Nos descubrieron

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Capítulo seis

León

Gia de nuevo me había dejado el desayuno, esta era la tercera mañana consecutiva que hacía eso, se lo agradecía tanto que hasta quería dedicarle un gol en mi próximo juego, pero tampoco quería que se acostumbrara a eso ya que ella no debía estar haciéndome el desayuno o la cena, ella ni siquiera debería estar involucrada conmigo porque si algo salía mal ella también sería perjudicada por mi culpa, por ser mi “cómplice”.

Pensé en cosas bonitas y disfruté de un delicioso desayuno, había pasado mucho tiempo desde que había comido un desayuno tan elegante y completo, Gia siendo tan delgada no sabía cómo podía comer todo eso.

Hice un par de tareas que tenía pendientes, cuidé a mi hijo y esperé hasta que Alissa llegara para poder empezar a prepararme para las clases.

Llegó con un buen humor, a mi me saludó normal pero al pequeño le hizo toda clase de cariñitos que parecía como si ella fuera su mamá.

Por cierto, aun no pensaba un nombre para el bebé.

—¿Un nombre? —preguntó Alissa volteando a verme con severidad—. ¿Me estás diciendo que aun no has nombrado al bebé?

—Bueno —me encogí de hombros—. Aun no lo hemos pensado mucho, cada vez que le digo a Gia empezamos a discutir por los nombres.

—¿Con Gia? —me preguntó divertida—. ¿Hablas sobre el nombre de TÚ hijo con Gia? —asentí lentamente al entender que podía parecer extraño hacer eso—. Parecen una pareja de casados, hasta te prepara el desayuno.

Fruncí el ceño.

—¿Cómo lo sabes?

—Vamos, León —torció los ojos—. A ti hasta el agua se te quema, he visto sobras de comida completamente libres de quemaduras y eso significa una de dos cosas; que mágicamente aprendiste a cocinar o que Gia te hace la comida.

Alissa tenía razón, en el orfanato nunca me había destacado por ser un buen cocinero, me destaqué en aprendizaje, en actividades que requirieran esfuerzo físico pero jamás en la cocina, una vez intenté ayudar a hacer un pastel de cumpleaños y los bomberos tuvieron que acudir al orfanato…

—Gia me agrada mucho —dijo Alissa sonriendo—. Así que es mejor que no te involucres de manera sentimental con ella…

—Wow, alto —coloqué mis manos frente a mí en señal de “stop”—. Gia y yo no tenemos esa clase de relación, nunca la he visto de esa manera y al parecer a ella le gusta alguien. Nosotros más bien somos como dos hermanos con mala relación pero que aun así se ayudan. Sólo eso.

—¿A Gia le gusta un chico? —su sonrisa me encandiló—. De seguro es muy amable y guapo. A ella le gustan los chicos así.

No quería saber qué clase de pláticas tenían esas dos chicas mientras yo no estaba así que decidí ignorarla y seguir alistándome para mis clases.

* * *

Las clases cada vez eran más cansadas, los profesores dejaban el doble de tarea o hacían exámenes sorpresas, tal vez siempre habían sido de esa forma pero ahora las sentía así porque tenía que preocuparme por cosas que los semestres pasados no lo hacía, mi hijo por ejemplo.

Por suerte mis calificaciones seguían estando intactas, seguía siendo el primero de la clase y en los entrenamientos rendía cada vez más. Ninguno de mis “amigos” notaba mi repentino alejamiento de las chicas y las noches de fiestas y si lo notaban no me decían, bueno a excepción de Adrián, él notaba cada movimiento de mí.

Kiss me, baby (KMB Libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora