Capítulo 1

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Aquí es donde todo inicia.

Tengo miedo de acabar con esto, pero sé, que si no lo hago, todo volverá a repetirse una y otra vez y jamás acabará; eso sin hablar de lo cansada que estoy de vivir así fingiendo cada día una vida que no tengo y probablemente nunca tendré. Es extraño estar aquí, arriba de un puente esperando el momento adecuado para dejarme caer, para que todo termine en solo un recuerdo; en un par de segundos todo esto habrá terminado y dejare de sentir este dolor en el pecho que me asfixia.

Dejar de llorar todas las noches, hasta quedarme dormida por sentirme asechada en cada paso que doy, vivir así, como yo lo hago no es vivir, es estar muerta en vida. La oscuridad de mi alma cada día se expande más en mi interior y voy perdiendo el sentido, y la paz, una que quizá nunca logre recuperar ya que todo en mi vida está perdido, me siento más sola que nunca, sin importar cuanta gente esté cerca de mí, este es un abismo del cual nunca voy a salir, porque a cada instante me hundo más y más.

Escucho de pronto unos pasos muy cerca de mí, volteo a ver de dónde vienen, encontrando a un chico muy cerca de mí, por cierto uno bastante guapo, tiene el cabello castaño oscuro y sus ojos son de un intenso café sobrio; las comisuras de sus labios son marcadas y pronunciadas eso sin mencionar lo carnoso de sus labios, en los que me perdí por un momento, hasta que de pronto escucho que me llama.

── Oye, ¿de verdad te vas a aventar de ahí? ── me dijo mirándome a los ojos fijamente sin rastro de burla en su rostro; de hecho se encontraba muy sereno.

A lo que conteste de inmediato con un tajante ── aléjate, este no es tu problema, si das un paso más te juro que me dejo caer ── tenía un pie en el borde, y comenzaba a temblarme, desde mis manos hasta mis rodillas, intente mantener el equilibrio un poco más hasta que le volví a escuchar un tanto más cerca de mí.
── sé que no lo harás, sé que no puedes hacerlo ── me dijo dando un paso hacia delante a manera de desafío.

── ¡tú no me conoces!, ya te dije este no es tu problema, así que ve a buscar a alguien más para convertirte en héroe, aquí estás perdiendo tu tiempo ── Le dije en un tono un poco altanero, no era mi intención ofender a nadie solo quería que se fuera.

── Déjame ayudarte, lo que sea que esté sucediendo lo podemos enfrentar juntos ── me dijo con voz calmada como intentando tranquilizarme, no le di tiempo a que siguiera hablando solo de grite ── NO ── me deje caer, mientras mi cuerpo se acercaba al pavimento, toda mi vida paso por mis ojos tan rápido que cuando me di cuenta solo sentí un fuerte golpe acompañado de un calor inmenso que recorrió desde mi nuca hasta mis pies.

Toda la gente gritaba y las voces se volvieron agudas con el paso del tiempo; lo último que escuche fue la sirena de una ambulancia acercándose, después todo fue silencio, un enorme silencio y extrañamente me sentía en paz. De pronto me encontré en un jardín enorme, precioso, todo aquí era paz, desde lo alto se apreciaba una luz de color blanco tan cegadora que apenas pude divisar que ahí estaba, el lugar emana armonía y era extraño pero me sentía bien, camine por un camino lleno de rosas de múltiples colores y continúe caminando por lo que parece mucho tiempo hasta que me encontré con una niña de cabello rubio y vestida de blanco que me dijo:

── Sígueme ── la seguí sin dudar, hasta llegar a lo que parecía la entrada a un túnel, la luz desapareció y justo en ese momento ella me miro y con una sonrisa en la boca me dijo ── entra no tengas miedo, aun no es tu tiempo ── no entendía lo que decía, sin embargo, le hice caso y entre, una vez dentro me encontré con fragmentos de mi vida y personas que había conocido pero ya estaban muertas, todas susurraban "aun no es tu tiempo" podía ver que se acercaba el final del túnel porque a lo lejos se apreciaba una luz, intente caminar lo más rápido que pude y al llegar donde la luz, me encontré con quien menos esperaba, todos con los que me había encontrado antes, estaban muertos, sin embargo, esta vez era alguien que había visto vivo, era el mismo chico que intento ayudarme en el puente me acerque a él y una vez estando cerca me dijo ── te dije que no podrías hacerlo ── fue lo último que escuche antes de despertar en un cuarto blanco con doctores y enfermeras por doquier de algo estaba completamente segura, está viva .

