Capitulo 36

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“Asesina” ¡Asesina! ¡Asesina!

¡No! ¡Yo no lo quise matar! Yo no quería….

~ Laura despierta, estas vocecitas ya me están molestando a mi ~

-Laura, Laura despierta –Empecé abrir lentamente los ojos hasta toparme con la mirada de Justin. Sentía mis ojos hinchados, mis mejillas estaban mojadas.- ¿Estas bien? –Yo asentí levemente y me senté en la cama. Pase mis manos por los ojos quitando las lágrimas que quedaban y secando mis mejillas. Me dolía la cabeza, seria por estar llorando ayer.

Levanté mí vista hacia el techo y me sorprendí al ver que la palabra asesina estaba tachada, parecía que la había pintado con aerosol negro enzima.

-¿Tú hiciste eso?-Le pregunté a Justin sin apartar mi mirada del techo.

-Sí –giré mi mirada hacia él que también miraba el techo. Tenía las manos manchadas de negro

-Gracias –le sonreí. Él giró su mirada hacia mí, tenía una mirada seria. –Pasa algo, Justin….-Justin se sentó a mi lado y me tomó de la mano.

-No tienes por qué culparte de la muerte de tu padre, no fue tu culpa.

Yo lo veía sin expresión alguna, no quería hablar de la muerte de mi padre, aunque sabía que todo era mi culpa…

Yo hice un esfuerzo por sonreír y tratar que Justin se tranquilizara.

-No te preocupes –sonreí –No pasa nada… -sentía ese nudo en la garganta 

Justin se le veía serio pero con una expresión triste en la cara.

-¿Vamos a desayunar? –le pregunté alborotando su cabello y sonriendo. No quería tener más tensión de lo usual

Me levanté de la cama dirigiéndome a la puerta, pero Justin me detuvo

-¿Qué pasa? –le pregunté mirándolo a los ojos, él también mantuvo un momento su mirada junto con la mía.

-¿Qué quieres para desayunar? –me preguntó él sonriendo levemente. 

-Quiero huevos revueltos –Lo miré seria haciendo que se riera.

-Bueno, pero primero cámbiate, aun pareces muñeca

“Así pareces muñeca de porcelana”

Se me vino a la mente las palabras de Martín, ahora que lo pienso ayer cuando nos dio las rosas a Kim y a mí.  A Kim le dio la rosa fucsia pero a mí me dio la roja… Bueno debe ser una coincidencia.

Justin salió de la habitación dejándome sola.

Me quedé mirando un momento la rosa de Martín, algo me tenía intrigada, pero no sabía qué. Me acerqué a está tomándola y observándola más de cerca. Después de unos segundos la volví a dejar en el florero y me dirigí al estante de ropa.

 ***

Tuvimos que desayunar los dos solos ya que mamá y Tom no estaban en casa.

Creerán que ellos no trabajan, pues mamá si trabaja pero estos últimos días no ha hecho nada más que holgazanear con Tom. Mamá trabaja de costurera para una compañía de moda, así que no tiene mucho trabajo porque siempre entrega sus trabajos antes.

Estábamos sentados en la mesa redonda que queda frente al ventanal que hacía que entrara la luz del sol, dando calor a la mañana.

Era domingo así no había nada que hacer… Mañana había escuela y tenía que ponerme al día…

Nerd a la vista de todos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora