127. Max

77.9K 8.9K 4.5K
                                    

Capítulos atrás hay un guiño a La mala reputación de Andrea Evich (otra de mis historias) que hasta ahora (entre quienes ya la leyeron) nadie ha notado.  Al primero o primera que me señale con un comentario ahí mismo cuál es el guiño, le haré una mención especial aquí :) 

---------------

 Soundtrack Heroes de David Bowie  

Gilmour ya se echaba a descansar sobre el marco de mi ventana, y pese a que sólo lo hacía cuando había sombra, poco a poco se animó a más. Es un gato estupendo. Con los días dejó de huir de Suhail y posteriormente también aprendió a confiar en Bill y mamá.

El gato sólo necesitaba paciencia y tiempo. 

Muchos afirman que se vale soñar y que no hace daño cerrar los ojos e imaginar un mundo donde todo sea diferente, en el que podamos volar si no podemos caminar.

¿Qué cambió entre Suhail y yo al alejarse Aitor y dar yo un paso adelante? Es difícil de explicar. Todo y nada cambió.

Todo porque desde entonces discutimos menos y, por el contrario, nos besamos más. 

Nada porque en ese entonces todavía luchaba por mantenerme a flote. 

—I, I will be king. And you, you will be queen... —Estaba escuchando Heroes de David Bowie cuando Suhail entró a mi habitación. Había pasado un día desde que me animé a dar un paso adelante—. Tengo que hacer algo para que nadie entre sin avisar —dije, gruñendo.

—Oh, lo siento —se disculpó ella, queriendo marcharse. 

—Estoy bromeando —reí, lo que no era del todo cierto y le pedí terminar de entrar.

Suhail dudó. Le fue difícil acostumbrarse al Max no tan imbécil. 

Para Suhail y para mí se sintió raro saludarnos en plan de enamorados. Aunque quizá la palabra correcta no sea "raro", tal vez lo apropiado sea decir "poco usual". Era poco usual para Suhail y para mí comportarnos como un par de enamorados. Pasamos años en plan de enemigos y otro par como hermanastros, ¿de pronto estábamos enamorados?.

¿Si notaron que me corregí a mi mismo y busqué una palabra más adecuada para así aclarar mejor mi punto? Es parte de lo mucho que dejó dentro de mí Suhail.

Tampoco es correcto decir que de pronto estábamos enamorados. Porque no. Lo adecuado sería decir que por fin eramos francos con nosotros mismos y aceptábamos lo que hace mucho nuestro corazón pedía. 

Suhail y yo crecimos juntos. Incluso me atrevería a decir que nadie nos conoce mejor que como nos conocemos el uno al otro. Porque yo sé que ella puede llegar a ser cansina e intensa al hablar y hacer de todo y nada por las injusticias del mundo, pero es tierna. Puede concentrarse durante horas buscando palabras, pero también dedica el mismo tiempo a ayudar a otros. Reflexionar esto me hace querer saber qué vio Suhail,en mí, además de un idiota que suele lastimarla, como para arriesgarse a tener relación conmigo.

—Es genial que estés escuchando música —dijo, al verme acomodar un reproductor sobre mi regazo.

Arrugué un poco mi frente. —Me quede... —Sin embargo, callé al darme cuenta de que iba a decir una estupidez.

—¿Qué? —preguntó Suhail, sentándose en una esquina de mi cama. Negué con la cabeza—. No, ahora dime —insistió, acercándose un poco más a mí para abrazarme.

Max & Suhail ©Where stories live. Discover now