No me olvides •Editando•

"He terminado con esto"

No me olvides.
Capítulo 73.

Narra ______(tn):

Sentí que mis ojos se cristalizaron, oh no Smith, no llores, tienes que mantenerte fuerte. Maldito Justin.

- Justin -carraspeo Ryan.

- Dime -dijo mirando a Mary.

- Estamos acá, si no te haz dado cuenta -dijo Ryan.

- ¿Mary subamos? -pregunto Justin mientras le acariciaba la mejilla.

- ¡Eres un idiota! ¡Te odio! -grite.

- No me van ni me vienen tus malditas palabras -gruño Justin.

- ¿¡Sabes que!? Haz lo que quieras con tu puta vida.

- ¡Aleluya! Me vas a dejar tranquilo pequeña zorra -sonrió.

- ¡No soy ninguna zorra!

- ¿Te acuerdas de las promesas que te hice? Se pueden ir a la mierda, yo no te amo -río el.

Mis mejillas estaban llenas de lágrimas, y me ardían los ojos como el infierno, tenía un nudo en la garganta.

Busque desesperadamente en mi mochila el collar que le había comprado, adentro le había puesto una foto de los dos y una pequeña llave.

Se lo tire a Mary por la rabia y impotencia que tenía, le llego en la cabeza haciendo que ella chillara.

- Terminamos, quédate con Mary, acuéstate con todas las chicas que quieras, porque a mi la verdad, me da lo mismo -mentí.

- No mientas cariño, se que igual me amas -me miro divertido.

- ¡Andrew es mejor que tu pedazo de idiota! Poco a poco te voy a olvidar.

- Puta -murmuro.

- ¿Cómo me dijiste? -me acerque a el.

- Puta -repitió.

Le pegue una cachetada que hasta a mi me dolió, vi su mejilla, mi mano estaba marcada.

- Nadie me pega, ya verás -se levanto dejando a Mary alado.

- Yo lo hice -sonrió- Que pena cuando Pattie se entere de esto, ¿no? ¿Qué ejemplo le vas a dar a tus pequeños hermanos? Vales mierda, Bieber.

El iba a decir algo pero se quedo callado, le había dado con el tema más importante para el, sabía que lo que yo decía era cierto.

Estoy tan enojada, las lágrimas ya no caían, lo que estoy haciendo era lo correcto, si no me quería. ¿Qué más iba a hacer?

- Mary, vámonos -la agarro de la mano y salieron de la casa.

Apenas salieron caí de rodillas al suelo, y las lágrimas empezaron a caer nuevamente, el había conseguido lo que quería, estar sin mí.

- Vamos pequeña, no llores -susurro Ryan acariciando mi cabello.

- Yo lo amo -sollocé.

- Quizás el no era para ti.

- Para mi el era perfecto, Ryan. Amo sus malditos ojos mieles, los lunares que se encuentran en su rostro, su nariz recta, sus labios rosados, y su sonrisa. Todo, nadie lo va a remplazar, nadie -llore.

- Todo esto va a tener un arreglo ya verás.

- No Ryan. ¡No! El ya no me ama, fue directo conmigo y no le importo mis sentimientos.

- Yo hablare con el, ¿bueno? -me abrazo.

- No, déjalo tranquilo -respondí.

- ¿El collar que le diste era el que le habías comprado cuando se iba?