No me olvides •Editando•

"Risas y malentendido"

No me olvides.
Capítulo 82.
Maratón 3/?

Narra ______(tn):

- ¿Le pusiste así para que te recuerde?

- ¿Es muy obvio? -hizo pucheros.

- No -mentí riendo.

- Ya se que es obvio, pero no quiero que te olvides de mi.

- No lo haré, además tengo a este hermoso perrito -sonreí mirando sus ojos mieles.

- Toma -me paso el cachorro- Le gusta dormir y comer.

- Entonces merece llamarse Justin.

- Lo se -río- Mama esta acá.

- No la he visto -hice una mueca.

- Dice que podríamos salir a comer algo -lamió sus labios.

Mire a mi mama y ella asintió, había escuchado nuestra conversación. El pequeño Justin me había mordido el dedo gordo, apenas lo sentí.

- Me mordió -sonreí.

- Justin no muerdas -el lo regaño.

- Es tan sólo un cachorro -reí.

- Igual, sólo yo muerdo a mi princesa.

- ¡Hey! -chille.

- Lo siento -río.

- Hija, nos vamos con Pattie -mama se acercó nuevamente.

- Esta bien, vamos.

Justin entrelazo nuestras manos y en la otra mano tenía la correa del pequeño Justin, que andaba olfateando a cada momento.

- Hola ______(tn), ¿cómo estas? -Pattie me dio un beso en la mejilla.

- Genial ¿y usted? -conteste.

- Muy feliz -dijo mirando a Justin.

Entramos a mi auto y mama manejo, adelante de copiloto iba Pattie y en la parte trasera, los dos Justin y yo. Llegamos al restaurante y nos bajamos, cuando vi la puerta de la entrada/salida de este no se permitía entrar mascotas.

- Llévalo igual, no creo que te digan algo -hablo Justin.

- Esta bien.

Iba a caminar pero el me tomo de la mano y me dio vuelta, había quedado muy cerca de el, este chico me iba a volver loca.

- ¿No te olvidas de algo? -murmuro.

- No -negué.

- Entonces te recordare.

Tomo mis mejillas y me acerco a sus labios que eran totalmente suaves, el beso era algo rápido pero lo disfrutaba igual, Justin se separó de mi algo enojado.

- ¡Me orino! -grito mirando sus supras.

Mire sus supras y efectivamente estaban llenas de orina de perro, sin evitarlo una gran carcajada se me salió y Justin me miraba serio.

- No te rías -hizo pucheros.

- ¿Cómo quieres que no me ría? -reí.

- No lo se, pero entremos ya. Tengo hambre.

Entramos al restaurante y buscamos a nuestras mamás hasta que las encontramos, yo estaba alado de Justin y al frente mío se encontraba mama.

Pedimos y luego de veinte minutos la comida llego, se preguntarán como es que comía si tenía que sujetar al cachorro, pues lo amarre a la silla.