Capitulo 30 *SIN EDICIÓN

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Mucha gente lloraba, otra solo se mantenía en silencio. Harry sintió una manos empujarlo hacia adelante. La gente quería escuchar su discurso para su madre.

-Vamos Harry, tienes que hacerlo.- susurró Zayn mientras le indicaba que fuera hacia su padre.

Harry no había tenido cabeza para escribir un discurso, o para al menos planteárselo, aun así caminó y cuando quedó a un lado de su padre toda la gente estuvo en silencio, esperando que comenzara a hablar.

Observó todo el lugar, caras que nunca había visto en la vida lloraban por su madre, no tenía idea de que decir. Pronto observó a Louis, que se encontraba en una esquina del jardín, sonriéndole.

No paso ni un minuto más, cuando Harry comenzó a hablar.

-¿Sabrás mi nombre si te encuentro en el lugar a donde van los que mueren? ¿Será lo mismo? – la gente lo veía un poco extrañada, no era un discurso común. –Debo ser fuerte y continuar. Pero si soy sincero estoy muy asustado. Pero por favor, escapa un momento de donde estés, y finjamos que esto no ha terminado, que tú sigues aquí, y que me abrasas de nuevo. Te prometí que lo haría, y lo lograre mamá. Te amo, nos vemos pronto. Esto no es el funeral de Anne, es el funeral de mi rosa.

No había ni un solo ruido, todos seguían extrañados por aquellas palabras que Harry había mencionado, pronto se escuchó un aplauso luego dos, y después miles.

Harry observaba directamente a Louis, tenía la cara inundada de lágrimas, pero aun así tenia que continuar la ceremonia.

Su padre lo abrazó por el hombro y comenzó a caminar hacia el ataúd.

Se encontraba cerrado por fortuna de Harry, no quería ver a su madre muerta. Quería recordarla como era en vida y no toda fría y blanca como seguro lo estaría ahora.

Cuatro hombres cargaron el ataúd por cada esquina y comenzaron a caminar mientras los tambores sonaban, la gente los seguía hasta llegar a donde seria enterrada.

Harry se alejó de su padre y fue hacia Louis, que estaba detrás de toda esa gente.

-¿Qué haces aquí? Debes de estar adelante con tu padre y darle un último adiós- susurró Louis mirando si alguien los observaba.

-No me importa, en estos momentos te necesito y no me importa quién me pueda ver.- comentó Harry tomando la mano de Louis y entrelazando sus dedos.

Louis se tensó demasiado. Pero a cabo de unos segundos notó que nadie les prestaba atención, todos se encontraba concentrados en como bajan el ataúd por aquel agujero en la tierra.

Zayn notó que se encontraban agarrados de la mano, así que se acercó para tratar de cubrirlos.

El ataúd ya se encontraba hasta el fondo,  su padre tomó un puño de tierra y lo aventó al él, para que comenzara el entierro.

Harry apretó demasiado la mano de Louis y su respiración comenzó a alterarse, ya no quería llorar, pero no lo podía evitar.

-Tranquilo amor, estoy aquí.- susurró Louis en su oído, intentando calmarlo.

-Nunca había sabido que cuando un sepulcro se cierra, entierra dos corazones en un mismo ataúd.- habló Harry con la voz rota y se recargó en Louis mientras lloraba.

Louis no tuvo palabras para decir después de aquel verso, era tan real el dolor de su pequeño que le dolía.

La noche llegó después del día más largo que Harry había vivido nunca. El funeral terminó. Los invitados se quedaron unas horas más acompañando a su padre.

Harry y Zayn se encontraban sentados en la sala principal. Su padre poco a poco fue despidiéndose de los invitados y al terminar mencionó las primeras palabras hacia Harry del día. -Creo que iré a dormir, tu deberías hacer lo mismo hijo, ha sido un día difícil para ambos.

Harry ni siquiera lo miró. Su padre salió de la habitación.

-Deberías hacerle caso a tu padre Harry, ve a dormir, lo necesitas. – mencionó Zayn levantándose  del sillón y ofreciéndole su mano.

-Gracias Zayn, pero antes debo ver a Louis. – intentó darle una sonrisa pero fue imposible, sus lagrimas no habían parado de salir desde la mañana.

-Está bien Harry, te quiero mucho.

-Yo también Zayn, gracias.

Harry se levantó y caminó hacia el garaje, al entrar ahí cerró la puerta, se sentía tan seguro estando ahí dentro, sentía como si su dolor disminuyera, se calamara por un tiempo.

Ese lugar era demasiado significativo para él, era como el lugar en donde Louis y él podían estar juntos sin temer a que alguien los viera.

Tocó la puerta de la habitación de Louis y este al instante abrió recibiéndolo con un abrazo. -Amor estaba a punto de ir a buscarte. –habló depositando un corto beso sobre los labios de Harry.

-Creo que te eh ganado.- habló Harry sin ánimos.

Louis lo miró con ternura y tristeza a la vez. -Oh bebe no sabes cómo ...- Harry lo interrumpió.

-Necesito hablar contigo Lou.- comentó entrando a la habitación y cerrando la puerta tras él.

-Si dime amor...- mencionó Louis un poco extrañado.

-Escapa conmigo.

-¿Qué?

-Escapa conmigo.

-¿Estás loco? ¿De qué viviríamos?

-De amor, escapa conmigo.

Louis tragó saliva al escuchar esa petición. Él era más grande y sabía perfectamente los riegos que eso implicaba, sabía que no sería fácil. -Pero Harry... mi familia, ¿como los voy a dejar en este infierno?- preguntó sin mirar a Harry.

-Las llevaremos con nosotros, yo los protegeré Louis, por favor no me niegues la oportunidad de ser feliz contigo por el resto de mis días. –Harry sintió un calambre por todo su cuerpo, esa escena era la misma de 3 años atrás, cuando William le pedía a su madre que escaparan juntos.

-Te amo Harry.- habló Louis entregándose a sus labios, Harry lo tomó entre sus brazos, abrazándolo como si alguien quisiera quitárselo.

- Se muy bien lo que quiero en la vida, y eso está parado justo enfrente de mí. –Dijo Harry al terminar el beso.- si no es lo mismo para ti solo dímelo.

Louis lo miró y sonrió al ver tanta inocencia en una sola persona. -Quiero pasar el resto de mi vida contigo.- mencionó con una gran sonrisa.

-Yo no solo lo quiere, también lo necesito.- susurró Harry volviendo a unir sus labios.

Lo único que quedaba para ambos era esperar la oportunidad perfecta para irse de aquel infierno que ambos vivían.

Ya era hora de que pudieran ser felices, Harry levantó a Louis con sus brazos y lo miró con una sonrisa. Esta vez no fue una sonrisa rota como todas las que había dado durante el día, esta vez sí era verdadera.

-Mi pequeño...- susurró Louis acariciando su cara. – no es justo que hayas llorado tanto, tu no lo mereces...

-Lo merezco Louis, yo arruine su vida.- habló mientras lo bajaba de nuevo al piso.

-No amor, es completamente imposible que tú arruines la vida de alguien, sabes que ella te amaba, incluso más de lo que yo te amo a ti.- Se acercó a su cara y dio dos cortos besitos en cada parpado de Harry. -Todo estará bien amor.- mencionó y esta vez besó su boca, muy lento y delicado, no quería lastimarlo en lo más mínimo, después de unos minutos lo recostó en su cama sin parar el beso.

Tenía que demostrarle lo mucho que lo amaba en ese momento.

Eres Mi Religion. (Larry Stylinson) *EN EDICIÓN* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora