Capítulo 2

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Parte 1

El ruido generado por la energía eléctrica, todavía hacia eco en el lugar.

Hana había detenido el ataque del sujeto de aspecto poco generoso. El intento por eliminar al inconsciente joven había fallado.

El hombre se vio obligado a alejarse de Hana, hasta quedar nuevamente junto a su compañero, mientras la veía, con desconcierto.

– ¿Quién es ella? –preguntó la otra persona.

– No lo sé, pero... parece ser que hoy es mi día de suerte ♪... te propongo algo, me quedaré con la mujer y a cambio de ello, tú tomarás el arma ♪.

El hombre de cabellera blanca no dejaba de ver a Hana, con una desagradable mirada lasciva.

– Tch, esa expresión me causa repugnancia –murmuró la bella joven, mientras veía a aquel sujeto, con completo desagrado.

El otro hombre asintió de inmediato a la propuesta que había recibido, nada mejor que quedarse con el botín completo, pensó.

– De acuerdo, acepto.

Hana, por un instante, volteo a ver por encima del hombro hacia el suelo, el estado del joven no era nada alentador. La posibilidad de que sobreviviera dependía mucho del tiempo que ella se tome en deshacerse de los mercenarios. Luego, regresó rápidamente la mirada al frente.

– ¿Quién eres? ¿Por qué ayudas a este sujeto? ¿Acaso sabes en el problema en que acabas de meterte? –le preguntó quien portaba el arma de fuego.

– No necesitan saberlo... ya que ahora mismo acabaré con sus vidas –respondió Hana, con una mirada afilada.

– Jajaja me gusta esa expresión ♪♪, ¡me gusta!, me han dado más ganas de tenerte, ¡¡no puedo esperar más!!

El mercenario de coleta se arrojó contra Hana, ahora su objetivo había cambiado, la pelea había comenzado.

Para la joven, los movimientos de su contrincante al momento de atacar, no eran lo que ella podría llamar destreza, sino por el contrario, eran algo torpes.

Podía evadir sin muchos problemas, todos los intentos de aquel hombre por asestarle un golpe, pero había algo que más le llamaba la atención, y era la manera desesperada en que trataba de vencerla.

Esta actitud...

El solo hecho de evadir sin responder, terminó con Hana apoyando su espalda contra un árbol.

Esta situación, para el mercenario, era una oportunidad inmejorable, lo invitaba a intentar por enésima vez, a atacar.

Empuñando con fuerza su arma, lanzó un golpe contra la joven, pero como venía siendo hasta el momento, ella lo evadió haciéndose a un lado.

El golpe finalmente impactó contra el árbol, el cual cayó pesadamente contra el suelo.

Hana al instante se dio cuenta que estaba en la mira del segundo sujeto.

Reaccionó tomando el astil su espada, mientras esta se cubría con un misterioso poder mágico, como si la energía de todo el lugar se acumulara en ella.

El hombre no esperó ni un segundo para disparar, y en esa misma fracción de tiempo, Hana agitó su espada contra este.

El arma de la joven expulsó una gran cantidad de poder mágico, que no solo borró los proyectiles, sino al sujeto que los disparó, y junto con él, los árboles que tenía a sus espaldas.

El mercenario de cabellos blancos quedó sorprendido por lo que había presenciado, mientras gotas de sudor recorrían parte de su rostro.

Hana regresó su atención a aquel hombre, y comenzó a acercarse.

Astra Vol. 01Where stories live. Discover now