Una enfermera se acercó con una sonrisa y pregunto ── ¿cómo se siente? ── Pero al ver que no contestaba me dijo ── pronto llegan sus familiares ya los contactaron ── sentí que el mundo se me venía de nuevo encima.

Sabía muy bien lo que pasaría al verme, mamá llorando como María Magdalena y suplicando que no lo vuelva a hacer, mientras llamaba a papá que de seguro no le tomaría importancia y no vendría a verme, después de que mamá hiciera su drama tendría que encontrarme con mi peor pesadilla Demian, el novio de mamá quien me dirá que me quiere y que no lo vuelva a hacer, eso dirá enfrente de mamá, pero una vez que ella se vaya me recordara que ni con la muerte terminara con esto, así que decidí no seguir pensando y cerré mis ojos para tratar de descansar.

Mientras intentaba dormir, escuche que la puerta de la habitación se abrió, supuse que mamá había llegado; así que seguí fingiendo que estaba dormida. Lo sabía a ahí estaba; la escuche llorar y hablaba con alguien, confirme que era ella la que había entrado y que con él que hablaba era con Demian, cuando escuche la voz de él, no pude evitar sentir miedo y comencé a temblar supongo que ni en momentos como ese puedo ser valiente y no hacerme notar. Mamá corrió cerca de la cama y a mí no me quedo de otra que despertar diciéndole que tenía frio, ella me miro como si la vida dependiera de eso, en ese momento sentí un poco de culpa, mamá estaba sufriendo y yo ni siquiera había logrado mi propósito es estúpido, pero cierto.

── Deja llamo a la enfermera ── salió de la habitación dejándome sola con Demian, quien se acercó pasándome una de sus asquerosas manos por la mejilla y susurro ── Solo empeoraste la situación ── joder pensé, que nunca se cansa de mí, no alcanzó a decir más, porque mamá llego con la enfermera quien llevaba una manta en las manos.

La enfermera me arropo sin decir ni una sola palabra y salió de la habitación tan rápido que podía pensarse que ni había entrado era como un fantasma, lo que dio paso a la siguiente acción, mi madre se sentó al lado de mi cama, y encendió el televisor que está enfrente, comenzó a mudar de canal hasta que en uno apareció el chico de ayer, el que había intentado salvarme. Ahí estaba en un canal de televisión dando una entrevista.

── ¡DEJA ESE CANAL! ── grite muy fuerte, ganándome una mirada de reprenda por mi madre.

Mientras veía el canal me di cuenta que el chico era el hijo de un famoso, a quien no reconocí en ese momento, sin embargo, me sorprendí mucho; ayer casi fui salvada por el hijo de un famoso y yo ni cuenta, que ironías del destino, al cabo de algunos minutos se terminó la entrevista y un doctor apareció como ángel de la guarda para llevarme a hacer algunos estudios. Por lo que pase lo restante de la tarde en manos del médico que tomaba muestras sanguíneas y radiografías supongo que para ver si tengo algún hueso roto, además de mí brazo.

Así que no hubo cuestionamientos por el momento, después de horas y horas que me tuvieron haciéndome estudios, regrese a la habitación para mi suerte solo estaba mamá porque Demian había tenido que irse según que a trabajar pero cualquiera que sea la razón doy gracias a dios, sin embargo eso no me salvaría de las preguntas de mi madre quien seguro querría saber porque tome esa decisión.

── ¿Me puedes decir porque rayos quieres matarte? ── dijo mamá en un tono brusco

── Mamá ya te lo dije, pero no me crees, es Demian, él ── no alcance a terminar porque mamá me contesto algo molesta

── Y yo te dije que él es incapaz de algo así, tú solo quieres separarnos porque no soportas verme feliz ── no sé, qué es lo que más me duele que no me crea o que piense que todo lo que quiero es que ella sea desdichada. No quise hacer un teatrito en pleno hospital.

Solo le susurre ── Déjalo así ── aunque lo hice para que no discutiéramos ella se cabreo y salió de la habitación a lo que me detuve a suspirar un momento, después prendí la televisión y la puse en un canal de música aunque le baje el volumen para que no se escuchara por todo el hospital.

Después de unos minutos escuche que la puerta se abrió y gire la cabeza para ver casi por impulsó.

── No lo puedo creer tu aquí ── dije con mucha sorpresa al verle ahí, en esa pequeña habitación de hospital.

IRRESISTIBLE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora