Capítulo 9. El pasado que se asoma

5.3K 328 7
                                    

— Dante —repitió Tiziano con la mirada oscurecida. Me miraba furioso y tenso, pero aquellos sentimientos no eran hacia mí, o quizás un poco sí— ¿Él fue la razón por la que huiste? —preguntó. Yo dudé, y mi mirada navegó por toda la sala antes de volver a sus ojos y asentir.

Él abrió la boca para decir algo, pero se arrepintió. Lo veía luchar consigo mismo, negando con su cabeza y cerrando los ojos con fuerza.

— ¿No piensas decir más nada? ¿Solo eso? ¿No crees que merezco un poco mas de explicación tras un año? —preguntó elevando su voz, hablando en italiano para que la conversación solo quedara entre nosotros.

Mi respiración se quedó en mis pulmones por unos minutos, y solo podía oír a mi corazón latir con fuerza y a mi conciencia decirme que era hora de hablar. «Es hora que empecemos a decir la verdad» mis propias palabras me traicionaron, malditas sean.

— Él se encontraba en Toscana buscándonos, o más bien, buscándome —respondí finalmente—. No podía permitir que eso ocurriera. Y pensé que si me iba dando un rastro visible de mi camino, él me seguiría y dejaría de buscarte —agregué sin poder mirarlo a los ojos, había demasiado dolor y culpa al recordar ese tiempo.

Sentí su mirada sobre mí como rayos láser, y lo oí acercarse. El silencio fue mortuorio a nuestro alrededor. Tiziano caminó hasta centímetros cerca de mí, y levantó mi cara para que pudiera verlo.

— ¿Nunca se cruzó por tu mente decirme algo acerca de eso? —preguntó en su susurró que fue peor que un grito. ¿Por qué debía ser tan medido? ¿No podía gritar, golpear y romper cosas? Eso lo hubiese sabido manejar mejor.

Cerré mis labios con fuerza y mantuve mi mirada en él. No iba a responder a eso, porque había pasado mucho tiempo pensando acerca de decirle o no, y la decisión la había tomado y no me arrepentía: prefería protegerlo a él que a mí misma.

— ¿Acaso, nunca confiaste en mí? —Preguntó de nuevo en voz baja, y estaba a punto de responderle que sí, que era en la única persona en quien confiaba pero él negó con la cabeza, como si no pudiese tolerar oír mi respuesta— Las cosas podrían haber sido de otro modo, si lo hubieses hecho —agregó soltándome.

Si, sabía que podían haber sido de miles de formas diferentes. Todas y cada una de las alternativas pasó por mi mente, pero temía de cualquiera de ellas. Y como dije, no tomó decisiones buenas, y siempre terminó lastimando a quienes me rodean.

— ¿Y sabes algo más sobre él? ¿Sigue buscándonos? —preguntó mirando hacia la ventana, donde un nuevo día estaba comenzando.

— Él no piensa descansar hasta tener lo que quiere —respondí.

Él asintió de acuerdo y miró alrededor de la sala, pensativo y consternado. Yo me quedé callada, mientras lo observaba. Finalmente, suspiró y se acercó de nuevo a mí.

— Junta tus cosas, te vienes conmigo, donde no pueda perderte de vista —ordenó moviendo sus manos. Mi expresión perdió la armonía y lo miré horrorizada.

¿Me estaba dando órdenes como si fuese una niña?

— No lo creo, amigo —exclamé con clara molestia. Él me miró impaciente y enojado—. No pienso dejar a Jesse y Aimée, además, ya tome una decisión: no pienso hacerte responsable de mis errores —me planté cruzándome de brazos e irguiéndome para quedar más a su altura.

Una mezcla de emociones cruzaron por su rostro. Finalmente, él respiró hondo para canalizar su enojo y se acercó apenas más, viéndose realmente amenazante.

— Primero, amigo un cuerno —dijo enumerando con sus dedos—; segundo, me da igual lo que hagan Aimée y Jesse, si ellos significa que vendrás conmigo, que se unan a nosotros; y tercero, soy tan responsable como tú en este lío, del cual no fuiste capaz de hacerme parte. Y dado que no tuve alternativa de tomar una decisión porque, al parecer elegiste por mí, digo que también soy parte. Así que, te guste o no, vamos a formar un equipo para deshacernos de él —comentó calmo.

Crónicas de una estafadora [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora