Capitulo 19: Desviación.

544 59 11
                                    

Nos dirigíamos a Dressrosa, el clima era tranquilo, pero de la nada una tormenta empezó a arreciar, con instrucciones de Gally nos movilizamos para mantener el barco en curso.

-¡¿Qué es esta tormenta tan repentina?!- gritó Cora-san. –Sé que es el Shinsekai, pero es absurdo, siempre una tormenta tiene indicios...-

-¡No importa, sólo sosténgase!- gritó Emiliano, el barco se mecía bruscamente.

Sin embargo la tormenta era terrible, un movimiento brusco logró hacer que me soltara, no podía equilibrarme.

Cora-san, se soltó, extendiendo su mano, yo la tomé, su idea era jalarme hacia el mástil, pero otro sacudón, nos sacó de balance a ambos, la tormenta estaba en nuestra contra y otro sacudón nos llevo a la borda, inevitablemente caímos, lo ultimo que vi fue la cara de preocupación de todos.

Narra Gally.

En segundos Medanne y Corazón desaparecieron Deuce fue detrás de ellos, Emiliano también quería ir, pero la tormenta mecía aún más bruscamente el barco, era imposible mantenerse en pie, no podía creerlo, el Sunny era un poderoso navío, ¿por qué de la nada sufrimos por esta tormenta?

-¡¿Qué hacemos?!- gritó Grace.

-¡No tenemos alternativa, debemos esperar, en este estado no podemos hacer nada!- respondí, hacía mucho frío.

Narra Medanne.

Caímos al mar, pero no tenía que perder el tiempo, Cora-san es un usuario, se ahogaría, así que abrí los ojos y lo buscaba desesperada, hasta que vi una sombra dirigirse a mi, era Deuce, quien traía a Cora-san, el sostenía la respiración, yo me agarré a mi amigo, quien nadaba bajó corriente, sabíamos muy bien que si subíamos nos enfrentaríamos a la tormenta, pero también teníamos el inconveniente del oxígeno, debíamos encontrar la manera de salir al aire libre.

Deuce nadaba lo más rápido posible, no sabíamos dónde estábamos, ni a donde nos dirigíamos, según Gally estabas cerca de una isla que no sabía cuál era, posiblemente estábamos cerca de ella.

Los minutos eran una eternidad, supongo que para Cora-san también, aparte de faltarle el aire, estaba débil, comenzaba a sentir pesar...

Narra Corazón.

Me desperté de golpe, estaba mojado y oscuro, me levante y observe una cueva, debe ser catacumbas, por la humedad que sentía.

Recordé los eventos del día anterior, me levante y busque a Medanne, me preocupé que no estuviera ahí.

-¡¿Medanne?!- escuche unas gotas de agua, prestando mi atención a la derecha, grave error, ahí estaba ella, sin blusa, pues la estaba exprimiendo, al parecer no me había escuchado, sentí la cara roja, y con cuidado de no hacer ruido me regresé.

Unos minutos después ella llegó, sus ropas seguían mojadas, pero ya no escurrían.

-Qué bueno que despiertas...- sonrió, y se acercó tocando mi frente. –¡¿Estas rojo, te sientes bien?!- cuestionó preocupada, yo aparte su mano con delicadeza.

-Si, estoy bien... ¿dónde estamos?- pregunte al mirar mi alrededor.

-No lo sé, Deuce encontró una cueva subterránea y nos metimos, la tormenta duro toda la noche, apenas amaneció y Deuce fue a explorar, nos dirá si podemos salir o no...- me explicaba, le tenía mucha confianza a esa boa.

-Gracias por ayudarme...- dije apenado, ser usuario era una lata.

-No te preocupes... aún no olvido que intentaste salvarme cuando Mugiwara me lanzó al mar... puedo confiar en ti plenamente...- pese a su mirada triste sonrío.

En ese momento la boa llegó, trayendo consigo una bolsa, Gally tenía razón, ese animal era muy inteligente.

-¡Deuce!- ella se levantó y fue acariciarlo, él dejo la bolsa en el suelo, la cual se abrió, dejando ver ropa, comida y lo que parece ser un boletín.

