Webcam.

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"No importa, quedan cinco minutos, creo que alcanzaré. Ya he cerrado los vídeos de Asa Akira, pronto terminaré de escribir este correo con mis datos. Espero entonces por fin tener tranquilidad. Ese era el trato, que me perdonaría la vida. "

Seguramente se estarán preguntando por qué escribí esas palabras tan agitadas. Les cuento. Había llegado yo de la escuela, tras una junta nocturna donde con mis amigos Esteban y Jaime acordamos que al llegar a las casas nos pondríamos a jugar un juego en línea popular por la época. Al arribar a mi cuarto encendí la computadora y empecé a jugar el juego con normalidad. Pero a los quince minutos una música muy fuerte invadió mi lugar. Agitado, revisé los altavoces. No provenía de ellos. Comencé a mirar a los rincones buscando una explicación, y al volverme a la pantalla encontré un mensaje.

"Tu ordenador ha sido intervenido.
Si quieres salir del problema, deberás enviar un cheque por mil dólares a la dirección templo-sadismo@ejemplo.com. Tu webcam también ha sido intervenida. Si no envías el cheque morirás. Te estamos vigilando. "

Miré a mi cámara y reflejaba una fuerte luz. Me acerqué con extrañeza, y retrocedí sintiéndome al borde del infarto al ver un ojo humano tras el cristal que me pestañeó. La música volvió a sonar, más fuerte, y tras de mí apareció una alargada figura blanca que flotaba sobre el suelo. Pero sólo la vi por el rabillo del ojo, no me atreví a voltear. Entonces, sudoroso me puse a escribir el correo, lo más rápido posible para enviarlo a la dirección. 
Sólo me quedaban... ¿dos minutos?

A la medianoche mi madre me despertó. Era una noche tormentosa.
-Hijo, has estado teniendo una pesadilla -me dijo, preocupada.

Fue entonces cuando me incorporé, y observé que de mi pecho ensangrentado surgía una gruesa estaca de madera. Mi madre desapareció, entonces vi un mensaje hecho con sangre en el muro de mi habitación:

"Nunca te dejaremos solo. Paga tu deuda, o morirás una, y mil veces. De hecho, ya estás en el purgatorio. "

Y sigo todavía.

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