Isa

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—¡Mama, basta!

—¡Suficiente! —Dice con voz autoritaria.

Me cruzo de brazos y la miro con el ceño fruncido.

—Ahora me escuchas bien —indica, mientras se levanta de la silla para buscar una taza de té—, no sé cuales sean tus problemas con Ka, pero mejor que lo soluciones.

—No te comprendo —insisto.

—¿Acaso no escuchaste todo lo que te dije?

—Claro que sí, lo que no termino de comprender es porque de pronto quieres que arregle las cosas.

Mi madre niega con la cabeza, suspira como si perdiera la paciencia.

—Tienes que comprender que tienen obligaciones, eso es lo que a mí me importa. Comprendo que tengan diferencias, pero acabamos de llegar y tiene que solucionar esto como adultos. La función es en tres días, tienen que prepararse.

—No te voy a prometer nada.

Decido salir del lugar que utiliza como oficina, no tiene sentido seguir discutiendo sobre el tema, las dos somos demasiado obstinadas.

Sé que tengo una obligación con el Circo, la cual cumpliré. Con Ka no tenemos que hacer nada nuevo, hemos ensayado lo suficiente.

Lo que me preocupa, es como me veré afectada en el trapecio con su presencia. No puedo controlar los sentimientos tan puros, y él lo sabe.

Dejo salir el aire de mis pulmones, en un suspiro exagerado. Muevo mi cabeza para sacar la tensión mientras camino por el campamento.

Y me decido. Comienzo a correr, primero con lentitud, sin rumbo alguno. Luego mis pasos se vuelven firmes, mi respiración pesada y siento como mis músculos poco a poco se van despertando.

Es de noche, no pretendo alejarme demasiado, sé que eso sería algo peligroso. Me limito a recorrer el campamento, a rodear al tren y aumentar mi velocidad.

Correr me ayuda a distraer mi cabeza, aleja mis pensamientos y me da ideas nuevas; además de que logro descargar gran parte de la ansiedad que siento.

Mis pasos presionan firmes contra el duro suelo, avanzo, conectada totalmente con la Isa de mi interior.

Al cabo de un rato, me doy cuenta que esto no me está ayudando contra la frustración que siento.

Me detengo de golpe, mientras doy un alarido lleno de frustración. Mi pecho sube y baja con rapidez.

—Tienes que calmarte Isa —Me animo.

Decido que lo mejor es conectarme con mi lado místico. Así que me voy directo a la carpa de entrenamiento.

Al cruzar la puerta, mi cuerpo sabe con lo que va a conectarse, porque la magia comienza a cosquillar por debajo de mi piel. Sonrío porque me encanta esa sensación.

Muevo mis hombros en círculos para liberar la tensión que se ha apoderado de mi espalda.

No hay nadie por aquí, ya es tarde y muchos se preparan para madrugar mañana.

Yo por mi parte, no puedo dormir desde que pelee con Ka. Así que he puesto todo mi enojo en actividades físicas.

Decido no prender la luz principal, al contrario, enciendo los suaves focos de colores.

Voy hacia el lado izquierdo de la carpa y comienzo a subir la escalera. Por mi mente pasan aquellos días clandestinos donde realizar este tipo de actividad me generaba una adrenalina explosiva... o eso es lo que yo creía, cuando desconocía todo esto de la magia.

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⏰ Last updated: Feb 14, 2017 ⏰

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Equilibrio: Inseguridades #3.5Where stories live. Discover now