-Estamos cerca de una ciudad...- dije tomando el boletín, el cual hablaba de tres hombres, al parecer los reyes del lugar, con sus respectivas fotos: Nerón, Augusto y Caligula. Para lanzar este tipo de propaganda, habla de lo prepotentes que son, no me daban buena espina. –Tomemos la ropa y búsquenos un lugar donde quedarnos, tienen tu vivre card, eso los guiará a nosotros...-

-Tienes razón... ¿qué tan lejos estaremos?- cuestionó cruzándose de brazos.

-¿Qué tan rápido nada Deuce?- pregunte.

-¡Es muy veloz!- dijo con una sonrisa confiada.

-¡Eso no contesta mi pregunta!- dijo molesto por la respuesta. –Bueno da igual, tal vez mañana ya lleguen aquí...- voltee y ellos ya estaban comiendo. –¡Oigan!-

Después de comer, nos vestimos, era ropa muy tradicional, unos pantalones anchos negros y botas, así como una camisa blanca y chaleco rojo, con un pañuelo en el cuello.

Medanne era otra cosa, traía un hermoso vestido de color rojo, de falda amplia que le llegaba por debajo de las rodillas, con blusa blanca y un corcet negro de lazos rojos, entallando así su figura, su cabello lo ató en una cola alta, con un listón verde, con zapatos de tacón negros.

No sé cuánto tiempo me pasme, pero la mascota con su cola me cerro la boca, atónito le di la espalda.

-¡Ya estoy lista!- dijo con una amplia sonrisa. –Por cierto... ¿dónde estamos?- preguntó dudosa.

-Está es la isla Gaius...- dije mientras miraba el bolenti, la única isla que posee 3 reyes...- explique. –También llamados "los tres coleccionistas"...- curiosos apodos, sin duda algo no estaba bien.

-¿Coleccionistas, de qué?- preguntó curiosa.

-Aquí no dice, pero mejor no llamemos la atención, si nos llegan a ver querrán ganar una recompensa de casi 800 millones de berries...- dije preocupado, ella asintió.

Narradora.

La isla Gaius, posee una hermosa ciudad llena de restaurantes y entretenimientos nocturnos, su gente era amable y todos respetaban a sus actuales regentes, quienes tenían la obsesión de coleccionar cosas sorprendentes, cada uno tenía sus gustos.

Su palacio tenía forma de un coliseo romano, en sus pasillo, sus hombres llevaban a una mujer de alrededor de 30 años, delgada, ojos grandes y negros cabello rosa y andulado, traian un vestido estilo gótico, de colores negros y rojos, tenía una cara de fastidio, mientras sus manos tenían esposas de kairoseki.

-¡Malnacidos animales! ¡Con quien creen que se están metiendo!- exclamó furiosa, con voz grave.

Pero los hombres no le contestaban, caminaron hasta llegar a una gran puerta, la cual fue abierta y al ingresar, la dejaron caer de rodillas.

-¡Desgraciados!- exclamó, miro a los reyes, quienes estaban sentados en sus tronos, uno era robusto, el otro delgado y el último con ojos grandes, miraban felices a la mujer. –¿Acaso no saben de quién soy aliada?- gritó. –¡Cuando se enteren no quedará nada de ustedes... horohoro!- dijo con voz infantil.

-De hecho lo sabemos...- dijo el robusto, de ojos negros, poco cabello, vestido con una túnica blanca y morado, con ornamentos de oro.

-Pensamos detenidamente y tú eres la indicada para atraer a quienes realmente nos interesa... buajajaja- festejó el delgado, que traía un traje de batalla romano, de cabellos castaños y ojos verdes.

-Así que observemos que tan importante eres para ellos... Princesa fantasma...- carcajeo al final el de ojos grandes, de túnica roja y blanca y una corona de laureles de oro.

Narra Gally.

La tormenta termino al amacer, estábamos agotados y con frío, Grace preparó comida caliente, después de eso le pedí a Emiliano el vivre card de Medanne, encaminado el barco hacia esa ruta, nos alejaríamos un momento de la ruta a Dressrosa, pero era necesario, debíamos salvar a nuestra Capitán.

(One Piece) Princesa Pirata. 2a Temporada.Where stories live. Discover now