Relato 2: Matando para sobrevivir/ Capítulo 7: Nada es lo que parece

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Capítulo 7

Nada es lo que parece

—Danna, despierta —Alfredo movió a Danna a la altura de la cintura.

—¿Qué papá? ¡Déjame dormir!

—No me jodas Danna… te quedaste dormida, debemos salir ya a buscar la comida… estamos sin nada en la despensa.

¡Me lleva el diablo! Pensó Danna mientras se levantaba de voladas a cepillarse. No sin antes tirarle un beso a su padre, con cara de “soy linda” para bajarle la molestia de Alfredo.

Mientras se cepillaba notó que casi no le quedaba pasta de diente. Y sí, el mundo estaba envuelto en mierda con todo esto que pasaba, carne muerta caminando por todos lados esperando la hora de darle un mordisco a su lindo cuerpo, pero no había nada peor en este mundo que tener mal aliento. Así que hoy no olvidaría pasarse por el pasillo de las pastas dentales.

—Bien papá, ya estoy lista —dijo diez minutos después. Se había arreglado rápidamente pero sin descuidar los detalles para gustarle un poco más a Javier. Se había puesto un jean pegado, un suéter manga larga y tenis blanco, además de aplicarse un poco de brillo en los labios.

—¿Vas a enamorar a un zombi o qué? —preguntó Alfredo, haciendo caso omiso de que estaba enterado de que Danna le gustaba el chico que le había presentado ayer.

Danna puso los ojos en blanco y subió y bajó los hombros.

—¿Papá, mi arma está completamente cargada? —preguntó para cambiar la conversación.

—Sí, y tiene puesto el silenciador al igual que la de Eduardo y la mía.

—Entonces no perdamos tiempo —dijo decidida, bajando por las escaleras para abrir la puerta principal.

Para su sorpresa, en solo unos segundos vio pasar a más de quince zombis.

—¿Hey, qué pasa? Últimamente estos desgraciados no se veían tanto por aquí.

—Algo capta su atención pero no sé, qué pueda ser —respondió Alfredo, pero a Danna le llegó a la cabeza el comentario que había hecho ayer Javier… «Los zombis perciben mejor el olor», entonces estaba claro que los buscaban a ellos. Y como últimamente caminan en grupos entonces convierten la condición de salir aún más peligrosa.

—Eduardo intenta montarte en el techo de la casa y fíjate cuantos se ven por la calle —sugirió Danna. Eduardo con mala cara, buscó una escalera y subió. El paisaje no era muy alentador, pero si lograrían pasar.

—Hay como treinta que caminan hacia acá, pero podremos pasar, debemos salir en la Hummer de papá, en tu carro sería muy difícil —gritó Eduardo desde el techo de la casa.

—Ok baja, eso mismo haremos —gritó Danna, haciéndole seña con su mano para que bajara.

Se montaron los tres en la camioneta y abrieron el portón eléctrico, arrollando a un zombi que estaba caminando lentamente hacia dentro del jardín de la casa, al salir Alfredo le disparó en la frente a cuatro de los muertos que estaban más cerca, mientras Eduardo accionaba el botón del control para que el portón se cerrara.

Dispararon consecutivamente para despejar la carretera y se detuvieron frente a la casa de los Ocando. Mientras esperaban que salieran los jóvenes. La camioneta alrededor se llenó de zombis y debieron subir los vidrios para evitar ser mordidos ya que se quedaron sin balas. Danna se quedó anonadada cuando vio a salir a Javier con un arma en cada mano, y Daniel tras él sonriendo. Javier disparaba sin inmutarse todo a su paso desde dentro de la casa. Al abrir el portón ya no habían zombis cerca de la camioneta. Se montaron en el puesto trasero acompañando a Eduardo y dijeron al unísono:

Serie Convirtiéndome en Zombi- KassfinolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora