2. No quiero que eso cambie.

12.7K 1.4K 284
                                    

Evan.

— ¿Por qué Violet se fue? — La anciana pregunta detrás de mí, pero la ignoro, mis ojos fijos en mi coche que se va haciendo cada vez más pequeño en la carretera.

¡Se llevó mi coche!

¡La condenada mujer se llevó mi coche!

— Te estoy hablando...

Ignoro a Fiona mientras marco en mi teléfono el número de Aaron, esperando que venga a auxiliarme.

Maldición, sólo Violet puede convertirme en una damisela en apuros.

— Ven a recogerme — le digo a Aaron tan pronto contesta —. Te paso la dirección por un texto.

— ¡¿Qué te suc...

Cuelgo antes de que pueda negarse y me apresuro a enviar la dirección por un texto.

Miro a mis lados, buscando un lugar en donde esperar.

Genial.

Sin un maldito coche, sin un lugar en el cual sentarme y pasando maldito frío.

Me siento en la acera y busco en mi celular Candy Crush para tratar de entretenerme.

Fiona empieza a hablar, o a pelear, lo que sea que haga con esa chillona voz. La ignoro porque estoy demasiado ocupado pasando el nivel ciento veinticinco.

— ¡¿Qué demonios? — Levanto mi vista a la maldita mujer que ha quitado el teléfono de mis manos —. Oye, estaba a punto de conseguir vidas infinitas.

— Te estoy hablando — su afilada voz corta mis tímpanos, provocándome una mueca —. ¿Por qué Violet se fue? Se supone que estarían juntos esta noche y...

Ruedo mis ojos y mantengo mis ojos fijos en la carretera, tratando de opacar sus berrinches.

Dios, ¿por qué las mujeres chillan tanto?

¿Por qué ella chilla tanto?

— ¡Te estoy hablando!

Brinco hacia atrás en la acera cuando su rostro aparece frente al mío, demasiado jodidamente cerca.

Mierda, esto me asusta.

No me vienen las ancianas, ¿eso ella lo sabe, cierto?

— Oye, si quieres un beso consigue a tu esposo — retrocedo más, sin importarme ensuciar mi costoso traje con la acera —. La necrofilia no es lo mío.

Su rostro se vuelve rojo y me parece increíble. Dadas todas las cirugías que tiene en su rostro, veía imposible que por él aún circulara sangre.

Vaya, la cirugía facial realmente puede hacer una buena mierda.

— ¿Cómo se llama tu cirujano?

— ¿Qué?

— Tu cirujano — señalo su rostro —. Creo que hizo un buen trabajo... — la miro mejor y realmente no es atractiva —... o tal vez no.

Un grito escapa de su boca y, para mi pesar, acerca más su rostro al mío.

Maldición, necesita mantenerse alejada.

— Trae a Violet de vuelta contigo, necesitamos presentarles a alguien más.

— Nop — hago resonar la p al final, lo que probablemente la hace enojar más.

— Recuerda que tenemos la custodia de Matt. Sigan negándose a nuestras órdenes y no duden que lo mandaremos lejos, a donde ni tú, ni ella, ni nadie pueda encontrarlo.

Legalmente Mía |Disponible en Dreame|Место, где живут истории. Откройте их для себя