Capítulo 6 *EDITADO

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Capítulo 6


Despertó. Sentía un terrible dolor en su pierna, sin embargo debía levantarse y fingir que no pasaba nada. Era domingo, los domingos solía desayunar junto con toda su familia en el comedor principal.

Dejó salir un suspiro y se levantó muy lentamente, yendo con mucho cuidado hacia el cuarto de baño, para posteriormente abrir la lleva de agua y llenar la bañera.

Comenzó desnudarse poco a poco para después adentrarse al agua caliente. Aún tenía demasiado sueño, no había podido dormir mucho tiempo después de esa ida al campo de concentración que había tenido junto con Louis.

Mientras enjabonaba su cuerpo, miró la herida en su pierna y sintió una sensación revolver su estómago. Llevó su mano hacia la zona lastimada y la acarició suavemente, recordando la manera en la que Louis lo había ayudado la noche anterior.

Estaba enloqueciendo por ese hombre y comenzaba a sentir un mínimo de preocupación por aquello, estaba convencido de que no se sentía igual que antes, esta vez era algo más mental que físico.

Harry estaba más nervioso que nunca por el tema de su padre. Le preocupaba la idea de que éste le pudiera hacer algo a Louis si cometía cualquier error durante el desayuno.

El comandante Styles era un hombre muy exigente, aprovechaba cualquier mínimo error para deshacerse de algún judío, y para desgracia del rizado, Louis era uno de ellos.

Salió de la bañera después de algunos minutos más y se alistó para bajar a desayunar. Entró al comedor tratando de ocultar su inevitable cojeo en la pierna izquierda. Su madre, padre y abuelo ya se encontraban en la habitación.

—Buenos días. —Mencionó el rizado dedicándoles una sonrisa y yendo directamente hacia su asiento.

Nadie respondió. Su madre se encontraba pensativa, mirando hacia un punto fijo de la habitación. Su padre y su abuelo leían el periódico.

Harry suspiró y decidió ignorarlos, al menos ahora estaba seguro de que nadie había notado su cojeo al caminar.

—Señora —Sofía se acercó hacia Anne—, Harry ha llegado, ¿sirvo la comida ahora? —Preguntó con mucha discreción.

La mujer salió de sus pensamientos al instante, elevó la mirada y pareció sorprendida al mirar a su hijo. —Hola, Harry. —Le dijo fingiendo una sonrisa, después se dirigió a Sofía—. Sí, sirve ahora, por favor.

Asintió y volvió hacia la cocina.

—Buenos días, familia. —Mencionó el comandante Styles dejando el periódico sobre la mesa. El abuelo imitó la acción.

Harry sólo lo miró indiferente y continuó en su mundo. Él comenzaba a dejar de sentir ese orgullo que tenía por el trabajo de su padre, no le interesaba mantener una conversación con éste, como solían hacerlo cada que se sentaban juntos a la mesa.

La puerta del comedor se abrió y Louis entró nerviosamente con una jarra en las manos. Vestía el traje rallado de siempre, sin embargo esa mañana lucía más aseado que normalmente.

—¿Le sirvo jugo, señor? —Preguntó al comandante con un tono bajo de voz.

Lo miró molesto, como si lo hubiese ofendido con aquella pregunta. —¿Crees que lo haré yo o qué? ¡No preguntes y hazlo! —Ordenó.

Louis comenzó a servir el jugo, se podía notar su intenso nerviosismo, pues sus manos temblaban en cada movimiento.

Harry no podía dejar de mirarlo, sentía la necesidad de saludarle o al menos darle una sonrisa. Era un ambiente demasiado incómodo. La tensión podía sentirse sin esfuerzo alguno.

Eres Mi Religion. (Larry Stylinson) *EN EDICIÓN* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora