Capitulo 29 *SIN EDICIÓN

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Harry pudo escuchar perfectamente el sonido de su corazón al romperse. No lo podía creer, lo que Sofía decía no era cierto. No podía haber muerto.

Todo en su cabeza se nubló, sintió unas manos ayudándolo a mantenerse de pie. Sin embargo el dolor que sentía era demasiado intenso, pulsante y lo aturdía. No pasó mucho tiempo antes de que perdiera el sentido de la razón.

Despertó de el desmayo cuando ya todo estaba más calmado, estaba en su cama y a un costado se encontraba Zayn, él se sorprendió mucho cuando lo vio despertar y se acerco a él lentamente.

Harry se encontraba mirando al piso. Aun intentaba asimilar la noticia que le acababan de dar.

Narra Harry.

Todo era una mentira, una maldita mentira. Mi cabeza daba vueltas y sentía como si me hubiera drogado mucho. No quería escuchar a nadie, sabía que si hablaban me dirían lo que no quería escuchar, ¿por qué jugaban de esa manera conmigo? ¡No podían llegar y decirme eso simplemente!

Mis ojos comenzaron ha cristalizarse al recordar las palabras de Sofía. Mi respiración se agitó y comencé a moverme demasiado al respirar. Escondí mi rostro entre las sabanas al no querer que Zayn notara mis lágrimas.

-Lo siento tanto Harry.- susurró colocando la palma de su mano sobre mi hombro.

-¡DEJAME!- grité moviéndome de su tacto alterado.

-Tranquilo Harry, todo estará bien...- volvió a intentar abrazarme.

-¡DEJAME! ¿PORQUE ME MIENTEN? ¡ESO NO ES VERDAD!- comencé a gritar mientras me paraba de la cama. – ¡LARGATE! ¡DEJAME SOLO! – lo miré con demasiado coraje.

Zayn se quedó en silencio, me miraba con demasiada tristeza.

-Déjame...-susurré mientras me tiraba al suelo y comenzaba a llorar. – Déjame Zayn, eso no es verdad, no es verdad, no es verdad...- Zayn se sentó a un lado mío y me abrazó mientras yo lloraba. –dime que no es verdad Zayn... dímelo por favor...- mi voz apenas se podía escuchar gracias al llanto.

Zayn me abrazó más fuerte, pero no dijo nada.

Me derrumbé por completo, su silencio me estaba confirmando que era verdad lo que había ocurrido.

Lloré por horas y horas y horas. Zayn nunca mencionó una palabra, solo acariciaba mi cabello y me regalo su hombro para poder llorar sobre él.

Después de que sentí que en mi cuerpo no quedaba una sola gota de agua, me puse de pie y salí de mi habitación para dirigirme a la suya. Zayn me gritó desde mi habitación, pero no lo escuche y continúe con mi camino. La casa se encontraba completamente apagada. Era mañana, pero aun así se veía obscura. Llegué hasta su habitación y me encerré en ella.

Me quedé en silencio por unos minutos, respirando cada partícula de su cuerpo que se encontraba en ella. Me acerqué a la cama que se encontraba destendida. Su ropa estaba tirada por todas partes y a un costado de la cama se encontraban varios frascos vacios de somníferos (patillas que te ayudan a dormir, si las tomas en una dosis exagerada te causan la muerte). Tomé uno entre mis manos y después lo lancé contra la pared gritando de coraje. Esas cosas la habían matado.

Toqué su cama con la palma de mis manos, su calor seguía en ella, me metí a la cama y me cubrí con sus cobijas, aspiré todo su olor, no habían pasado más de 5 horas desde que se había ido y yo ya la extrañaba con cada parte de mi cuerpo.

"Fue ayer cuando vi tu cara, cuando escuche tu voz. ¡No era posible, no era justo que llegaran a decirme que habías muerto! ¡Tú me acababas de decir que me amabas! ¡Eso no se le hace a una persona a la que se le ama! ¡No se le abandona en medio de la guerra y la mierda de los nazis!

Eres Mi Religion. (Larry Stylinson) *EN EDICIÓN* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora