cuatro

55.2K 6K 5.7K
                                    







jungkook.


Decir que estaba molesto era decirlo de buenas maneras. Tres corridas a por café, cinco a ir a imprimir y cuatro recados en las últimas dos horas. ¿Y cuál era la causa de todo esto? Su molesto sexy y psicótico jefe, Kim Taehyung.

Estaba volviendo de la sala de descanso con un capuccino en la mano derecha y en la izquierda unos papeles. Justo cuando se acerca a la oficina de Taehyung, el pomo de la puerta se abre y Jungkook se esconde detrás de una planta de plástico.

Como una bofetada en la cara, Piper McPuta sale de la oficina de Taehyung, con el pelo alborotado y su blusa un poco desabrochada de más. Frunce el ceño y ve como se va.

Jungkook entra en la oficina de Taehyung minutos después, solo su apariencia estaba diferente. Su camisa estaba desabrochada unos cuantos botones, lo suficiente como para dejar ver su clavícula.  Mira a su jefe a través de su flequillo y se para en frente de su escritorio.

-Tu bebida. –dice con indiferencia, dejando el capuccino de Taehyung en frente de él. Moviéndose a un lado del escritorio, se apoya en él con las piernas cruzadas. Moviendo en el aire los papeles que llevaba con el labio inferior entre sus dientes, mira a Taehyung. –Y aquí están tus, muy importantes, confidenciales archivos. –deja el papeleo encima de su mesa, amando la manera en la que Taehyung le mira. Todo pensamiento sobre Piper debería estar fuera de su cabeza ahora.

-Gracias, Jungkook. –dice Taehyung, su mirada parándose en su pecho antes de hacer contacto con sus ojos. Jungkook suelta una risita.

-Sabes, no me importa. –Taehyung parpadea confuso cuando Jungkook se acerca a él. –Puedes revisarme si quieres.

-No lo estaba haciendo. –se defiende inmediatamente, con los ojos abiertos y sus mejillas rojas. El color contrastaba perfectamente con el tono de su piel y Jungkook ladea su cabeza.

-¿Crees que soy guapo?

-¿Perdón? –balbucea, cogiendo los papeles de su mesa y apilándolos sin significado alguno.- ¿Por qué querrías – por qué quieres saberlo?

-Sólo curiosidad. –tararea, mirando sus uñas que están sobre su rodilla. Le costó bastante no sonreír, y se muerde el interior de la mejilla.

-Sí... Eres guapo. –murmura Taehyung, y Jungkook disfruta todos y cada uno de sus movimientos nerviosos. Su jefe se levanta y se aclara la garganta.

-Tengo que ir a una reunión. Ojalá pudiera quedarme para poder aumentar tu ego aún más, pero si me perdonas. –Taehyung pasa por el lado de su asistente, dejándolo ahí, congelado. Jungkook se siente un poco ofendido, pero también encuentra terriblemente atractivo que no aguantara sus tonterías.

La mano del mayor estaba en el pomo de la puerta cuando sintió un tirón en su manga. Mira por encima de su hombro y ve a Jungkook cogiendo su muñeca y rascándose la nuca.

-Lo siento hyung. –dice,y le toma por sorpresa oírle decir eso. –Quédate quieto.

Taehyung da un paso para atrás cuando Jungkook se echa hacia delante, pero se queda quieto después de eso. Jungkook agarra su corbata y tira de ella.

Se da cuenta de que Jungkook está arreglando la corbata y sus hombros se relajan. Mientras tanto, Jungkook estaba intentando concentrarse en su corbata en vez de en los intimidantes ojos marrones que le estaban mirando fijamente.

Cuando termina, sonríe levemente y mira hacia arriba. Sus labios tiemblan, cuando de repente el entorno ha cambiado. Estaban en la habitación de Jungkook, y el pelo de Taehyung estaba un castaño más claro y parecía tener unos cuantos años menos.

-Daddy se va a trabajar. –Taehyung sonríe y lo mira. –Sé un buen chico y te daré un premio cuando llegue a casa.

Las mejillas de Jungkook se ponen rojas de vergüenza y su respiración se acelera cuando Taehyung se echa hacia delante y cierra los ojos. Siente levemente el contacto de sus labios antes de volver a la realidad, el pensamiento desvaneciéndose y el verdadero Taehyung mirándole preocupado.

-¿Jungkook? –agarra sus hombros y lo menea levemente. Jungkook parpadea y da un paso atrás, sintiendo su cabeza llena de recuerdos estropeados.

-Lo siento. –recupera la compostura y ofrece una media sonrisa. –Me duele un poco la cabeza. Ve a tu reunión antes de que llegues tarde.

Taehyung le da una mirada arrepentida antes de desaparecer de la oficina. Cayendo al sofá, hace una mueca de dolor y sostiene su cabeza.

Vuelve pronto.

Esas dos palabras hacían eco en su mente. ¿Por qué sentía que había hecho esto antes?... ¿Lo había hecho?





-Hey Jimin. –Jungkook suspira, dejando sus galletitas saladas con forma de animales encima de su escritorio y sentándose. Jimin murmura un "hola" con su boca llena de sándwich.

Una vez que se traga la comida, le sonríe.

-¿Cómo te está tratando la vida de oficina?

-Es raro. –coge una galletita con forma de elefante de la bolsa y se la lleva a la boca. –Mi jefe está muy bueno. Pero cada vez que hago algo, me rechaza.

-Eso no es muy raro. –Jimin ríe. –No eres el tipo de todo el mundo, ¿sabes?

-Lo que sea. –murmura y mastica enfadado su almuerzo. –Pero he estado teniendo migrañas y esos flashback raros durante el día. Y no suelo tenerlos en casa.

Por una vez, Jimin estaba callado, comiendo su sándwich en silencio. Jungkook vio esto extraño y lanza una galletita a su pezón.

-Tetitas de azúcar, para de ser raro. ¿Qué pasa?

-Nada. –se encoge de hombros y dirige su atención al ordenador. –Sólo estoy preocupado por tu salud. ¿Quizás estás trabajando demasiado?

-Sí, apuesto que las corridas a por el café lo está fastidiando. –Yoongi aparece de detrás de la pared divisoria y la cara de Jimin se ilumina. Mientras tanto Jungkook pone los ojos en blanco ante el comentario de Yoongi y se levanta para irse.

Yoongi se agacha y le da un beso a Jimin antes de guiñarle un ojo a Jungkook y decirle: "puedes irte ahora". Obedeciendo felizmente, Jungkook se va, y camina hacia el ascensor.

Iba con tanta prisa que empuja a una persona que estaba esperando al ascensor primero y entra dentro. Dándose la vuelta para disculparse, su boca se abre al ver al familiar, no uno, si no dos chicos.

-Jungkook.

-Conejito.

Jungkook arruga la nariz ante el segundo apodo, y le sorprende que haya salido de la boca de Jung Hoseok. Los otros dos hombres se suben al ascensor y las puertas se cierran lentamente.

-Hobi, este es Jungkook. –dice Taehyung rápidamente, haciendo un gesto ante el incómodo joven en la esquina. Hoseok sonríe y lo saluda con la mano.

-Mi ex me ha dicho que eres su nuevo asistente. –Hoseok hace un gesto con la cabeza, mientras que Taehyung lo fulmina con la mirada.

En cambio, Jungkook estaba concentrado en la única palabra que le destacó.

Ex?

obeying daddy » taekook {esp} cancelada. WARNING: +18Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt