159. Max

48K 8.2K 2.9K
                                    


Escena 2/6

--------

Era sábado por la noche en la zona viva de Las Vegas y todos nos sentíamos un poco locos. Sam se acababa de casar con Yoko, Eric había conseguido con quien pasar el rato y yo... Yo me sentía solo.

Me encontraba en un discoteca rodeado de mujeres que cuando me hablaban no me veían a los ojos, únicamente se acercaban para sacarse una selfie. La querían para publicarla en redes sociales con una descripción tipo: Conocí a Max Solatano. Y no. Perdón, pero no. Te sacaste una selfie con un Max Solatano muy borracho es diferente, muy diferente, a Conocí, traté, platiqué, reí, bailé o al menos tuve la amabilidad de compartir un rato con Max Solatano.

Soy un ser humano no un animal en exhibición. En cualquier caso, estaba borracho. Muy borracho.

Fue entonces cuando empecé a ver a todas esas mujeres como lo que en verdad eran. Opciones. Con cualquiera de ellas podía pasar el rato porqué, realmente, como ya expliqué, lo único que querían era lucir que estuvieron conmigo. Nada de amor. Era cuestión de popularidad. De imagen.

Elegí a una pelirroja, aunque no pelirroja natural... Había que conformarse.

Bailé con ella al mismo que se sacaba fotos. No tardamos mucho así. Leyendo mi mente, pronto me pidió acompañarla a la parte trasera del lugar y terminamos besuqueándonos en un baño...

Ella olía a alcohol. Se sentía como alcohol. Sin embargo no tenía el mismo efecto embriagador que Suhail.

—¿Cuándo saldrán tus fotos en calzoncillos? —me preguntó, desabrochando mis vaqueros. Yo ya la estaba viendo doble.

—Larrr prósh... xima semana —contesté, viéndola encargarse de todo.

Fue complaciente y me dejó hacerle todo lo que quise, o lo que según ella quise. No obstante, me sentía tan alucinado que, cansado, cabeceé un poco y conté borreguitos. El punto es que al despertar... Ella ya no estaba ahí.

Ahora me hallaba solo en un baño.

—¡Ni sssssé cómo diablos te llamas! —le grité a la nada, tratando de no caerme sobre el váter. ¿Dónde estoy maldición? A lo lejos escuchaba música, gritos y risitas. Aunque ahora que lo pienso las risitas seguramente provenían de una cabina próxima a la mía.

Sin saber qué más hacer, saqué de mi bolsillo mi móvil y le marqué a mi Ballena bebé recién capturada.

Un borreguito. Dos. Tres. ¡No te duermas!

Volví a abrir mis ojos de golpe. —Semmmm...

¿Max? Te escuchas...

—Hasta la pura... puta... de borracho... Sí.

Él se escuchaba asustado. —Dios, ¿dónde...

—Baño... Pero eso no importa. ¡No porta! —alegué, moviéndome al compás de las cuatro paredes rodeándome—. Te mamo... llamo porque diferennnte ahora. No más Suhail ¿Me oyes? No mash-sush-más Sushail.. hail. Hasta acabo de tener sexo con alguien ¡Ajá! Mujer. Creo. Espero... Cómo se llama, no sé, gordo... pero estuvo... estuvimos... dos.

De acuerdo... —Sam no se escuchaba convencido.

—Ohhhhhhhhhhhhh estás en tu noche de bodas —recordé de pronto y me sentí un tanto culpable por interrumpir—. Oh, wow, mi gordis, gorshdis... ¡Que te trate bien ezza maldita mujer! ¡Seshparo a MacCartney y a Lennon, gordo!

Dios, Max...

—¡No me cuesslgues! —exigí, sujetando en mano mi teléfono mientras con la otra intentaba orinar—. No me... tú...

Necesitas descansar, amigo. Le pediré a un mozo del hotel que vaya por ti, ¿sí?

—Eshhhtoy bien...

No, Max. No.

—Ya no la quiero, Seem. Ya no siento nada.

—Max...

—¡Tú me crees!

Claro. Claro.

—Por mi Suhail puede joderse.

Sí...

—¡Ni es tan guapa! —alegué, viendo como el campeón se salía de mis manos para mojar mis pantalones. Había olvidado cómo orinar.

Sí.

—Ya la olvidé. Pregúntame quién es Sushhail.

Max.

—¡Pregúntame!

Escuché a Sam suspirar. —¿Quién es Suhail, Max?

—No she —dije, alzando mis hombros y presionando mi frente contra una pared—. No she, gordo... Noss seee.

—Sí... Mira, Ling ya está llamando a un mozo, ¿sí?

—Ahora pregúntame queee dad tiene.

—Max...

—¡Que me preguntes!

De acuerdo —Sam estaba maldiciendo por lo bajo—. ¿Qué edad tiene Suhail?

—No she. No she, gordo —balbuceé. Casi estaba llorando—. ¿Por qué me preguntas a mí?

Mira...

—¿Viste que no sé?

Sí. Sí.

¿Eso debajo de mí es vómito? —Ya no la quiero, gordo.

Claro.

—Nada.

Por supuesto.

—Nisss siquiera un poco.

Sí, sólo no llores...

—¡No estoy llorando!

No, claro que no.

—Ahora pregúntame a que edad se le cayó su último diente de leche.

—Max...

—¡QUE ME PREGUNTES!


------

Next :p

Next :p

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Max & Suhail ©Where stories live. Discover now