3. "Peach".

13K 1.5K 262
                                    

Violet.

A veces, en días como estos, realmente deseo ser un hombre.

Gimo de dolor cuando los calambres en mi bajo vientre me hacen retorcerme. Me siento tan cansada, como, realmente cansada. Estiro mi mano para tratar de encontrar a Matt y me sobresalto cuando es espacio vacío lo que consigo.

¿Qué...?

De inmediato me alarmo, pero tan pronto los eventos de la noche anterior llegan a mi mente, me tranquilizo.

Matt está bien.

Está con Aaron.

Quito la almohada de mi cabeza y la pongo debajo de mi vientre, acostándome sobre ella. Siempre mejora de alguna forma, pero hoy parece no querer hacerlo.

¡Maldición!

Corro rápido al baño cuando recuerdo que no estaba preparada para este evento, así que probablemente estoy hecha un desastre. Es cuando estoy desnudándome para entrar en la ducha, que me doy cuenta de que aún sigo con el vestido de la fiesta. Y como en pequeñas diapositivas, recuerdo vagamente a Evan.

¿Evan trayéndome hasta la cama?

¿Evan diciéndome algo?

¿Evan diciéndome qué?

Trato de recordar, pero todo es demasiado borroso en mi cabeza.

Mentiría si dijera que ya no duele la discusión que tuvimos anoche. En realidad, más que dolor es enfado. Me enfada que no piense en mí y en lo que sus acciones me afectan. Pero, lo que más me enfada, es mi esperanza que parece nunca quemarse.

Trato, llevo años tratando de recordarme que el Evan que conocí hace años atrás, no lo volveré a ver. Que ese Evan sólo fue producto de alguna clase de experimento cruel que él creó, pero que no fue real. El problema es que no puedo olvidarlo. Real o no, aún veo atisbos de ese Evan cuando estamos juntos. Y así sea producto de mi imaginación o mi esperanza jugándome una mala jugada, extraño y quiero de vuelta a mi mejor amigo.

Años luchando contra el sentimiento de añoranza y, hasta el momento, nunca he ganado esa batalla.

Me pregunto si alguna vez lo haré.

Me ducho lo más rápido que puedo mientras hago todo lo posible por ignorar los cólicos y el extraño sentimiento de cansancio. Cuando ya estoy lista, llamo a Matt para saber cómo se encuentra. Después, me apresuro a la cocina a preparar su merienda para llevársela antes de que Aaron o Bess puedan llevarlo a la escuela.

- ¿Qué haces?

Me sobresalto cuando escucho a Evan detrás de mí, pero no me giro a mirarlo, fiel a mi palabra de ignorarlo de ahora en adelante.

- Hoy no me despertaste - dice, sonando malhumorado -. ¿Por qué no me despertaste?

¿Dónde había dejado las galletas de avena que a Matt le gustan tanto?

Me alzo en la punta de mis pies para buscarlas en los repartidores, pero no encuentro nada.

- ¿Qué buscas?

- Algo que tú no, evidentemente - gruño cuando descubro que sus ojos están en mi trasero -. ¿Se te perdió algo en mis pantalones?

- ¿Ves? - Me regala una odiosa sonrisa ladeada -. No puedes ignorarme.

Ruedo los ojos y decido que puedo volverlo a intentar, ¿cierto?

- Si estás buscando las galletas de avena de Matt, están sobre la nevera. Las puse ahí para que él no las encontrara porque se las estaba comiendo a escondidas de ambos.

Legalmente Mía |Disponible en Dreame|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora