Capítulo 34

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Sospechoso 6: Charlie Cotton

Nina miró a su objetivo caminar hasta el baño de hombres, lo vio entrar y caminó hacia la puerta para esperarlo. Aunque se mantuvo un poco alejada para que no se notara que estaba intencionalmente ahí; sacó su celular para poder actuar como si estuviese pendiente de otra cosa que no fuese la puerta del baño.

Lo vio salir y esperó a que pasase frente a ella para hablar:

—Hola Charlie—le dijo como si lo acabase de ver. Charlie se detuvo y volteó a verla extrañado de que Nina le hablase—. ¿Cómo estás? —el chico la miró confundido y un tanto desconcertado.

— ¿Me hablas a mí? —preguntó él. Ella le sonrió.

—Claro, te llamas Charlie—le sonrió. Él la miró confuso.

—Mmm—murmuró sin saber qué decirle. No quería quedar como un antipático pero no sabía por qué Nina le estaba hablando.

Ellos nunca habían hablado en todo el tiempo que él llevaba estudiando en el Instituto, por lo que ese repentino interés de ella, era sospechoso.

Ella se acercó a él.

— ¿Eres el que escribes las notas?

Ah, así que era eso.

Charlie bajó la mirada y negó rápido con su cabeza.

—No.

Nina supo que algo pasaba; normalmente todos los chicos le preguntaban de qué notas hablaba, él no, por lo que sabía algo sobre las notas ¿no?

— ¿Seguro Charlie? —volvió a preguntar esperando otra respuesta de su parte. Él sólo asintió—. Estas muy callado, ¿te sucede algo? —negó, esta vez la morena sacó una de las notas que le habían llegado del bolso y se la entregó—. ¿Fuiste tú?

Charlie tomó la nota con cuidado y la miró por un período de varios minutos sin decir una palabra, hasta que le devolvió la nota y elevó su mirada hacia ella.

—No sé quién es, de-debo irme—dijo y rápidamente se alejó de ella entrando a un salón esperando que ella no lo siguiese.

Nina analizó la situación, ¿por qué huía de ella? ¿Tal vez sí era el de las notas?

Regresó con los chicos, esta vez Bianca e Irene estaban con ellos. Bruno explicaba cómo su mamá y él habían hecho unos pasteles de vainilla y fresa para el cumpleaños de su perro su papá mientras que Alan se reía y las otras dos chicas escuchaban atentamente.

—Iba a invitar a mi papá pero luego mi mamá se puso como nostálgica y preferí que por su bien, él no vendría y sólo se lo daríamos de sorpresa—todos asintieron. El moreno volteó a verla— ¿Qué sucedió con Charlie?

—Huyó.

—Todos huyen —dijo Irene bromeando—. Eres un repelente—Nina suspiró cansada y se sentó con ellos—. ¿Creen que Charlie es?

—No parece del tipo que escribe—dijo Bruno.

—Yo nunca he hablado con Charlie, así que no sabría decirte cómo es—comentó Irene, Bianca asintió también concordando con el comentario de su mejor amiga.

—Pero huyó.

—Charlie siempre huye, es extremadamente tímido—dijo Alan—. No es un tema personal.

—Pero...

—Nina, si el chico quiere algo contigo, te buscará—continuó Alan—. No es ninguno de lo que le has preguntado. Si el chico ve que todo está a su favor y aun así no se acerca es porque no quiere hacerlo; al menos no ahora.

Ella pudo entender a qué se refería Alan, pero una parte de ella quería encontrar al responsable de sus pequeñas sonrisas cada tarde. Y no quería detenerse.

Era encontrarlo o encontrarlo. No tenía opciones.

Y Charlie todavía no se salvaba de ella.  

Creí que era para míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora