Capitulo 26

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-Oye Kim, ¿Que hacemos aquí? -dije abriendo muy grande los ojos, al ver su jet encima de nosotras

-Vamos a dar un pequeño paseo –me dio una sonrisa e hizo señas para que el jet bajara la escalera.

-Oye... ¿Y la escuela?

-Después mi papá lo explica -dijo mientras atrapaba la escalera. - Ya sube rápido

-Bueno, bueno -me subí a la escalera con un poco de miedo, pero lo hice. Luego ella subió –Bueno y ¿Adónde vamos?

-Te va a gustar –Le dio la orden al piloto y partimos.

 Durante el vuelo, el cual duró como una hora, comimos un montón de aperitivos, en su mayoría dulces, hasta que por fin llegamos.

Nos subimos a un auto el cual tenía las ventanas negras y no se podía ver nada hacia afuera.

-Kim, ya dime a donde vamos

-Bueno, es un lugar de relajación el cual te va a gustar mucho. –Estaba con una sonrisa de oreja a oreja.

-Oye ¿Estamos aún en el país cierto?

-Sí, o ¿querías ir a otro? –Me dio una mirada de preocupada.

-No, no así está bien –dije entre una risa fingida.

-Okey –dijo, desviando su mirada a su celular.

El auto se detuvo de repente, lo cual hizo que me pegara en  nariz fuerte

-Auch –me toque la nariz con una mano mientras que con la otra me sostenía

Miré a Kim por un momento, tenía la cara pegada al asiento mientras que con sus manos buscaba en el suelo su celular

-Laura, Laura…. –dijo asustada.

-Está debajo de tu pie.

-Aaa gracias – ¡se repuso de inmediato! ¿Cómo no le dolió? Ella estaba acariciando a su celular ¡como si fuera un bebé!

Abrí la ventana para ver en donde estábamos, se veía todo desierto, hacía mucho frio! Vi las montañas cubierta por una hermosa nieve, la cual resaltaba el cielo nublado en ese instante.

-Kim, ¿En dónde estamos?

-En los Andes –ella miraba su celular despreocupada

-¿Cómo que en los Andes? –me acerque nuevamente a la ventana maravillada por aquel hermoso paisaje.

-Oye Laura, ponte esto.

Me voltee y vi un traje para la nieve color rosado.

-¿Por qué rosado?

-Porque yo quiero el celeste –dijo sonriendo –Ya póntelo.

-Okey

Me costó ponerme el traje ya que era un poco apretado, pero logre ponérmelo.

El auto comenzó a andar por unos minutos, luego se detuvo nuevamente pero esta vez de manera suave.

-¡Llegamos! –Kim se veía alegre, era raro verla así, ya que no estamos cerca de la tecnología.

-Oye Kim, no estás muy alegre solo por la nieve.

-Es que no es solo la nieve –dije mordiéndose los labio en forma de alegría.

¿Cómo que no solo es la nieve?

Kim se miró en el espejo por un momento, poniéndose maquillaje y arreglándose el cabello.

-Te voy a presentar a alguien –dijo guardando su espejo y mirándome

-¿Alguien?

Esto no suena bonito.

-Te va a gustar, es rubio, alto y además es ¡rico! –Dijo con alegría mirando hacia arriba –además te va ayudar a olvidarte de Justin y Daniel por ahora.

Se me había olvidado ese incidente, me deprimí enseguida por aquel comentario, recordé la forma en que los trate, sé que no fue muy buena, pero ya no quiero que jueguen así conmigo.

Recostee mi cabeza en el asiento por un momento haciéndome hacia atrás y poniendo mis manos en la cara.

-Oye Laura –Kim puso sus manos junto las mías. –Daniel y Justin no lo hicieron para  molestarte, te lo aseguro, lo último que querían es hacerte es daño. –me dio una sonrisa acogedora la cual me animo.

-Si entiendo, luego les pediré disculpas –le devolví la sonrisa haciendo que ella me abrazara.

-Bueno dejando eso de lado, te va gustar mucho este niño.

Cuando Kim dice que me va a gustar, eso trae problemas.

Kim se bajó del auto antes que yo, yo me acomode bien el cabello ya que parecía una bola toda desordenada. Cuando estaba terminando de arreglarme Kim abre la puerta de golpe.

-¡Laura! Él es el niño del que te hable cierto que es lindo.

-Hola

~Oye esa voz me suena~

A mí también

Mire hacia arriba y era el niño de la pelea del otro día, ¿cómo se llamaba?

~Martin!~

-Martin! –dije sorprendida

Martin también me miro raro, pero luego me sonrió

-¿Cómo has estado? –dijo dándome una sonrisa

-Bien –dije nerviosa, luego mire a Kim quien estaba boquiabierta

-¡Oye Laura! –se veía enojada – ¡Porque siempre te quedas los niños buenos! –dijo cruzándose de brazos

-¡Oye que no es mío! –dije levantándome de repente, cuando me acorde que se me olvido amarrar mi agujeta de la bota, ya estaba de boca en el piso

Martin se apresuró en ayudarme igual que Kim

-Oye, por lómenos acuérdate de amarrar tus agujetas –me dijo Martin

-¡Laura! ¿Por qué siempre te caes?

Mire a Kim con odio por unos segundos

-Porque estaba probando la gravedad –le di una sonrisa irónica

-Sí, ya entendí –dijo girando los ojos ayudándome a levantar.

-Bueno, ya no me importa si te quedas con Justin, pero este es mío –dijo acercándose a su brazo

-Oye Kim, que yo no soy de nadie –dijo alejándola de su brazo –Bueno Laura, ¿Vamos?

-Yo me quedo con Kim –dije mirándola, pero antes que me diera cuenta Kim ya se estaba yendo con Martin hacia la colina.

-Oye Kim espérame

-Apúrate –dijo mirando a Martin por un buen rato

~Por lo menos no estas cerca de Justin~

Dix

~ ¿Qué?~

¡Cállate!

Me golpeé la cabeza con la mano

~ ¿Sabes que no me duele?~

Por el dolor que ciento me doy cuenta, tengo que pensar en otra manera de torturarte.

~Burra~

Dix te voy a….

~Mejor apúrate que te dejan atrás~

Cierto.

Me encaminé hacia la montaña mientras que Kim iba muy, muy adelante!

~A correr~

Si se

Agarré un poco de aire y empecé a correr

Nerd a la vista de todos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora