo estoy haciendo.
¡Hasta el próximo capítulo!

Vani

Dime que aún me amas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora