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-Levanta un poco tu vestido cada dos pasos -me aconseja papá. Estamos subiendo los últimos peldaños frente a la puerta de la iglesia. Hoy me voy a casar.
¿Me voy a casar?
Max está en el aeropuerto. Si decid...
Es que a veces pareciera que no te acuerdas. Nada más digo.
Estoy intentando aprender a comunicarme contigo de mejor forma , así que ¿Qué debo hacer primero? ¿Agradecerte por todo lo que ya tengo?
Gracias por el aire, que me sirve mucho.
Gracias por YouTube.
Gracias por Janis.
Gracias por... ¿El gordo? Sí, esa Ballena bebé vale por kilo.
Gracias por Miranda, Bill, Ling, mi banda y todas las cosas buena onda que haces para que todo siga marchando bien en mi vida profesional.
La PROFESIONAL.
Lo que nos lleva al siguiente punto.
Suhail... ¿La recuerdas? La pelirroja pecosa... Primero, no debiste hacerla tan terca. Segundo... Mira, venga o no venga, sólo quiero que sea feliz, ¿de acuerdo? Anoche la vi muy mal, lo suficiente como para rogarte ayuda a ti, así que hazlo. Ayúdala. Que sea feliz. Conmigo o con Finley, pero que sea feliz.
Igual siempre puede enviudar...
De acuerdo, borra eso. Estoy confundido, lo sabes...Auxilio. En serio. AUXILIO. También me siento dolido, quebrado... Completamente desecho.
¿Me ama o no me ama lo suficiente como para estar conmigo? Me confunde. Yo tengo suficiente amor para ambos, pero ¿eso basta?
Aun así, la extraño. Pero no a esta Suhail. A la que era feliz sin mí o Finley.
Tú... sólo haz eso que sabes hacer, ¿sí? Coloca todo en su lugar y danos al resto la sabiduría para aceptarlo.
Con cariño,
Yo. Max
—No sé casó —me hace saber Silvia cuando abro los ojos. Y luego dicen que las oraciones no funcionan. El resto de la gente está viéndonos con anticipación—. No sé casó —repite—, pero dijo a todos que no viene para acá. Va camino a su casa.
—¿A casa? —pregunto, buscando que más personas me lo confirmen.
—Sí, a casa —me dice un señor del que desconozco el nombre, pero vive conmigo mi dolor.
No se casó, pero tampoco vino. Así se siente estar en el paraíso y en el infierno al mismo tiempo.
La gente que esperó conmigo me mira con compasión, sin embargo trato de sonreírles para que no piensen que nada valió la pena.
Porque valió la pena. Ella lo vale. Y al final del día lo importante es que me está dando la oportunidad de empezar de nuevo.
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