Chapter XIV

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Salieron de la habitación de Zero y fueron rápidamente hacia la oficina del director, ambos apuraron el paso con la intención de entrar y saber que estaba sucediendo. Una vez que estuvieron ahí, Shiori golpeó la puerta y Cross les concedió la entrada.

– Adelante –abrió la puerta y entró a la oficina– Shiori-chan –dijo Cross. Shiori se quedó inmóvil al ver a sus padres adoptivos sentados cerca del escritorio del director.

– ¿Mamá, papá? –preguntó Shiori, iba a ir junto a ellos pero fue detenida inmediatamente por Kaito, él también se encontraba en la oficina– ¿Kaito?

– Shiori…–musitó su madre desviando la mirada.

– Mamá…–notó en el ambiente, perdió la posesión de los ojos de Zero y se quedó perdida en la oscuridad, trató de buscar la mano de él pero se topó con Kaito– ¿Zero? –preguntó sintiéndose perdida.

– Estoy aquí –Zero tomó la mano de Shiori, fue cuando pudo ver de nuevo y ubicarse en el lugar.

– Yuka y Taylor… creo que deberían ir al grano rápidamente, no creo que a Shiori le agrade mucho la espera –dijo Cross.

– Shiori –Hideroshi se levantó de su asiento y tomó la mano de su esposa, luego miró a todos los presentes y luego habló–, tendrás que ir al juicio en contra de tu padre biológico.

Eso le sentó como un balde agua fría. Había convivido menos de doce horas con su padre y ya tenía que aceptar que no estaría con él. Observó como su cuerpo se paralizaba por completo.

– Tu padre es acusado del asesinato del presidente de la Asociación, Kazuma Kei.

¿Cómo era eso posible?

– Apenas estoy llevando la vida de una vampira y conviviendo apenas con mi padre biológico y vienen a decirme que él será condenado por asesinato siendo un purasangre…–apretó los labios con fuerzas y luego escuchó como no una sino todas las ventanas de la oficina se rompían en pedazos, el escritorio se partía a la mitad y el librero se desmoronaba.

– Tranquilízate –ordenó Hideroshi.

– Y encima… ¿me están pidiendo que asista para ver como lo juzgan? –siseó. La rabia que sentía era mucha, pero aún más era el rencor porque aunque sabía que sus padres adoptivos no tenían nada que ver, ya la habían reprimido por completo de la familia y sólo vinieron porque la asociación sabía bien que ella jamás los mataría en un arranca de ira.

– Cálmate Shiori…–dijo suavemente Yuka tratando de acercarse a su hija, cosa que no pudo porque su esposo le denegó el paso.

– No se acerquen… no quiero a nadie cerca de mí –ordenó tajante, abrió la puerta y huyó por ella, lo último que quería era ver como sus padres adoptivos trataban de chantajearla.

Escuchó varios murmullos provenientes de la oficina, lo más prudente sería abandonar el lugar, así evitando cualquier conflicto. Salió al gran patio de la academia y se llevó con la gran sorpresa de que todos los alumnos (y en su gran mayoría) ya habían despertado y ya rondaban por el colegio, le molestó que todos la observasen, notó en el rostro de la mayoría de las chicas los labios fruncidos y ella entendía muy bien la razón, de seguro pensarían que toda chica que fuese prefecta después de un tiempo podía ir a la clase nocturna u otras cosas que estarían cargadas de más desprecio que otra cosa.

Evitó por completo cruzarse con aquellas chicas que siempre la molestaban a la hora de mantenerlas a raya cuando los vampiros decidían cruzar, siguió caminando por los corredores.

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– ¿Has visto eso? –preguntó Ichijou mirando con resignación hacia la ventana– ¿estás segura de eso?

Requiem for a Vampire KnightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora