Capitulo 2

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-¡No intentes engañarme! No te culpo Arthur, es comprensible, han sido muchas cosas, era lógico que te cansaras de esperarme, aunque me hayas jurado que lo harías por siempre, pero el que lo entienda, no quiere decir que sea estúpida ¡Yo sé lo que vi! ¡Y en efecto venía para quedarme pero ya no, ya no quiero hacerlo! ¡Déjame ir!

-No mi amor, cálmate por favor, estás esperando a nuestro bebé, déjame estar contigo, con ustedes.

-¡Este bebé no es tuyo! -Dije tratando de desquitar toda la rabia que sentía en mi corazón.

-Valeria, sé muy bien lo que sientes, pero no me digas eso mi amor, tú no viniste desde México a este país sólo para decirme que estás esperando un hijo que no es mío.

-¡No te quiero en nuestras vidas! ¡Jamás en tu vida te atrevas a acercarte a nosotros no te necesitamos para nada! ¡Te odio! ¡No te quiero! ¡Nunca te quise! ¡Maldigo la hora en que te conocí! ¡Sólo apareciste en mi vida para arruinarla, para arruinar mis sueños!

Me impulse para hacer la silla hacia atrás y me levante para dirigirme a la puerta, Arthur intentó abrazarme pero yo lo rechacé y escapé, las lágrimas no me dejaban ver con claridad, al salir corriendo a la calle sólo escuche el chirriar de las llantas de un auto y sentí un fuerte impacto en mi costado, y otro más fuerte aún en mi cabeza, por un momento no supe de mi...
Ahora no logro entender que fue lo que pasó, sólo sé que estoy junto a Arthur, él está de rodillas en el piso, llora y está abrazando a alguien, le pide que no lo deje, le pide que resista, que no se vaya, le dice que es lo más importante en su vida, todo son gritos y confusión, el pide desesperado que alguien llame una ambulancia, se ha quitado el saco y lo ha puesto sobre ella, la abraza con fuerza, quiero ver quien es, pero él le tapa el rostro con su pecho, debe amarla mucho...

Quiero irme de aquí, me muero de celos al verlo sufrir por ella de esa manera, ha llegado la ambulancia, los paramédicos bajan rápidamente y la revisan ahí mismo.

-¡Está viva! -exclama uno de ellos.
Arthur parece respirar aliviado en medio de su dolor,
Me acercó a él, pero no me mira, toda su atención está puesta en ella, aparto mi vista de él y volteo a verla, por primera vez puedo ver su rostro, -¡No puede ser!-. Retrocedo horrorizada, el mundo parece derrumbarse bajo mis pies, todo empieza a girar con rapidez...

-¡Alguien dígame que pasa! -Grito con desesperación, volteo hacia Arthur, hacia los curiosos, nadie parece escucharme-. ¡Necesito que alguien me explique! Por favor, por favor, necesito que me digan ¿por qué esa mujer que está inerme en esa camilla soy yo? ¿Cómo se puede estar en dos lugares al mismo tiempo?
Una mujer, al parecer la que estaba con él en la oficina se acerca a Paul y lo toma por el brazo, él la mira y la rechaza con rabia.

-¡Mira lo que has provocado, ya estarás satisfecha! ¡Sabes que yo no te amo, que nunca podría hacerlo!

Aquella mujer se aleja con la mirada de reproche de los curiosos sobre ella. Me acerco nuevamente a mi cuerpo y alcanzo a ver un hilillo de sangre que escurre por mi oído, así como por mi nariz, tengo una herida muy profunda en la parte de atrás de mi cabeza, no me veo nada bien.

-¡Ay no! ¡Mis bebés! -Exclamé de repente-. ¿Mis bebés? ¿Por qué dije mis bebés? No sé por qué pero de repente tengo la certeza que estoy esperando dos bebés ¿Qué ocurre?
Me preguntó mientras trato de llamar la atención del paramédico, para preguntar por ellos lo toco en su hombro pero mi mano lo traspasa. Siento que me pierdo en una negrura abismal, siento que caigo en un sueño muy profundo, para después resurgir entre luces y formas de colores como si estuviera dentro de un caleidoscopio.

Gritaré Al Viento Que Te AmoWhere stories live. Discover now