Emma

25 5 4
                                    

Me quedo unos segundos mirando por la ventana del comedor, la escena es muy bella. Areliz totalmente asombrada mientras que Calf la mira con intenso amor.

Por un instante el alma se me aprieta en el estómago, intento ignorar esas emociones tan dañinas.

Calf me pidió ayuda anoche para arreglar las cosas con Areliz; quería hacerlo con Isa, pero me dijo que no quería generar más conflictos, no sé muy bien a que se refiere. Luego me dijo que ella estaba ocupada entrenando.

Decidí brindarle mi ayuda; por muchas razones.

Pero eso no hace que mi dolor sea más leve. Joa también ha desaparecido, creí que sería un enojo del momento, pero hace dos días que no sé nada de él... solo lo veo a lo lejos y noto que se está escondiendo de mí.

Camino por el pasillo del vagón, directo a la puerta que da al exterior y bajo del tren. Camino por el campamento, dudando hacia dónde ir. El comedor, por supuesto, no es una opción...

El lugar está en silencio, las personas todavía no se despiertan. Solo algunos, aquellos que tiene obligaciones.

Es temprano para darles de comer a los animales; tampoco puedo ir a ver a Isa, porque está en la mitad de su ritual de descargar y no quiero ser la bolsa que reciba los golpes.

Sigo caminando, a filo del bosque, decidiendo si debería entrar a encontrar algo de calma... o quizás a llorar para descargar un poco de dolor de mi corazón.

Mientras intento debatir lo que debo hacer, puedo ver a Ka que se acerca corriendo desaforado. Su rostro lleno de preocupación. Al instante me alarmo y me acerco a él a grandes zancadas.

—¡Emma! —grita, preocupado.

Aligero el paso, para llegar a él.

—¿Qué es lo que ocurre? —Me tiembla la voz.

Por mi cabeza pasan miles de malas noticias, pero siento que no voy a estar preparada para lo que tenga que decirme.

Ka apoya sus manos en mis hombros, me sacude un poco.

—¿Anoche cerraste el hábitat de los animales?

Parpadeo con rapidez, intentando recordar cada uno de mis pasos; mi memoria trabaja como una maquina a todo vapor conectando cada uno de mis pasos.

Estaba con los animales cuando Calf apareció a pedirme ayuda, recuerdo con mucha claridad que pasamos un buen rato hablando, y viendo la manera para que él pueda llegar a Areliz. Salimos del lugar, para pedirle a Magg uno de sus mágicos té. Sé que cerré el lugar, porque tengo memoria de que Calf bromeó con que para ser algo pequeña tenía gran fuerza para mover la puerta.

—Sí, sí. —respondo, con voz temblorosa.

Ka abre los ojos, está demasiado preocupado. Eso me está alterando. El corazón se me está por salir por la garganta, quiero que hable, que me explique.

Edlyn me matará si se entera.

—¿Qué paso? —expreso, apresurada.

Está demasiado callado y eso me está asustando, imagino como se comerán mi pellejo...

—Ka por favor, habla —insisto—, Cyrano me va a matar...

Intento zafar de sus manos, pero me presiona y me detiene.

—Alguien abrió y se escaparon algunos.

—¿¡Qué!? —exploto.

Me muevo pero no me deja irme.

Equilibrio: Inseguridades #3.5Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